El Movimiento Evita plantó bandera en el distrito de mayor peso electoral de la provincia de Buenos Aires y buscará dar la pelea interna dentro del Frente de Todos. Aferrado al mensaje que lanzó el presidente Alberto Fernández tras la derrota de las elecciones legislativas 2021, intenta disputarle el poder territorial al tándem Fernando Espinoza-Verónica Magario y abrir una elección Primaria para elegir el candidato o candidata a la intendencia de La Matanza. A la cabeza del plan está la diputada provincial del Frente de Todos, Patricia Cubría. “Esperamos que haya unas PASO y que podamos demostrar el cansancio de esta gestión”, le dice la legisladora bonaerense a Infobae.
En el cierre de listas de las elecciones del año pasado, Cubría había intentado armar una lista a concejales dentro del Frente de Todos por fuera de la que terminó encabezando el propio Fernando Espinoza para, en definitiva, garantizar la victoria. Al ver que no había posibilidades de competición interna, el Evita decidió bajar la lista. “Si en ningún lado había PASO, no tenía goyete. Fue una decisión política, ahora eso no va a suceder. Esto se tiene que expresar políticamente”, asegura Cubría quién además es pareja del líder del Evita, Emilio Pérsico.
Cuando habla de expresarse políticamente, Cubría hace referencia al armado que viene encabezando con diferentes organizaciones que tienen anclaje territorial en La Matanza, se reconocen parte del Frente de Todos pero, asegura Cubría, distanciadas políticamente del espacio de Espinoza. Allí aparecen otras organizaciones sociales como la Corriente Clasista y Combativa, Somos Barrio de Pie y federaciones de clubes, sectores eclesiásticos.
“Notamos una sensación de abandono y vemos que tenemos mucha más capacidad de gestión que el municipio. Hay una gestión que no funciona, que está agotada. Nosotros incluso estamos resolviendo muchos de los problemas que el municipio no resuelve”, describe la legisladora y agrega que “hace años hay muchos sectores que tienen para aportar y no son escuchados”.
Sin embargo, el peso político del actual intendente y la vicegobernadora Verónica Magario son un punto de inflexión a las intenciones del Evita, la organización social de mayor despliegue que se recuesta en la figura del presidente Alberto Fernández. Espinoza tiene línea directa con el jefe de Gabinete de ministros, Juan Manzur, y también con el presidente.
Semanas atrás, el líder el Evita -y también pareja de Cubría- Emilio Pérsico aseguró en una entrevista a Infobae que el Frente de Todos debe tener una interna “para resolver los problemas; la oposición la va a hacer”. Pérsico, que además es secretario de Economía Social, no dio por cerrado que Fernández vaya hacia una reelección.
Espinoza-Magario vienen gobernando y ganando elecciones para el peronismo como una continuidad del proyecto que supo encabezar Alberto Balestrini cuando obtuvo la intendencia del municipio de la Tercera sección electoral en 1999. En aquella elección, Espinoza fue candidato a concejal. Luego, en 2007, llegó a la intendencia donde gobernó hasta 2015, período en el que Magario lo sucedió hasta 2019, cuando fue compañera de fórmula de Axel Kicillof para la gobernación bonaerense. Cubría habla de un cerramiento de la gestión.
No es un caso aislado el del Cubría en la estrategia política del Movimiento Evita, quien ya transitó un escenario similar al que busca plantear la legisladora. En la elección del 2019, el Evita terminó ganando las PASO a la intendencia de Moreno y finalmente, Mariel Fernández, la entonces precandidata se convirtió en la intendenta en el distrito del oeste bonaerense. La interna se la había ganado, incluso, al entonces intendente Walter Festa. Pese a ser del Evita, contó con el respaldo del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
En La Matanza, la organización que conduce Kirchner mantiene un acuerdo político de no confrontación con Espinoza y Magario. Existe una brazo militante de La Cámpora a través del Ateneo Néstor Kirchner que conducen el ex diputado provincial Facundo Tignanelli, un hombre leal a Kirchner que condujo el bloque de diputados bonaerense del Frente de Todos entre el 2019 y 2021 y la secretaria de Juventud del PJ bonaerense, Amira Curi. Durante la intendencia de Magario hubo algunas experiencias donde La Cámpora participó activamente de la gestión municipal. La Orga aportó entonces a Amira Curi como secretaria de Derechos Humanos del municipio, cargo del que luego terminó yéndose. Cubría dice no renegar de La Cámpora. “Somos espacios diferentes, no competimos entre nosotros, somos todos parte del Frente de Todos”, contesta protocolarmente.
La discusión política que plantea el Movimiento Evita en el esquema bonaerense del Frente de Todos ya no es de puertas adentro. Semanas atrás, incluso hubo algunos cruces fuertes, entre referentes del espacio con dirigentes del Partido Justicialista bonaerense. Puntualmente fue cuando el secretario de Relaciones Parlamentarias de Jefatura de Gabinete, Fernando Chino Navarro insinuó que el PJ bonaerense que preside Máximo Kirchner es “un dibujo” y que la mitad de sus afiliaciones son falsas. Navarro dijo que no hay instancia de debate interno dentro del PJ que hoy conduce el líder de La Cámpora. Desde el partido no tardaron en responderle. “Como peronistas no podemos permitir que un egresado del Partido Intransigente -Navarro- quiera cuestionar al Partido Justicialista y mucho menos desprestigiar a la militancia de nuestras unidades básicas”, lanzó el intendente en uso de licencia de Roque Pérez, Juan Carlos Gasparini, con un comunicado de los consejeros del PJ de la Séptima sección electoral.
El Evita se respalda en el plan que trazó el Presidente tras la elección legislativa del año pasado, donde el Frente de Todos perdió en la provincia de Buenos Aires, la de mayor peso electoral. Por eso, quiere dar la pelea en La Matanza, pese a que ya gobierna el peronismo. “Vamos a hacer una interna y, el que la gane, va a ganar la elección”, planteó Pérsico a nivel nacional. Mismo escenario plantea Cubría para el distrito que reúne casi 1 millón doscientos mil electores.
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