El Concejo Deliberante de Tigre aprobó la rendición de cuentas de los resultados económicos y financieros del ejercicio municipal del año pasado a través de una votación que no estuvo exenta de polémicas. Sucede que el concejal del PRO y ex diputado nacional Nicolás Massot denunció que sus compañeros de bancada realizaron un acuerdo con el intendente local, lo que agita las aguas en un momento sensible de la interna bonaerense en Juntos por el Cambio.
El oficialismo, que defiende la gestión de Julio Zamora, logró 14 votos a favor: 3 propios y 11 correspondientes al PRO. Hubo además 8 abstenciones (Frente Renovador), un voto en contra y un ausente.
Massot, el único representante del PRO que votó en contra, argumentó su rechazo: “Nos mandaron las planillas sin respaldo en el sistema, hay un abuso de la figura de licitación privada en varios rubros y, consecuentemente, una alta concentración de adjudicación a proveedores y una imposibilidad de determinar las partidas de los contratos tercerizados con licitación vencida y recurrentemente prorrogada”. El ex diputado nacional dijo además que hay una ejecución intencional de partidas con asignación específica para constituir plazos fijos y asignar direccionalmente los intereses.
Sin embargo, lo que más ruido hizo fue la jugada política que posibilitó la aprobación de la Rendición de Cuentas, con el voto positivo del actor Segundo Cernadas, que compitió en 2019 por la Intendencia y aspira a hacerlo nuevamente el año que viene.
Semanas atrás, Massot y otros “halcones” del PRO habían expuesto un supuesto “pacto de gobernabilidad” entre Zamora, Cernadas y otro referente del distrito, Diego Santilli. En aquel momento, los protagonistas de una reunión que se habría realizado en la casa del actor negaron la jugada, pero la votación de este lunes vuelve a generar sospechas en el armado opositor, principalmente en el ala dura integrada por otros referentes que están en carrera para las elecciones del 2023, entre ellos Cristian Ritondo, Patricia Bullrich y el ex presidente Mauricio Macri.
Zamora está enfrentado con Sergio Massa y con Malena Galmarini. Por ese motivo está en una posición muy frágil en el Concejo Deliberante y necesita forjar acuerdos con la oposición. Hay algunos operadores locales que sospechan que el intendente logró una convivencia pacífica con la oposición hasta el final de su mandato a cambio de dejarle libre el camino a Cernadas para la competencia en 2023. Incluso hay quienes se imaginan al propio Zamora desembarcando como candidato a legislador de Juntos.
La semana pasada hubo otro acuerdo que provocó malestar en el el PRO. Joaquín de la Torre renunció a la vicepresidencia segunda del senado bonaerense luego de una sesión en la que se votó a Federico Thea, candidato del gobernador Axel Kicillof, como nuevo titular del Tribunal de Cuentas -un puesto vitalicio- y se aprobaron las designaciones de dirigentes del PRO y de la UCR en el directorio del Banco Provincia y en la Defensoría del Pueblo. A simple vista, una suerte de toma y daca muy tradicional en la política, pero se trata de una negociación con el kirchnerismo con nombramientos en cargos públicos de por medio, algo que a los “halcones” no les cayó para nada bien en este contexto.
Se concatenó con otro hecho que terminó con una fractura: Néstor Grindetti dejó el Consejo Provincial de Juntos luego de que Macri ordenara votar en contra de un acuerdo que había negociado el intendente de Lanús con el gobierno de Kicillof.