El discurso de Cristina Kirchner, ayer, en la localidad bonaerense de Avellaneda, dejó varias esquirlas que agitaron la política nacional. Una de ellas, su crítica abierta a organizaciones sociales como el Movimiento Evita. Andrés “Cuervo” Larroque, uno de los principales dirigentes de La Cámpora, retomó el cuestionamiento de la vicepresidenta y elevó la tensión: “Hubo un acuerdo con (Martín) Guzmán para bancar el ajuste”.
“Yo creo que (el ajuste) contó con el visto bueno de un sector de las organizaciones, inclusive algunas que tienen funcionarios en el gobierno nacional. Hubo un pacto, del Evita y muchas más, sin dudas”, señaló Larroque en una entrevista radial. Sin mencionarlos, hizo referencia al rol que cumplieron funcionarios nacionales como el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro, y el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico (ambos del Movimiento Evita); y el subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo local, Daniel Menéndez (Barrios de Pie).
En esta línea, el dirigente de La Cámpora sostuvo -en Radio 10- que tras el acuerdo con el FMI “desapareció el IFE y aumentaron los Potenciar Trabajo”, por lo que consideró que “hubo un acuerdo para bancar el ajuste entre Guzmán y un sector de las organizaciones, que se beneficiaron aumentando los Potenciar Trabajo, los planes, para administrarlos, privando a la sociedad de una política de ingreso que fue exitosa por otra que tiene una dosis de discrecionalidad a la hora de asignar derechos que es cuestionable”.
Por otro lado, destacó el contenido del discurso de Cristina Kirchner, habló de la “zozobra” que vive la población argentina y consideró necesario “tener coraje para tomar las medidas que requiere el contexto” de crisis económica.
“Hubo un sector del gabinete nacional, algunos ya no forman parte, donde permanentemente se quiso llevar al Presidente a una tensión con Cristina Kirchner, inexplicable, y creo que estamos pagando las consecuencias de esa tensión, esas operaciones. Hay que plantear una agenda clara”, explicó el funcionario bonaerense.
Y amplió: “No está en discusión la unidad (del Frente de Todos), sino cómo darle contenido, sentido y una dirección o una velocidad (al gobierno) que esté a tono con las necesidades del pueblo”.
Tras las críticas, Alberto Fernández brindó un fuerte respaldo público a los movimientos sociales. “No se llevaron la plata de los más vulnerables”, aseguró el Presidente, hoy, en el marco de un acto en Casa Rosada.
Más allá de esto, Daniel Menéndez fue uno de los dirigentes sociales que replicó a la vicepresidenta y también a Larroque. “El planteó de Cristina fue estigmatizante en cuanto a la tarea de la militancia social”, sostuvo en radio Futurock. Y agregó: “Noté una estigmatización, no solo de la tercerización de los planes, como que la gente no quiere laburar, entendemos que los movimientos populares son parte de la solución y no del problema”.
“Es una mirada despectiva de quienes viven en la exclusión, se pasó de rosca en algunos planteos; no es el valor que una dirigente política como Cristina Kirchner debería reconocerle a la militancia social”, cuestionó Menéndez.
También manifestó sus críticas el referente del partido MILES, Luis D’Elía, quién calificó de “agravio” las declaraciones de Cristina Kirchner. “Estoy muy dolido por la declaración de guerra que nos hizo, sin distinguir nada; es un agravio flojo de memoria y agradecimiento después de todo lo que hicimos en 20 años por ella”, sostuvo.
“Los piqueteros en la República Argentina son hijos de las políticas neoliberales de los años 90. No nacieron con ningún gobierno populista. Fueron producto de los altos índices de desocupación y de la falta de oportunidades. El Estado nacional debe recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas”, dijo ayer Cristina Kirchner.
“El Estado debe tener el monopolio (de las políticas sociales) así como el Estado tiene el monopolio de la fuerza ¿o se le ocurre a alguien que podemos tercerizar la Policía? No”, destacó la ex presidenta y agregó: “El Estado debe recuperar ese rol y transparentar frente a la opinión pública todo esto. A mí no me gusta que me quieran convencer que eso es peronismo. Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, trabajo. El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta y la baja (…) Que el Estado recupere en nombre de los que nos dieron vida de Perón y de Evita… Si Evita los viera, mamita… Imaginando y leyendo todo lo que hizo Evita, ¡mamita!”, completó.
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