La Cámara de Diputados dio hoy media sanción por unanimidad al proyecto de alivio fiscal que beneficiará a 4,5 millones de monotributistas y a 140 mil trabajadores autónomos. Durante el debate, el oficialismo y algunos bloques de la oposición introdujeron cambios para beneficiar a los trabajadores de las categorías más bajas. Esto hizo que los diputados de Juntos por el Cambio terminen respaldando el proyecto.
La iniciativa, impulsada por el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, propone por un lado actualizar la facturación de los monotributistas para evitar que tengan que cambiar de categoría y pagar mayores cuotas; y por otro lado, aumentar las deducciones de ganancias que pagan los empleados que revisten en la categoría de autónomos.
“Nuestro dictamen de minoría expresaba la necesidad de actualizar las escalas, porque nos parecía que estaban bastante pijoteros (sic). Aunque las modificaciones no satisfacen cabalmente, consideramos que hay que dar una respuesta positiva, por eso vamos a acompañar”, explicó el diputado Mario Negri, jefe del bloque de la UCR.
“Son alivios, no son cambios estructurales, pero es injusto que los caractericen como parches, ya que significan la diferencia entre llegar o no llegar a fin de mes para muchos argentinos”, planteó el diputado Daniel Arroyo.
Desde el Interbloque Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez celebró que oficialismo y oposición hayan podido trabajar en conjunto para “mejorar la capacidad de compra del ingreso de casi 5 millones de personas, un objetivo que no es poco importante”.
Sin embargo, aclaró que su bloque deber adherir a este proyecto “porque la inflación sigue comiéndose la capacidad de compra de los argentinos”.
“El alivio no cura, no sana, es temporario. La verdadera situación para abordar es la inflación voraz que día a día se come el salario de los argentinos y lesiona de manera profunda a los que menos tienen”, advirtió Paula Oliveto, de la Coalición Cívica.
“La verdad que uno, cuando va a tratar un tema como este, primero que nada, se pone contento. Por más que sea solo un parche, un reconocimiento a la inflación, va a impactar positivamente en más de 4 millones de personas”, resumió la santafesina Germana Figueroa Casas.
El proyecto prevé adelantar al 1 de julio la actualización de las escalas de facturación máxima que, según la ley de Monotributo, debía hacerse el 1° de enero de 2023. Es decir: la actualización que debía hacerse al concluir 2022 abarcando todo el año, se dividirá en partes y se le aplicará la inflación del primer semestre. El ajuste, tal como prevé la ley, se hará con la fórmula de movilidad previsional. Al mismo tiempo, el proyecto prevé no modificar las cuotas que mes a mes deben pagar los pequeños contribuyentes. Así se evita “caer” en una categoría más cara por efecto de la inflación.
¿Qué índice se aplica? La actualización será del 60% para las primeras cuatro categorías, correspondiente al coeficiente acumulado hasta junio 2022.
Para los monotributistas la cuota queda igual (así se evita el problema del año pasado de cobrar retroactivamente) y solo se “sube” el límite de facturación de cada categoría. El monotributista no “salta” de categoría por el solo efecto de que la inflación fue superior a la prevista en el Presupuesto.
Según detallaron, impactará positivamente en 4.498.419 monotributistas y el costo fiscal es cero, solo se actualizan las escalas por las variaciones macroeconómicas.
Así quedarían los topes de facturación anual máxima para cada categoría del Monotributo a partir de julio de 2022:
A $748.382
B $1.112.459
C $1.557.443
D $1.934.273
E $2.277.684,56
F $2.847.105,70
G $3.416.526,83
H $4.229.985,60
I $4.734.330,03
J $5.425.770,00
K $6.019.594,89
Además, las dos primeras categorías quedarán eximidas de pagar el componente impositivo: Categorías A ($288 por mes) y B ($555). Para darle progresividad a la medida este beneficio es para los monotributistas “puros” (es decir que no tiene otros ingresos ya sea por jubilaciones, relación de dependencia, rentas financieras o alquiler de inmuebles, por ejemplo.). Esta exención del componente impositivo beneficiará a 2,1 millones de monotributistas, el 47% del total.
Para Autónomos:
Muchos trabajadores autónomos, tales como abogados o contadores, se quejan de un perjuicio en relación a trabajadores en relación de dependencia, que realizan tareas similares pero pagan menos impuesto a las Ganancias. El proyecto sube la deducción especial de ese tributo, lo que permitirá reducir la brecha entre el autónomo y el empleado y, de esa forma, aliviar una situación de inequidad tributaria. Además, se compensa al autónomo con el beneficio que se le da al trabajador en relación de dependencia con la suba del “piso” de Ganancias.
Con los cambios, se incrementa la deducción especial para los autónomos en 2,5 veces la ganancia no imponible para los autónomos y 3 veces para los “nuevos profesionales”.
Este incremento de la deducción impacta principalmente en los autónomos con ingresos de hasta $8 millones (2 veces el tope de monotributo), que concentran el 95% de los autónomos con impuesto determinado en el impuesto a las Ganancias. Para esos independientes, se estima que la modificación implicará un “ingreso adicional de bolsillo” promedio de $52 mil anuales (dependiendo del rango de ingresos y de la tasa efectiva del impuesto) producto del alivio fiscal.
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