Unidad. Ese fue el lema que la UCR intentó enviar durante las elecciones de la Convención de La Plata, no sólo para dentro del partido, sino también para sus socios de Juntos por el Cambio. Por el contrario, un grupo de boinas blancas intentaron eludir en el comunicado oficial la permanencia en la coalición opositora apoyados por Facundo Manes, hoy el presidenciable mejor posicionado en el espacio centenario y ferviente enemigo del PRO. ¿Y el resto de los candidatos? Gerardo Morales olvidó -o decidió- no mencionar a Alfredo Cornejo entre los postulantes y prefirió subir al podio a Gustavo Valdés, el gobernador reelegido el año pasado con más del 70% de votos en Corrientes.
Cuando Morales subió a Facundo Manes al escenario durante su discurso de cierre de la Convención, entre risas y mientras abrazaba al neurólogo, confesó: “Se preocupan mucho cuando nos sacamos fotos juntos”. A los pocos días volvió a tomar fuerza el rumor que se instaló desde la renuncia del ministro de Gobierno y Justicia de Jujuy, Agustín Perassi, sobre la posible reforma constitucional que le permita la reelección provincial.
Más allá de la desmentida categórica desde el entorno de Morales sobre sus supuestas intenciones de quedarse en Jujuy, la figura novedosa de Manes envalentona e ilusiona a un sector de la UCR con la posibilidad de encolumnar a todo el partido detrás de la figura del neurólogo para el 2023. Sin embargo, un histórico dirigente de la UCR -que sostiene que las fórmulas de Juntos por el Cambio deben ser “mezcladas” entre los partidos- advirtió en diálogo con Infobae: “Ninguna de nuestras figuras está al nivel de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta”.
“Una cosa es encarar una elección legislativa como lo hicimos en el 2021, con figuras y el PRO incluido en varias provincias, y otra es encabezar una lista de presidenciables. No es lo mismo”, aseguró en referencia a las pretensiones de Manes de llegar a la Casa Rosada. Su comparación se debe a las PASO del año pasado en la que el neurólogo se enfrentó con Diego Santilli. Si bien ganó el ex vicejefe de Gobierno porteño, la UCR sumó votos en sus filas y, en su mayoría, consideran que se debió al lanzamiento del médico a la política.
Por otro lado, el mismo dirigente radical mantiene una hipótesis: el año que viene también se eligen diputados y senadores que terminarán condicionando el encabezado de la fórmula presidencial.
¿Peligra la sociedad con el PRO?
El documento final que la UCR aprobó en La Plata llamó a “mantener unidad y mejorar la coalición Juntos por el Cambio”. Sin embargo, un grupo de convencionales se opuso a esa idea y, según le confirmaron a Infobae, horas antes habían acordado con los hermanos Manes no mencionar la pertenencia a la coalición.
Es que el reclamo de divorciarse del PRO crece en la UCR desde el 2019 y se acrecentó con la posibilidad de incorporar al liberalismo. Es más, algunos apuestan a que en la próxima Convención finalmente decidan plantear nuevas alianzas para el 2023. Pero en este punto tampoco hay acuerdo.
“Una buena parte del radicalismo no va a acompañar separarse del PRO porque vamos a pagar un costo muy alto. No hay que olvidarse que cuando fuimos con el sello UCR y Ernesto Sanz sacó 3%. Desde ese entonces no se encamina ningún candidato”, analizó un radical defensor de la sociedad con el partido amarillo.
Pese a la resistencia, Facundo Manes refuerza su liderazgo con su hermano al frente de la Mesa de la Convención. Entre los radicales se pelean por colgarse la medalla sobre quién lo convenció a “Dar el paso” en la política y se abrazan a la esperanza que les brinda el recibimiento que tiene el neurólogo tiene en los barrios que visitan. Hasta denuncian que las encuestas se niegan a sumarlo en las mediciones porque, según consideran, el nivel de imagen positiva asusta a sus adversarios.
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