Andrés Rodríguez fue reelegido al frente de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN): se impuso en las elecciones realizadas hace 24 horas en las seccionales de todo el país y en las que participó el 74% del padrón de 300.000 trabajadores.
“Vamos a seguir batallando en dos aspectos clave: profundizar la mejora de la paritaria para modernizarla y estar a la vanguardia de las discusiones salariales y de carrera, y apuntar al crecimiento de la obra social”, dijo Rodríguez a Infobae poco después de confirmarse los números de la elección, donde se presentó liderando la única lista a nivel nacional.
El dirigente, que se mantiene en su puesto desde 1990, había logrado cerrar antes de su reelección un aumento salarial del 60% en cinco cuotas hasta marzo, con una instancia de revisión en octubre. “Fue muy importante que hayamos cerrado la paritaria en un contexto de inestabilidad muy grande y con un compromiso de revisión si la inflación altera los guarismos”, afirmó.
Rodríguez es secretario adjunto de la Confederación General del Trabajo (CGT) y uno de los representantes del sector independiente junto con Gerardo Martínez, líder de la UOCRA, y José Luis Lingeri, titular de Obras Sanitarias, que manejan la central obrera con “los Gordos” (como Héctor Daer, de Sanidad) y el barrionuevismo (Carlos Acuña, de estaciones de servicio).
En los años 80, el sindicalista integraba con Martínez y Lingeri el trío de “jóvenes brillantes”, como se los llamaba, alineados con el jefe de la CGT Saúl Ubaldini. En esa época, los tres se perfilaban como el recambio de los líderes de sus sindicatos como Miguel Candore, en UPCN; Alejo Farías en la UOCRA y Rubén Pereyra en Obras Sanitarias, y ascendieron a comienzos de los 90.
Rodríguez es uno de los dirigentes que apoya a Alberto Fernández, aunque mantiene una buena relación con el kirchnerismo y critica la pelea en el Frente de Todos: “Cada uno tiene derecho a tener su pensamiento, pero en un partido oficialista con función de gobierno no puede haber tantas disidencias tan contrapuestas”, afirmó en declaraciones periodísticas.
En un acto de UPCN realizado a fines de abril en Paraná, Entre Ríos, el dirigente destacó la necesidad de “un gobierno peronista en serio” y se quejó de que “nadie escucha a la gente, se hace oídos sordos”. Y sostuvo: “Defendemos la institucionalidad de la Argentina, no queremos una crisis porque los que pagan son los trabajadores y los sectores más humildes”.
Aun así, el líder reelegido de los estatales dio señales en marzo pasado de apoyar algunas iniciativas del Gobierno: por un lado, dijo que “si es voluntaria, la suba de la edad jubilatoria no es mala idea” y, por otro, consideró que “es tolerable el aumento de tarifas si crecen los salarios”. En esas mismas declaraciones, de todas formas, fue lapidario contra oficialistas y opositores: “El gran problema que tenemos es la falta de liderazgo político, tanto en la oposición como en el oficialismo. En este momento se requiere un liderazgo y una homogeneidad de pensamiento político, y esto es lo que está fallando”.
Hoy, Rodríguez mantiene su apoyo al Gobierno, pero es uno de los dirigentes que sostiene una postura crítica por la suba de la inflación y la falta de soluciones a la crisis de las obras sociales. En marzo de 2020, poco antes de la pandemia, respondió en una entrevista con Infobae sobre la posibilidad de cortocircuitos entre la CGT y el Presidente si terminaba eligiendo un camino que no daba resultados positivos: “Esperemos que no, pero indudablemente puede suceder. Representamos a los trabajadores y si la gente nos exige que tomemos cartas en el asunto para ver qué soluciones efectivas encontramos a la problemática del salario y del trabajo, tendremos que cumplir con esa premisa”. La frase, dos años después, tiene más vigencia que nunca.
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