Alberto Fernández está redefiniendo la dirección de su gestión. Ese movimiento implica cómo y con quiénes gestionar en el tramo final de su Gobierno, atravesado por una interna con Cristina Kirchner que está lejos de terminar y que ha desgastado la estructura política del oficialismo.
La renuncia del Secretario de Comercio, Roberto Feletti, le ayudó a consolidar su plan de gobernar con los alineados. Por más de que el funcionario kirchnerista se fue en buenos términos, su salida se debió a una falta de alineamiento al programa económico del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Y en esta etapa del Gobierno, después de la profundización de la crisis interna y con el quiebre de la alianza cada vez más marcado, el Presidente está decidido a fortalecer un esquema de poder con el que pueda transitar el último tramo de su gestión. Ese esquema tiene una pata empresarial importante y necesaria.
Ese mismo contexto político es aplicable para el acto que tuvo lugar ayer en el Museo del Bicentenario en el que el Presidente anunció el Régimen de Acceso a Divisas para Producción Incremental de Hidrocarburos que, según indicaron en la Casa Rosada, fomentará la generación de inversiones y el incremento de la producción de ese sector en la Argentina.
En ese acto estuvieron presentes un puñado de importantes empresarios. Lo hicieron sabiendo de antemano que, en clave política, el evento significaba un respaldo a Martín Guzmán y a su plan de acción. Por eso resaltó la presencia del CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, uno de los empresarios más importantes y poderos del país.
En esa misma mesa estuvieron el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja y destacados empresarios como Juan Martín Bulgheroni (Pan American Energy), Hugo Eurnekian (CGC), Javier Rielo (Total Energies), Eric Dunning (Chevron), Nidia Álvarez (Equinor Argentina), Gustavo Mariani (Pampa Energía) Germán Macchi (Pluspetrol), Julio Ledesma (Shell), Pablo Vera Pinto (Vista) y Daniel De Nigris (Exxon).
La de Rocca fue una presencia que sobresalió porque en general suele enviar a segundas o terceras líneas a los actos de Gobierno. El empresario fue muy cuestionado por Alberto Fernández durante la pandemia. El 30 de marzo del 2020, cuando el COVID-19 recién comenzaba a instalarse en el país, Techint anunció el despido de 1.450 empleados.
En ese momento, el Presidente lo cuestionó por la decisión. “Has ganado tanta plata en tu vida, tenés una fortuna que te pone entre los más millonarios del mundo; hermano, esta vez colaborá, y hacelo con los que hicieron grande a tu empresa, con los trabajadores”, resaltó.
De todas formas, ese momento de tensión quedó atrás. Tal es así que antes de la gira por Europa el Presidente lo recibió en la Quinta de Olivos. Ayer Rocca apoyó la flexibilización para inversiones energéticas. Su sola presencia fue un espaldarazo para Guzmán y, en consecuencia, para Fernández.
A diferencia de lo que sucedió en el acto de la UOCRA, donde el jefe de Estado sufrió un claro vacío de poder de parte de distintos sectores del peronismo, en el acto que tuvo lugar en el Museo del Bicentenario, los principales empresarios del país pusieron la cara para un anuncio de gobierno importante.
Fernández mantiene firme la idea de empoderar a Guzmán y lo hace a través de hechos concretos. El anuncio de este martes es uno de esos, ya que la medida había sido anticipada por el ministro, que tiene como objetivo aumentar la disponibilidad de dólares en Argentina y la capacidad de exportación.
Fue una medida compleja que el ministro de Economía tuvo que trabajar con las empresas, la Secretaría de Energía y el Banco Central. Por eso el anuncio, en un marco con figuras importantes del área empresarial, también resultó ser un sostén para la hoja de ruta trazada por Guzmán.
Fernández sigue adelante con su gestión tomando cada vez más distancia del kirchnerismo. Durante los últimos días la interna peronista está en un parate. El Presidente intenta robustecer su gestión sin Cristina Kirchner y lo hace dándole volumen al plan económico de Guzmán. Ese es el camino a seguir.
La clave de la hoja de ruta es que la inflación comience a bajar lentamente en los próximos tres meses. Mientras tanto, buscar regar de anuncios la gestión y exprimir la agenda internacional. Por ejemplo su presencia en la cumbre del G7 que se realizará en Alemania y a la que fue invitado por el canciller Olaf Scholz.
Es decir, concentrarse en la gestión lo máximo posible y calmar el clima tenso que mantiene activo la discusión con el kirchnerismo. Fernández necesita pacificar su gobierno y recuperar el poder perdido después de largos y desgastantes meses de crisis peronista.
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