En medio de su habitual conferencia de prensa matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le ofreció un avión presidencial a Alberto Fernández, aunque aclaró que el costo excede por mucho al presupuesto previsto por el Gobierno Argentino.
“Es como el avión presidencial. Ya se agotó la capacidad de tiempo, de vida útil, del avión presidencial de Argentina. Entonces les mandamos a decir ‘ahí está, llévense el avión nuestro’. Además, es un gobierno amigo”, dijo AMLO a casi media hora de comenzar su conferencia, en la que anunció que mantendrá el subsidio a los combustibles en su país.
“Pero el avión nuestro tiene un avalúo de USD 110 millones y ellos se reservaron USD 30 millones. Todavía no lo descartamos que puedan dar los 30 y en plazos paguen después el resto”, completó el presidente mexicano, a sabiendas de que Alberto Fernández lleva a cabo sus viajes internaciones en vuelos chárter de Aerolíneas Argentinas.
La aeronave en cuestión es el TP-01 Boeing 787-8 “José María Morelos y Pavón”. El pasado marzo, el mandatario mexicano había anunciado que el avión presidencial, adquirido durante le mandato de Felipe Calderón y utilizado especialmente durante los seis años de mandato de Enrique Peña Nieto, sería entregado a la empresa Olmeca Maya Mexica. La misma operará el Tren Maya y los Aeropuertos de Tulum, Chetumal, Palenque y el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA). Sin embargo, agregó que no hay posibilidad de usarlo para vuelos comerciales.
Tiene capacidad para 80 pasajeros y varios lujos: sala de reuniones, despacho privado, una cama king size e internet de alta velocidad. “Lo ideal era venderlo, pero no hay quien lo compre porque es muy extravagante, muy lujoso, y tampoco lo podemos rematar”, había expresado AMLO en otra oportunidad.
Por su parte, Alberto Fernández acudió a la Cumbre de las Américas después de una larga negociación diplomática, que incluyó a Joseph Biden, Andrés Manuel López Obrador y Nicolás Maduro. El Presidente se resistía a participar de un foro regional sin la presencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela y, a partir de esa posición pública, se disparó una intensa secuencia de conversaciones secretas que conectó Washington, La Habana, Caracas, Ciudad de México y Buenos Aires.
Al final, por la recomendación de AMLO, el elogio público de Maduro y la conversación con Biden -que lo invitó a la Casa Blanca en julio- el Presidente decidió viajar a Los Ángeles e integrar la Cumbre de las Américas. “Mi intención es llevar la voz de Latinoamérica y el Caribe a la Cumbre”, aseguró Fernández a Infobae, en su llegada suelo norteamericano. Y agregó: “Yo vengo a reclamar una verdadera integración sin exclusiones”.
En el inicio de su agenda, Fernández mantuvo una reunión con el titular de General Motors Internacional, Shilpan Amin, quien le anunció que la empresa automotriz comenzará a producir la SUV Chevrolet Tracker en su planta del Complejo Automotor de Alvear, en la Provincia de Santa Fe, lo que demandará una inversión directa de 350 millones de dólares para el mes de julio. El objetivo de la compañía, según comunicaron, es exportar el nuevo vehículo a países de Latinoamérica, principalmente a Brasil y Colombia, adonde destinará el 80% de la producción que incorporó la tecnología de manufactura 4.0.
Luego, el presidente Fernández y la primera dama se trasladaron al Microsoft Theater, donde fueron recibidos por los Biden y participaron de la ceremonia de apertura del evento internacional, cuyo lema es “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”.
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