El conflicto interno que tiene el gobierno del Frente de Todos volvió a escalar en tensión después de las declaraciones del líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, quien aseguró que Cristina Kirchner “se está desgastando ella misma” con los cuestionamientos que le hace a la gestión de Alberto Fernández. Quien recogió el guante y respondió del lado kirchnerista fue Andrés Larroque. Y finalmente, Gildo Onorato cruzó nuevamente al referente de La Cámpora. Lejos de pacificarse, la interna sigue.
“No creo que sea una buena política desgastar a un Gobierno que vos creaste. No podes, por un problema de que las cosas no salieron como vos querías, bajarte del barco”, resaltó Pérsico el sábado. Ese mismo día llegó la respuesta de Andrés “Cuervo” Larroque, el secretario general de La Cámpora, y principal vocero del kirchnerismo.
“¿A quién votan los humildes? No votan a Pérsico, no nos confundamos. La representación de las mayorías populares en Argentina no es Emilio Pérsico. Lamentablemente Emilio Pérsico fue la persona que más influyó para poner a Alberto en tensión con Cristina, lo tengo que decir con absoluta claridad”, sostuvo. Además, lanzó más críticas contra el manejo de los planes sociales.
Este domingo uno de los principales dirigentes del Movimiento Evita salió a cruzarlo. El Secretario Gremial de UTEP y miembro de la Mesa Nacional de la organización, Gildo Onorato, publicó una carta en sus redes sociales dirigida al ministro de Desarrollo a la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, a quien acusó de “personalizar un debate político agraviando e insultando”.
”El universo de las y los beneficiarios del Potenciar Trabajo es muy extenso para organizarlo”, dijo Larroque en una entrevista radial que brindó el fin de semana. En ese sentido, Onorato, aclaró que “la red comunitaria es mucho más extensa que un programa de trabajo, lamento que no lo entienda”.
“Lo invito al compañero a visitar las más de 10.000 unidades productivas, 5.000 comedores comunitarios, 59 guarderías comunitarias, 69 casas pueblo que atienden a personas con consumos problemáticos, en las que nuestros compañeros y compañeras se organizan y trabajan”, agregó.
Otro de los temas a los que se refirió el líder camporista fue a que la gestión de los programas Potenciar Trabajo debería cambiar de ministerio. Es decir, que no los controlen más en la cartera de Desarrollo Social, que conduce Juan Zabaleta y en donde Emilio Pérsico tiene un rol preponderante.
“¿Insiste con las peleas de palacio?”, se preguntó Onorato. Y siguió: “El ministro debería preocuparse por los problemas reales, y no quedarse en el internismo en vez de discutir la concentración económica y la extranjerización de nuestro aparato productivo que dejó el gobierno de Cristina Kirchner”.
“Pareciera ser que lo que preocupa no es la política en sí, sino que lo relevante sería que hay “políticos aptos” frente a “militantes no aptos” para estar al frente de las políticas públicas. Otra interna más, en vez de discutir los problemas de fondo”, resaltó.
El dirigente del Movimiento Evita respondió a una acotación de Larroque, quien dijo que ”la economía es una, no existen dos economías”. “Lo invito a estudiar las resoluciones de la OIT de los últimos años donde la UTEP ha participado. Hay una reciente, del 9 de junio pasado, así habla con argumentos y deja de degradarse públicamente”, sostuvo.
En esa línea, agregó que “tienen que entender lo que es la economía popular, reconocer la realidad de los compañeros y compañeras que crean su propio trabajo, personas que no están integradas a la economía registrada y queremos que tengan los mismos derechos”.
“Hay que desarticular a las organizaciones (...) para eso está el peronismo”, fue el textual que detalló Onorato sobre Larroque. Y al que le respondió que “el peronismo es darle poder a los excluidos, es protagonismo de los trabajadores, la Fundación Eva Perón, los gremios y las organizaciones libres del Pueblo fueron centrales en la construcción de la comunidad organizada”. Y remató: “Estudie historia por favor”.
El Movimiento Evita y La Cámpora hace años que se llevan muy mal. Las relaciones políticas en la gestión y el territorio nunca fueron las mejores. La tensión se había calmado durante el año pasado. Incluso, Máximo Kirchner acompañó a Alberto Fernández a un acto de campaña organizado por el movimiento social en la cancha de Chicago.
Este año, con la explosión de la interna en el Frente de Todos, el vínculo comenzó a desgastarse nuevamente. Las críticas de Cristina Kirchner, que emitió el lunes pasado en Avellaneda, subieron la tensión al máximo y los dirigentes del Evita empezaron a responder con sagacidad a cada uno de los cuestionamientos del kirchnerismo.
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