Mauricio Macri volvió a recorrer la provincia de Buenos Aires. Luego de su incursión en Monte Chingolo con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, esta mañana caminó durante casi dos horas la obra terminada del arroyo El Gato y el barrio Tolosa, en La Plata, acompañado por María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y el intendente Julio Garro, en una clara señal hacia la interna del PRO.
El ex presidente y su comitiva hicieron una visita sorpresa al barrio de la infancia de Cristina Kirchner y reanudaron la vieja modalidad macrista de los timbreos sin ninguna red de protección: la reacción de los vecinos fue muy buena, según comentaron testigos de la recorrida. No hubo insultos ni gestos de hostilidad por su presencia, sino gente sorprendida que les pidió selfies, abrazos y hasta algún ruego de que volvieran al gobierno. Los visitantes se conmovieron por el saludo de una señora que lloró al encontrarse con ellos y se quejó de que “los chicos se están yendo del país”.
Casas, talleres mecánicos y negocios fueron los lugares en los cuales Macri pudo testear la reacción de vecinos de un barrio platense de clase media baja y el resultado lo entusiasmó. El ex mandatario lució unos zapatos marrones gastados que llamaron la atención de su compañeros de caminata: confesó que son los mismos que usaba hace 20 años cuando comenzaron los timbreos del PRO en la ciudad de Buenos Aires. “Juliana (Awada) me los quería tirar, pero me negué porque son muy cómodos”, dijo.
La presencia en el arroyo El Gato, en las afuera de La Plata, no fue casual: las obras iniciadas y terminadas durante las gestiones de Macri como presidente y Vidal como gobernadora beneficiaron a casi 500.000 personas y fueron decisivas para evitar nuevas inundaciones en la zona.
Con un presupuesto de más de 200 millones de dólares, se amplió el caudal del arroyo a lo largo de 13 kilómetros y se construyeron puentes y derivadores especiales para conducir las aguas, que permitieron evitar inundaciones trágicas como la que se registró en 2013.
“Estoy muy contento de estar acá, de ver el valor transformador que puede tener una obra en las vidas de miles de personas. Muy lindo también conversar con la gente y que ellos mismos te cuenten el cambio para mejor. Familias que perdieron todo en 2013 y ahora dicen que viven tranquilas, porque saben que eso no va a volver a pasar”, afirmó Macri tras recorrer el lugar.
Para el ex presidente, su incursión en el territorio bonaerense le permitirá sondear el ánimo de la gente en un distrito clave para decidir si se presenta o no en las elecciones de 2023. Las encuestas siguen marcando un elevado rechazo de la sociedad, pero tanto en Lanús como en La Plata sintió que esos números no parecían corresponderse con la realidad que experimentó.
Además, las caminatas en la provincia de Buenos Aires son una señal hacia la interna del PRO. No sólo ante eventuales competidores por la candidatura presidencial, como Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, sino también porque sus acompañantes tienen sus propias aspiraciones electorales y parecen contar con el aval de Macri: Grindetti y Ritondo quieren postularse para la gobernación bonaerense, mientras que Vidal podría ser candidata a la Presidencia o a jefa de gobierno porteño.
Curiosamente, se trata de dirigentes cercanos a Rodríguez Larreta: Grindetti fue el jefe de campaña de Diego Santilli en las últimas elecciones, Ritondo integró la mesa del proyecto “Horacio Presidente” y Vidal es amiga personal del alcalde porteño. Los tres, hoy, se muestran alineados con Macri.
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