Alineado con el kirchnerismo, Felipe Solá criticó a Guzmán: “El ministerio de Economía parece una isla, se analiza todo pero no pasa nada”

El ex Canciller reclamó que el Gobierno tenga más acción y pragmatismo en el marco de la crisis económica a nivel local e internacional. “Hay que solucionar la carrera de obstáculos que significa vivir para muchos argentinos”

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El ex canciller Felipe Solá (EFE)
El ex canciller Felipe Solá (EFE)

Alejado del Gobierno tras su paso como Canciller, y en cada declaración pública, Felipe Solá suele manifestar sus diferencias con la gestión de Alberto Fernández. En las últimas horas, el experimentado dirigente peronista apuntó sus críticas al ministro de Economía, Martín Guzmán, al señalar que “el ministerio de Economía parece una isla, donde se analiza teóricamente todo, pero a la hora de la verdad no pasa nada”.

De esta forma, el ahora ex funcionario se sumó a la lista de dirigentes kirchneristas que presionan desde hace varios meses por la salida de Guzmán.

Este Gobierno no explica nada, en economía sobre todo”, afirmó Solá, y agregó: “Hay que solucionar la carrera de obstáculos que significa vivir para muchos argentinos de varias clases sociales; esa carrera tiene que ser menor y el gobierno es responsable de eso y de ser mucho más pragmático y de animarse a hacer las cosas”.

Por otro lado, y en diálogo con radio El Destape, el ex Canciller también cuestionó las propuestas electorales de dirigentes de la oposición, a las que calificó como “amenazas” de la derecha, y pidió que se explique “a la gente qué significarían en el corto plazo, porque son medidas para un país que no existe”.

El presidente Alberto Fernández, junto a los ministros Matías Kulfas y Martín Guzmán (Adrián Escandar)
El presidente Alberto Fernández, junto a los ministros Matías Kulfas y Martín Guzmán (Adrián Escandar)

En el marco de una interna cada día más expuesta en Casa Rosada, la presión sobre la figura de Guzmán cada día es más intensa. A los cuestionamientos de referentes kirchneristas como Máximo Kirchner o Andrés “Cuervo” Larroque y de sindicalistas como Pablo Moyano o Hugo Yasky, la semana pasada se sumó el pedido del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para que el gobierno implemente cambios en el impuesto a la ganancias.

Este pedido derivó en dos semanas de cortocircuitos dentro del Frente de Todos. Massa la manifestó su inquietud al ministro a través de dos cartas públicas, con copia al presidente. Finalmente, el pasado viernes se hizo el anuncio oficial: el nuevo piso del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, a partir del cual comienzan a tributar los trabajadores, será de $280.792. El anuncio lo hicieron el propio Massa y Guzmán.

Consultado sobre la discusión sobre los precios de los alimentos en el país y la posibilidad de aplicar retenciones a sectores del campo, Felipe Solá aseguró que es necesario “buscar un acuerdo con los productores de trigo”, pero advirtió que “si no hay ninguna posibilidad de acuerdo, hay obligación de una decisión urgente del gobierno que vaya más allá del fideicomiso que se está hablando”.

En esta línea, destacó la figura del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y la conformación de una mesa de crisis, una propuesta del ahora ex secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, como contracara de Guzmán.

“En la discusión sobre por qué (los productores) no liquidaban soja durante la pandemia, en el año 2020, y se necesitaban los dólares, las tesis de Martín eran absolutamente absurdas, no había pisado nunca un boliche de Pergamino; (Miguel Ángel) Pesce sí me entendía cuando le explicaba cómo mira el productor la cuestión”, enfatizó Solá.

Sobre el tema de las retenciones, el gobierno nacional sigue con la mirada puesta en la suba del gravamen, a pesar del férreo rechazo del sector agropecuario y la oposición. La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, hizo referencia a eso durante la conferencia de prensa de la semana pasada.

“Es una de las herramientas que tenemos, que se está utilizando en muchos países, pero no hay que dar batallas perdidas: si antes de enviar un proyecto al Congreso, la oposición hace un tractorazo o salen todos en coro a decir que se oponen y que eso no va a suceder, es una pérdida de tiempo tratar dar esa batalla en el lugar inadecuado si ya la oposición está diciendo que de ninguna manera la votaría y por lo tanto no tendríamos los votos para que salga”, reflexionó la funcionaria al ser consultada sobre el tema.

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