El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) condenó las declaraciones del diputado Javier Milei en apoyo a la venta de órganos, al considerar que dicha actividad “está expresamente prohibida por la legislación” y que la donación se basa “en una decisión solidaria, por lo que no puede existir ninguna contraprestación a cambio”. En la misma línea se manifestó la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), desde donde expresaron que la propuesta del economista libertario “es inviable”.
Además de cuestionar la propuesta del economista libertario, desde el Incucai advirtieron que qua posibilidad de la compra venta y de poner precio a un órgano o a una parte del cuerpo “transforma al ser humano de sujeto en objeto y vulnera los derechos humanos y la dignidad humana”. De concretarse la propuesta de Milei “se vulneraría el principio de justicia como equidad, y consagraría las condiciones de inequidad ya que el supuesto “vendedor” lo haría por necesidad y el “comprador” lo haría por sus posibilidades económicas”, agrega el comunicado citado por Télam.
“En nuestro país solo está permitida la donación de órganos en vida para los mayores de 18 años en caso de parientes consanguíneos o por adopción hasta el cuarto grado, cónyuges, o personas que mantengan una unión convivencial”, destacó el organismo presidido por el doctor Carlos Soratti.
De concretarse la propuesta de Milei, el Incucai advirtió que “se vulneraría el principio de justicia como equidad, y consagraría las condiciones de inequidad ya que el supuesto ‘vendedor’ lo haría por necesidad y el ‘comprador’ lo haría por sus posibilidades económicas”.
El Incucai, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación que conduce Carla Vizzotti, detalló también que las políticas sanitarias, a través del sistema de donación y trasplante, “garantizan la equidad en el acceso al trasplante para toda persona que lo necesite, independientemente de su condición social o económica”.
“La gratuidad es condición esencial para asegurar la transparencia del sistema y garantizar equidad con base en principios de justicia distributiva”, concluyó el Incucai.
En la misma línea se manifestó la SATI. Mediante un comunicado de prensa firmado por el doctor Guillermo Chiappero, titular de la entidad, aseguraron que “el comercio de órganos y tejidos en la República Argentina es inviable”. Además, remarcaron: “El acto de donación tiene características propias desde el punto de vista del derecho: es personalísimo, esencialmente revocable y gratuito, e incluye 2 valores propios: ser altruista y solidario”.
Las autoridades del Incucai y la SATI reaccionaron así al debate que el diputado Milei protagonizó este jueves con el periodista Jorge Lanata, quien se sometió a un trasplante de riñón en 2015. Durante la entrevista para radio Mitre, el legislador nacional por La Libertad Avanza avaló la venta de órganos y dijo que se trata de “un mercado más”.
“El problema es: ¿por qué todo lo tiene que estar regulando el Estado? Hay estudios hechos en Estados Unidos que demuestran que si vos dejaras esos mercados libres, funcionarían muchísimo mejor y tendrían menos problemas. Es una decisión de cada uno”, argumentó el economista libertario, durante la entrevista concedida a radio Mitre. A lo que agregó: “Mi primera propiedad es mi cuerpo. ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo? ¿Acaso el Estado no dispone de mi cuerpo, cuando en realidad me roba más del 50% de lo que genero? O sea, hay un doble standard: para que el Estado me esclavice, entonces sí, pero si yo quiero disponer de una parte de mi cuerpo por el motivo que fuera, ¿Cuál es el problema?”.
Lanata, por su parte, dio su punto de vista y opinó que “el problema de la discusión de los órganos me parece que no está en el hecho de la disponibilidad de la persona, sino que está en el hecho de tasar en dinero algo que es irremplazable”.
La conversación entre Milei y Lanata ocurrió días después del acalorado ida y vuelta que mantuvieron el diputado libertario y el dirigente social Juan Grabois, durante el cual expresaron sus distintas posturas respecto a la comercialización de órganos. Mientras que el segundo la calificó como “una inmoralidad y una monstruosidad”, el funcionario replicó: “Ese es el error. Porque decís que el tipo decida sobre su cuerpo, si quiere utilizarlo para financiar algo, para dárselo a los hijos. Y en el fondo, cuando tenés un Estado que te saca el 50%, como que te hubiera cortado la mitad del cuerpo, es muchísimo peor. Lo que pasa es que se hace con una pátina distinta, pero el resultado final es muchísimo peor porque no te sacó la pierna, te sacó la pierna, te sacó el brazo, te sacó la mitad de los órganos lo único que hizo fue ser eficiente en cómo robarte, para que tenga una pátina distinta”.
Con información de Télam.
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