El avión de bandera venezolana y matrícula iraní retenido en el aeropuerto de Ezeiza desde el pasado viernes 10 de junio realizó un vuelo previamente desde Paraguay con destino a Aruba, que por estos días se encuentra bajo la mira de los investigadores. Infobae accedió a las imágenes que muestran el pase fronterizo que se realizó el 13 de mayo, donde transportaron un cargamento de cigarrillos valuado en USD 755 mil.
Según la factura 001-002-0000640, emitida por la empresa Tabacalera del Este SA (TABESA), vinculada al ex presidente de Paraguay Horacio Cartes, se trasladaron 6010 paquetes de “Ibiza extra suave doble filtro short” y 1076 paquetes de “Ibiza extra suave King Size”. El cliente declarado en ese mismo documento es la empresa Tabacos USA Inc, pero la firma receptora fue Tabacal Free Zone Nv, con sede en Aruba.
El avión salió desde Venezuela y aterrizó en el aeropuerto Guaraní, en la ciudad de Minga Guazú, a solo 13 kilómetros de Ciudad del Este. Al igual que en el vuelo que llegó a Ezeiza, la tripulación estaba integrada por venezolanos e iraníes. Según el manifiesto del vuelo, publicado por medios paraguayos, fueron 7 iraníes y 11 venezolanos. Todos se alojaron en el hotel Dazzler de Ciudad del Este.
De los 7 iraníes, apenas dos coinciden con los tripulantes del vuelo a Ezeiza que esperan una definición en un hotel de Caning: Gholamreza Ghasemi y Abdolbaset Mohammadi.
Ghasemi también fue el piloto del vuelo a Buenos Aires. Según datos suministrados por agencias internacionales, es accionista y miembro de la junta directiva de la aerolínea iraní Qeshm Fars Air, sancionada por Estados Unidos. Antes fue presidente de Iran Naft Airlines, luego re-denominada Karun Airlines.
Otro dato que llamó la atención a los investigadores es que la aseguradora de la aeronave venezolana es una empresa iraní: RAZI INSURANCE CO.
Luego de ese vuelo, la agencia de Inteligencia de Paraguay emitió un alerta a a sus pares de la región, pero también a Estados Unidos e Israel.
En el vuelo que llegó a Ezeiza el lunes pasado viajaron cinco iraníes (Mohammad Khosraviaragh; Gholamreza Ghasemi; Mahdi Mouseli; Saeid Vali Zadeh; y, Abdolbaset Mohammadi) y 14 venezolanos. Algunos de ellos, según la información de inteligencia enviada a la Argentina, tendrían vínculos con la Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en operaciones de inteligencia militar.
Esta semana, el juez federal Federico Villena confirmó la decisión del Gobierno de retenerle los pasaportes a los iraníes, aunque podrían irse del país en un vuelo de línea. Por el momento, la aeronave de Emtrasur seguirá retenida en el país.
Villena intervino recién este sábado a la mañana a partir de un habeas corpus presentado por el abogado Rafael Resnick Brenner, un ex funcionario de la AFIP condenado por el caso Ciccone, donde pedía que se libere el avión y se les devuelvan los pasaportes a todos sus tripulantes.
El juez ratificó que la decisión de Migraciones de retener los pasaportes fue legal porque se basó en el artículo 35 de la Ley de Migraciones, que habla de una “sospecha fundada que la real intención que motiva el ingreso difiere de la manifestada al momento de obtener la visa o presentarse ante el control migratorio”.
“Los motivos que fundan la retención del pasaporte de los beneficiarios de la acción no encuentran sustento en la falta de visado sino en la sospecha razonable de que la razón esgrimida al ingresar podría no ser la real o verdadera“, explicó el magistrado.
El avión aterrizó el lunes pasado en el aeropuerto de Córdoba por la neblina que había sobre Buenos Aires, pero dos horas más tarde, a las 14.35, llegó a Ezeiza, donde lo estaban esperando. En un operativo conjunto, con intervención de PSA, Aduana, Migraciones y la PFA, revisaron varias veces el avión. “Transportaba autopartes para una empresa automotriz. Se revisó la carga varias veces, pero no se encontró nada extraño y fue liberada“, dijo una fuente oficial.
El miércoles pasado por la tarde, la aeronave intentó viajar a Uruguay para cargar combustible y, de esa manera, poder regresar a Venezuela, pero el gobierno de ese país decidió cerrarle su espacio aéreo y le impidió la maniobra. Desde entonces, está parado en Ezeiza. YPF y Shell se niegan a venderle combustible por las alertas internacionales.
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