Más cerca de Alberto Fernández; más lejos de Cristina Kirchner. Así podría resumirse el lugar que eligió el dirigente social Luis D’Elía en el marco de la interna del Frente de Todos. A las declaraciones críticas del último fin de semana, donde reconoció que entre 2007 y 2015 la inflación se manejó con “compañeros sentados arriba del INDEC, mintiendo con los números”, hoy sumó un nuevo cuestionamiento contra la vicepresidenta: “Es suicida lo que está haciendo y no me quiero suicidar con ella”, indicó.
El referente del partido MILES, además, calificó de “agravio” las declaraciones de Cristina Kirchner contra los movimientos sociales durante el acto que encabezó ayer en la localidad bonaerense de Avellaneda. “Estoy muy dolido por la declaración de guerra que nos hizo, sin distinguir nada; es un agravio flojo de memoria y agradecimiento después de todo lo que hicimos en 20 años por ella”, sostuvo.
“No se qué pasa en su cabeza, hace muchos años que perdí contacto, desde que caí en la cárcel, no tengo que explicar todo lo que hicimos por ella, y ni un llamado telefónico. Ella no es dios, ¿sabés por qué fui preso? Por parar un golpe ruralista contra ella”, recordó D’Elía en un reportaje a radio Delta.
El pasado domingo, el dirigente social ya había apuntado contra las críticas del kirchnerismo hacia las políticas de Alberto Fernández en materia de Economía. “¿Cómo nos manejábamos en la época de Cristina (Kirchner) con la inflación? Con (Guillermo) Moreno con una 9mm arriba de la mesa y con algunos compañeros sentados arriba del INDEC, mintiendo con los números”, señaló en una entrevista radial.
En esta línea, y consultado sobre las medidas necesarias para controlar los precios de los alimentos, recordaba el consejo de un compañero de Pabellón, “un destacado economista”, durante el tiempo que estuvo preso: “Me decía que con la Ley de Abastecimiento en la mano hay que intervenir dos empresas de las 10 formadoras de precios y colgar las cabezas en el alambrado, vas a ver como todas las demás se calman”.
También se había manifestado sobre su relación personal con la vicepresidenta: “En mil días de detención ni ella ni Máximo nos llamó a mi y a mi familia para ver si necesitábamos algo o nos dolía algo. Eso me dolió. Y además yo no fui preso ni por corrupto ni por ladrón, fui preso por ella”, expresó.
“Tengo un gran respeto por Cristina. Es una mujer brillante y extraordinaria para conducir el Estado, no tanto para conducir la fuerza política. Hace cosas que no me gustan y soy de los que no se callan con esto”, señalaba hace dos días.
Los dichos Cristina Kirchner sobre los piqueteros y los movimientos sociales alineados con el Frente de Todo generó una rápida reacción. “Con sus expresiones Cristina se suma a la estigmatización que sufren los sectores más excluidos que sobreviven como se puede y que se organizan comunitariamente”, expresó Daniel Menéndez, el referente nacional de Somos Barrios de Pie y Subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local, en diálogo con Infobae.
“Los piqueteros en la República Argentina son hijos de las políticas neoliberales de los años 90. No nacieron con ningún gobierno populista. Fueron producto de los altos índices de desocupación y de la falta de oportunidades. El Estado nacional debe recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas”, dijo la vicepresidenta, ayer, bajo la mirada y los acalorados aplausos del diputado nacional y secretario general de la CTA, Hugo Yasky.
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