Con el título Un paso importante. Faltan muchos más, el lingüista Pedro Luis Barcia, la presidente de la Academia Argentina de las Letras, Alicia María Zorrilla, los historiadores María Saenz Quesada, Luis Alberto Romero, José Emilio Burucúa y Eduardo Lázzari, el ex rector del Nacional Buenos Aires y de la Escuela Normal Superior N: 1 Gustavo Zorzoli, Jorge Norberto Butera, ex rector del Normal Mariano Acosta, Héctor C. Sauret, rector de la Universidad de Concepción del Uruguay, la filósofa Diana Cohen Agrest, Laura Rizzi, ex vicedirectora de la Escuela Superior en Lenguas Vivas N°1; y otras personalidades de la cultura expresaron su aprobación a la medida tomada por el Ministerio de Educación porteño en un texto en el que además exhortan a las demás jurisdicciones y a la nación a seguir el mismo camino.
Entre los fundamentos de su adhesión, los firmantes destacan que, “desde un punto de vista institucional y republicano”, el idioma “es una de las marcas de identidad de una Nación y por ende, representativo de las sociedades de cara al mundo”.
“La segunda consideración es de orden lingüístico”, dice el texto que también rubrican Norma Sbarbati Nudelman, presidenta de la comisión de Educación de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Alfredo Vítolo y Guillermo Mitzraji, secretario y presidente de Profesores Republicanos, Ana María Ravaglia, ex subsecretaria de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y asesora de la comisión de Educación del Senado; Jorge Luque, ex director de la NEA (Nueva Escuela Argentina), María Inés Vallarino, ex Rectora Escuela Normal N° 5; Antonio Raúl de los Santos, profesor de la Facultad de Medicina de la UBA; Liana Pividori, docentes por la Calidad Educativa; Ricardo Antonio Romano, maestro normal nacional; el profesor de Derecho Constitucional Félix Lonigro; Julián Schvindlerman, profesor Universidad de Palermo, e Irma Huertas, ex vicedirectora de la Escuela Normal Mariano Acosta, entre otros.
El texto está además subido a una plataforma (Change) para que puedan firmar todos los interesados -docentes, padres, estudiantes y ciudadanos en general-, considerando que se trata de una problemática que concierne a todos los argentinos.
“Las lenguas tienen normas”, sostienen, y aclaran que, en el caso del castellano, éstas son regidas “por la Asociación de Academias de la Lengua Española, entre ellas, la Real Academia Española de la Lengua y la Academia Argentina de Letras”. Recuerdan que todas ellas “se han expresado reiteradamente, con variados fundamentos, sobre el rechazo al denominado ‘lenguaje inclusivo’”.
Y es precisamente por eso que, dicen, “es inaceptable que la escuela, que tiene por función la transmisión de lo excelente de la cultura, permita estas deformaciones que implican, además, una confusión de ámbitos, introduciendo en el aula registros del habla que corresponden a la calle, a grupos o a modas pasajeras.”
También destacan el factor pedagógico: “Los niños y adolescentes están adquiriendo no solo el buen uso de la lengua, sino también están recibiendo de sus docentes los fundamentos en los que se basa cada idioma. No es posible que se los sumerja en un lenguaje lleno de signos extraños al alfabeto, que no tiene normas claras ni siquiera para quienes pretenden utilizarlo. Con ello se crean confusiones innecesarias y deformantes. Del ridículo no se vuelve. Y muchos adultos ya han caído en él.”
Aluden además a “los magros resultados de las evaluaciones de los últimos años en lectura, comprensión y expresión oral y escrita”.
Y además destacan la necesidad de ocuparse de la “formación docente, en la que hace tiempo ya que la gramática ha dejado de ocupar el lugar fundamental que debiera tener”.
“Es lamentable que las autoridades nacionales del área habiliten o defiendan la deformación del idioma en nombre de consideraciones ajenas a lo académico”, lamentan también, en referencia a las declaraciones del ministro de Educación de nación en defensa del lenguaje inclusivo.
“Por eso -concluyen-, el mensaje final va dirigido a los responsables del ámbito educativo no solo de la Ciudad, sino de todo el país. El paso que acaba de darse en CABA es importante, aunque no suficiente.”.
Y exhortan a seguir “trabajando para mejorar la calidad de la educación de los argentinos”.
TEXTO COMPLETO DE LA DECLARACIÓN Y FIRMAS
UN PASO IMPORTANTE. FALTAN MUCHOS MÁS
El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires dispuso que las actividades escolares y de comunicación institucional, de los niveles de enseñanza obligatorios (inicial, primario y secundario), se hagan “de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza”.
Esta medida implica la prohibición del uso de la “x”, de la @ y de las palabras con e características del llamado «lenguaje inclusivo».
La medida es coherente y merece nuestra aprobación por varios motivos.
En principio, desde un punto de vista institucional y republicano, porque el idioma es una de las marcas de identidad de una Nación y, por ende, representativo de las sociedades de cara al mundo. En nuestro país, el idioma oficial distintivo es el castellano o español.
La segunda consideración es de orden lingüístico. Las lenguas tienen normas. Estas son de orden académico y de uso. En cuanto a las primeras, en el caso del castellano, son regidas por las Academias que integran la Asociación de Academias de la Lengua Española, entre ellas, la Real Academia Española de la Lengua y la Academia Argentina de Letras. Todas se han expresado reiteradamente, con variados fundamentos, sobre el rechazo al denominado «lenguaje inclusivo». Cierto es que el hablante medio no tiene fácil acceso a esas normas. Solo lo tienen a través de la escolarización, siempre y cuando los docentes las conozcan y las usen cabalmente. De ahí la importancia de la medida tomada. Es inaceptable que la escuela, que tiene por función la transmisión de lo excelente de la cultura, permita estas deformaciones que implican, además, una confusión de ámbitos, introduciendo en el aula registros del habla que corresponden a la calle, a grupos o a modas pasajeras.
Finalmente, haremos hincapié en el orden pedagógico. Los niños y adolescentes están adquiriendo no solo el buen uso de la lengua, sino también están recibiendo de sus docentes los fundamentos en los que se basa cada idioma. No es posible que se los sumerja en un lenguaje lleno de signos extraños al alfabeto, que no tiene normas claras ni siquiera para quienes pretenden utilizarlo. Con ello se crean confusiones innecesarias y deformantes.
Del ridículo no se vuelve. Y muchos adultos ya han caído en él.
Sumado a esto, sirvan como ejemplo los magros resultados de las evaluaciones de los últimos años en lectura, comprensión y expresión oral y escrita.
Y, en esto, nadie puede hacerse el distraído.
Respecto de lo expresado, es necesario que se dirijan las miradas hacia la formación docente en la que hace tiempo ya que la gramática ha dejado de ocupar el lugar fundamental que debiera tener. Así estamos.
Es lamentable que las autoridades nacionales del área habiliten o defiendan la deformación del idioma en nombre de consideraciones ajenas a lo académico.
Por eso, el mensaje final va dirigido a los responsables del ámbito educativo no solo de la Ciudad, sino de todo el país. El paso que acaba de darse en CABA es importante, aunque no suficiente.
Es fundamental que sigamos trabajando para mejorar la calidad de la educación de los argentinos.
Pedro Luis Barcia - María Sáenz Quesada - Luis Alberto Romero - Diana Cohen Agrest
Gustavo Zorzoli (ex Rector del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Escuela Normal Superior N: 1)
Eduardo Lázzari - José Emilio Burucúa - Jorge Norberto Butera, ex Rector del Normal Mariano Acosta
Alicia María Zorrilla - presidente de la Academia Argentina de Letras
Héctor C. Sauret, rector de la Universidad de Concepción del Uruguay
Norma Sbarbati Nudelman, pta Comisión de Educación. Academia Nac. de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
Ana María Ravaglia - ex subsec. de Educación de Capital, asesora de la comisión de Educación del Senado
Alfredo Vítolo, secretario de Asociación Civil Profesores Republicanos
Guillermo Mitzraji - Presidente Asociación Civil Profesores Republicanos
Liana Pividori, docentes por la Calidad Educativa
Ana Lucía Frega, especialista en Educación Musical, miembro de la Academia Nac de Educación
María Inés Vallarino, ex Rectora Escuela Normal N° 5
Félix Lonigro, constitucionalista
Oscar Andrés de Masi, arqueógrafo
Antonio Raúl de los Santos, profesor de la Facultad de Medicina de la UBA
Nina Tau, ex profesora de Historia del Arte en los Institutos de Bellas Artes
Rubén Miguel Pappacena, ex Perito Anticorrupción CSJN
Ricardo Antonio Romano, maestro normal nacional
Eugenio Armando Commenge, agrimensor
Gustavo Gagna, doctor en Veterinaria y profesor de Biología
Pablo Yurman, profesor Universidad de Rosario
Claudio Chaves, historiador
Beatriz Della Ragione.- Médica Pediatra
Julián Schvindlerman, profesor Universidad de Palermo
Graciela Róvere, Economista, UBA, PR
Jorge Luque, ex Rector Fundador de la NEA (Nueva Escuela Argentina)
Daniel Altamiranda.- Profesor de Literatura Inglesa y de Literatura estadounidense, UCA
Analia Olga Molteni - Cardióloga - Periodista en Salud -Santa Rosa - La Pampa
William Denis Grant - Profesor de Inglés
Eva Foppoli, Profesora en Ciencias de la Educación, ex Supervisora de Nivel Primario CABA
Marcela Pirovani, bibliotecaria - Raúl Viglizzo, Profesor en Letras
Estela Emanueli- Docente - Anita Bottasso.- Profesora de Inglés
Gloria Tassara. Psicóloga y Profesora, ex Vicerrectora Escuela Normal N° 3
Mercedes Couto, Docente - Delia Ferradas. Profesora en Letras
Roberto Rivara. Profesor en Letras - Jorge Cohen - Luis Leiva Fernández
Julián Schvindlerman, profesor Universidad de Palermo.
Graciela Róvere, economista, UBA, PR - Alicia Vicente, trad pub, exdocente UBA, miembro de PR
Enrique A. Bour, UBA, PR - Sergio R. Borisonik - Sergio P. Suárez, abogado y docente
Eduardo Barreira Delfino - Marta Nercellas. Abogada penalista
Juan Martin Odriozola, abogado, prof. UBA, P.R.
Liuba Lencova Besheva, abogada, traductora pública
Carlos Ernesto Rossi. Docente - Sandra Lavigne. Profesora de Inglés
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