Los 5 iraníes y los 14 venezolanos que arribaron a Ezeiza el lunes pasado en el avión sospechoso, procedente de Paraguay, permanecen alojados en un hotel de Canning mientras la justicia argentina investiga qué es lo que hacían en el país.
De acuerdo a la información confidencial obtenida por las autoridades, algunos de los iraníes tendrían vínculos con la Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en operaciones de inteligencia militar.
Si bien la decisión de Migraciones de retener los pasaportes de los iraníes fue avalada por el juez federal Federico Villena, esto no les impide volver a sus países en un vuelo de línea. Sin embargo, los 19 pasajeros optaron por permanecer juntos hasta que se solucione el tema del avión, que ya había sido sancionado por Estados Unidos por terrorismo.
El Boeing 747 Dreamliner de la empresa Emtrasur había aterrizado el lunes pasado primero en el Aeropuerto de Córdoba, debido a la neblina que azotaba a la Ciudad de Buenos Aires y alrededores. Al llegar a Ezeiza fue recibido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) junto a la Aduana, la Policía Federal y la Dirección de Migraciones.
Se constató que el avión transportaba autopartes para una empresa automotriz, se revisó la carga varias veces, no se encontró nada extraño y fue liberada. Pero el avión quedó inmovilizado en el aeropuerto por falta de combustible.
Según trascendió, los primeros días sus 19 tripulantes habrían estado alojados en el hotel Holiday Inn del Aeropuerto de Ezeiza y recién el viernes pasado decidieron cambiar de lugar y hospedarse en el Hotel Plaza Central Canning, situado en Avenida Mariano Castex 1277.
Se trata de un hotel 4 estrellas que cuesta entre USD 115 y USD 180 la habitación doble, sólo con servicio de desayuno, y está ubicado en el corazón del centro comercial de esa localidad bonaerense.
“Los 5 iraníes y los 14 venezolanos llegaron el viernes, a las 14 horas, y los pasaportes los mandaron vía electrónica porque fueron retenidos por Migraciones”, contó César, el dueño del hotel, a Radio Mitre.
También contó que uno de los venezolanos se encarga todos los días de saldar los gastos derivados del alojamiento.
El hombre admitió que cuando se registraron ese día el personal del establecimiento no estaba al tanto de la situación y que se comportaron de manera muy correcta. “Nos enteramos del conflicto con el avión dos días después. No nos preocupamos porque el tema estuvo muy bien manejado por las autoridades. No hemos tenido sobresaltos ni tampoco ellos se han portado de una manera diferente. Son gente tranquila”, detalló César sobre la estadía.
Consultado acerca de si notó algún movimiento extraño de gente con la que estuvieron interactuando los huéspedes, César fue contundente: “Entran y salen con total normalidad. Al menos en el mostrador no se presentó nadie en representación de las embajadas”. Eso fue en alusión a que no hubo presencia diplomática de parte de Venezuela ni de Irán.
La AMIA y la DAIA advirtieron que la compañía Mahan Air fue “sancionada por los Estados Unidos por sus vínculos con actividades terroristas” y le reclamaron al Gobierno que dé “una información exhaustiva y detallada sobre las personas que viajaban en el avión y los motivos de su paso por el país”, algo que aún no sucedió porque está en materia de investigación.
Por ser parte de la tripulación, los iraníes tienen un permiso de estadía en el país de 15 días, al que podrán acogerse o, en caso de quererlo, salir en un vuelo de línea. Hasta ahora, no tomaron ninguna determinación al respecto.
El complejo turístico donde están alojados cuenta con 51 habitaciones. Todas tienen heladera, horno microondas, cafetera expreso y minibar. Los huéspedes pueden disfrutar de la vista al parque del hotel, hacer ejercicios en el gimnasio o divertirse en el club nocturno que posee en la planta baja.
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