El Frente de Todos es una coalición conformada por el kirchnerismo, el albertismo y el massismo. Entre esos tres sectores se repartieron los diferentes sectores del gobierno. Pero lo que sucederá en los próximos días muy pocas veces se ha visto en la administración pública.
Este loteo quedará mucho más expuesto esta semana cuando en el Senado de la Nación comience a debatirse los pliegos para el nombramiento de tres embajadores de la Argentina en países de la región. El Gobierno nombrará a Pablo Vilas como embajador en Honduras, a Oscar Laborde en Venezuela y a Gabriel Fucks en Ecuador.
Según confiaron fuentes parlamentarias, el viernes pasado entraron a la Cámara alta los pliegos de Vilas y Laborde -el de Fucks ya estaba- y de esa manera comenzará a darse tratamiento para nombrar a los representantes en esos países con los que la Argentina tiene una relación cargada de idas y vueltas.
Pero el caso más llamativo es el de Vilas, un hombre de La Cámpora y del Instituto Patria que tiene la particularidad de que será el embajador de un país del que ya tiene la nacionalidad. “No es muy común que se nombre como embajador a alguien que tiene la nacionalidad del país al que va a ir. Esto tiene que ver más con La Cámpora y con Cristina Kirchner que con algo relacionado con las buenas prácticas de la diplomacia”, explicó un vocero parlamentario a Infobae.
Vilas es nacido en Honduras en momentos en que su padre, Carlos Vilas, un militante de Montoneros que participó de la revolución sandinista, se encontraba exiliado en ese país, por lo que cuenta con la nacionalidad argentina y hondureña. En la militancia local, ingresó a La Cámpora de la mano del hoy secretario general de la organización, Andrés “Cuervo” Larroque, y en los años en los que Cristina Kirchner ocupó el Sillón de Rivadavia fue el encargado de la política exterior del Instituto Patria, lo que lo llevó a un acercamiento con la actual Vicepresidenta de la Nación.
Tanto es así que Vilas viajó junto a Cristina Kirchner a Honduras para participar de los actos de asunción de Xiomara Castro, la actual presidenta del país centroamericano y de estrecha confianza con la titular del Senado de la Nación.
Esa rareza que presenta Vilas -que hoy es legislador del Parlasur- de tener la nacionalidad del país al que irá como representante argentino promete ser el tema central de discusión con la oposición en el Senado. Pero fuentes parlamentarias de Unidad Ciudadana adelantaron: “Más allá de lo que digan, tenemos el número”.
Alberto Fernández, que tenía el pedido de La Cámpora por Vilas, quería enviarlo a Ecuador, pero el gobierno de Lenin Moreno, más cercano a Juntos por el Cambio que al Frente de Todos, lo rechazó. Esa negativa sirvió para que sea la Casa Rosada quien designe a uno “propio” en ese país -Fucks- pero, como el empuje de La Cámpora por Vilas se mantuvo constante, el “albertismo” hizo un “uno por uno” y entregó la residencia en Tegucigalpa, la capital de Honduras, por la residencia en Caracas, Venezuela, otro país en donde las relaciones son “complejas”.
En la tierra de Hugo Chavez y Nicolás Maduro el Gobierno propuso el pliego de Oscar Laborde, un kirchnerista y miembro del Parlasur, pero que tiene un fuerte arraigo y pasado en el Partido Comunista.
Este hombre, fundador del Frente Grande en los 90, es el elegido por la Casa Rosada para relanzar las relaciones con Nicolás Maduro y cuenta con el visto bueno de la Casa Blanca en medio de un cambio en la política internacional de los Estados Unidos con el país centroamericano en lo que parece ser la pelea global por la energía.
Venezuela cuenta con capacidad ociosa para la producción de energía, algo que va a necesitar Europa si finalmente rompe la dependencia del gas y el petróleo ruso como intenta hacer desde que comenzó la invasión a Ucrania. En ese escenario, Laborde cumpliría el rol que busca la Casa Blanca que es el acompañamiento de los países de la región en la decisión de que el país caribeño vuelva a ser un jugador global en el tablero de la energía.
Según creen en la Casa Rosada, el actual legislador del Parlasur cumple con todos los requisitos para ese puesto: es un hombre ponderado por el kirchnerismo, sabe de inteligencia por sus años de dirigente del PC, comprende el rol de China, Rusia y el “modo” de Maduro y, principalmente, entiende las necesidades de Washington y de la Argentina respecto del gobierno de los Estados Unidos.
SEGUIR LEYENDO: