El pasado lunes, Cristina Kirchner encabezó un acto de la CTA en Avellaneda. Allí pronunció una fuerte crítica hacia los movimientos sociales por la administración de los planes y pidió más injerencia del Estado en la distribución y el control de los millones de pesos que el Gobierno destina a la asistencia. A pesar de las diferencias políticas, un intendente de Juntos por el Cambio coincidió con la vicepresidenta y destacó la necesidad de “eliminar la intermediación” de las organizaciones.
“La administración de la asistencia social debe descentralizarse en los municipios, de esta manera se elimina la intermediación y el plan social llega de manera directa al vecino que lo necesita, como contrapartida debe realizarse una tarea para la comunidad. Cortar las calles no es más una opción”, señaló el jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti, en una carta publicada durante la mañana de hoy.
En esta línea, el intendente sostuvo que “el Estado nacional, a través de la cartera de Desarrollo Social, debe girar las partidas a los municipios con la nómina de beneficiarios y son las gobernaciones locales quienes deben asignarle una tarea, controlar el presentismo y el cumplimiento efectivo de las actividades con un esquema de incentivos que permitan poco a poco mejorar la situación laboral de cada trabajador”.
En su discurso del lunes, Cristina Kirchner le aconsejó al gobierno de Alberto Fernández -que ella misma integra- “recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales” y que “no pueden seguir tercerizadas”. Lo hizo al hablar de los planes sociales que desde la Secretaría de Economía Social conduce Emilio Pérsico, el líder del Movimiento Evita que, desde su cargo, maneja un presupuesto de 2.273.996.938 pesos; casi la mitad de lo que tiene asignado el Ministerio a cargo de Juan Zabaleta, que es de 584.680.260.281 pesos.
“El Estado debe tener el monopolio (de las políticas sociales) así como el Estado tiene el monopolio de la fuerza ¿o se le ocurre a alguien que podemos tercerizar la Policía? No”, destacó la ex presidenta y agregó: “El Estado debe recuperar ese rol y transparentar frente a la opinión pública todo esto. A mí no me gusta que me quieran convencer que eso es peronismo. Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, trabajo. El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta y la baja (…) Que el Estado recupere en nombre de los que nos dieron vida de Perón y de Evita… Si Evita los viera, mamita… Imaginando y leyendo todo lo que hizo Evita, ¡mamita!”, completó la Vicepresidenta.
Sobre este tema también se refirió el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. “Que Cristina Kirchner denuncie que hay personas que son ‘basureadas y explotadas’ por dirigentes de los movimientos sociales de su propio gobierno es grave. Amerita una explicación profunda del Frente de Todos y una decisión de quitar intermediarios en los planes sociales”, afirmó a través de los redes sociales.
Por otro lado, Mariel Fernández, jefa comunal de Moreno, defendió la participación de las organizaciones en la coordinación de los planes sociales y replicó los argumentos de Cristina Kirchner al compartir un documento de la UTEP, cuyo referente es Juan Grabois. “No es justo que miles de militantes sociales y trabajadores sean estigmatizados. La economía popular se convirtió en un refugio donde cientos de miles encontraron un espacio de pertenencia, organización y trabajo. Sus aportes a la sociedad son mucho mayores que las situaciones negativas que repudiamos”, señaló.
El propio Grabois también opinó sobre el discurso de la vicepresidenta: “La economía popular no es tercerización de facultades que antes ejercía maravillosamente el Estado sino creación heroica de los excluidos dónde el Estado solo llega en patrullero y el Mercado con descarte”.
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