El dirigente social y referente del partido MILES, Luis D’Elia, hoy alineado con el presidente Alberto Fernández, devolvió el fuego discursivo contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras la catarata de reproches que dirigió hacia el gobierno que ella misma integra en el último plenario de la CTA. “La señora se sube a la tribuna y habla como una impoluta”, apuntó D´elía.
El dirigente explotó de furia y no se contuvo al momento de criticar a la líder kirchnerista. “Cristina nos declaró la guerra a todos los movimientos sociales de manera arbitraria, nos puso en el lugar del coimero, del extorsionador, en el lugar de quien trafica con los planes. Hay indignación en todos los movimientos sociales, de una punta a la otra y cuando hubo cosas contradictorias nunca me callé la boca”.
Las palabras de la vicepresidenta forman parte de una ofensiva que busca diferenciarse del Poder Ejecutivo en este como en otros temas de gestión, pese a haber sido la autora del diseño que llevó al Frente de Todos a la Casa Rosada. En este caso, la crítica fue al modelo de “tercerización” de los planes sociales en manos de las organizaciones piqueteras. “Cristina quiere sacarle el poder a las organizaciones y trasladárselo a La Cámpora, y no se lo vamos a permitir. Estoy enojado por el contrato. Fui a la cárcel mil días por ella, no fui ni por chorro, ni por coimero, ni por ladrón. Hay necesidad de darle legalidad a los movimientos sociales, como en algún momento de la historia se la dio a los sindicatos, acá tiene que haber una ley que lo haga”, respondió el referente del partido MILES en diálogo con Pablo Duggan, en C5N en el programa Desafío 2022.
El discurso de la ex mandataria desató las críticas sin filtro y el pase de factura por parte del dirigente, en una que se desgastó en los últimos años. Así lo reflejó D’Elia: “No voy a aceptar que Cristina venga a tratarnos de lo que nos trató, de ninguna manera. Nos declaró la guerra a todos los movimientos sociales, es inadmisible. Me dolía cuando veía que la señora tenía tres hoteles o que a algunos secretarios le encontraban, en cuentas de Estados Unidos, 60 millones de dólares. Lo miraba con asco, si íbamos a volver mejores hay que revisar las cagadas que nos mandamos, las cosas horribles que hicimos”.
Además, el dirigente social recordó uno de los momentos claves que marcaron la tensa relación con Cristina Kirchner y que explica la situación actual: “Después de todo lo que los movimientos sociales hicimos por la patria, por ella, por el pueblo, la veo flojita de memoria, de agradecimiento. Fui preso por ella, porque el día que paramos el golpe ruralista me dieron 5 días de prisión en suspenso y eso hizo que se quebrantara la prescripción de la toma de la comisaría, me comí mil días preso y no fue capaz ni siquiera de levantar el teléfono, nunca, para preguntar cómo estábamos , como hizo con el resto de los compañeros”.
Pero lejos de ser un tema aislado, la disputa también toma un rol preponderante en la interna oficialista, ya que separa quienes están del lado de Alberto Fernández o de Cristina Kirchner. En ese sentido, el propio mandatario se ocupó de respaldar a los movimientos sociales: “Yo les quiero agradecer a las organizaciones sociales que estuvieron al lado nuestro ayudándonos a contener definitivamente a esos sectores más vulnerables llevando solidaridad a donde la solidaridad no existía. Quiero agradecérselo aún cuando algunas hagan picardías que nosotros no convalidamos, lo que no es bueno es generalizar, no esperen que yo generalice; mi eterna deuda de gratitud con cada una de esas organizaciones”.
Por su parte, D’Elia opinó y tomó una clara postura en favor del presidente, dejando aún más caliente la interna oficialista y abriendo un nuevo capítulo que enfrente ambas partes: “Esto fue un tiro a Alberto, tiene un quilombo con la negreada. Ella no quiere a los movimientos sociales, pero no de ahora, de hace mucho. Que tenga una cuestión utilitaria con los movimientos, bueno, el movimiento ideal para ella es La Cámpora, todos pibes blanquitos, de clase media, educaditos. No vamos a estar en un lugar donde no nos quieren”.
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