En la provincia de Buenos Aires conviven 78 programas sociales destinados a asistir a los sectores más vulnerables. Son administrados por cinco ministerios. Están agrupados bajo la clasificación de Promoción y Asistencia Social. El año pasado tuvieron una ejecución presupuestaria record: $94.682 millones, un 119,5% respecto a los $43.128 millones de 2020.
El incremento duplica largamente la inflación de 50,9% que se registró en el país en 2021. La inversión que realizó Axel Kicillof para contener la compleja situación social de la provincia estuvo marcada por las consecuencias económicas derivada de la pandemia del COVID-19 y las políticas de aislamiento y de parálisis económica. También por los alarmantes niveles de pobreza e indigencia que cruzan al país, pero, sobre todo, a los grandes conglomerados urbanos, como en el Gran Buenos Aires. En esos municipios, la pobreza en 2021, según los datos del INDEC, alcanzó el 42,3%, contra una media nacional del 37,3%.
Los principales Programas Sociales
Los millonarios giros de partidas presupuestarias fueron destinadas a los 78 programas de asistencia social que dependen de cinco ministerios: Desarrollo de la Comunidad (44); Trabajo (5); Justicia y Derechos Humanos (3); Salud (18) y Mujer, Políticas de Género y Diversidad Sexual (8). Cada uno de esto programas están descriptos en la “Guía de Programas Sociales” de la provincia de Buenos Aires.
El programa al que la administración provincial le destinó más dinero fue el Servicio Alimentario Escolar (SAE): $55.521 millones. Ese plan creció casi un 500% entre 2019 y 2021. Fue uno de los servicios que debió adaptarse al contexto de pandemia y amplió la cobertura para universalizar los almuerzos, y mejorar la calidad alimentaria. En abril de 2022, el gobernador decidió institucionalizarlo y pasó a llamarse Programa MESA (Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria) bonaerense.
Según le explicaron a Infobae funcionarios a cargo de ese programa, “es la política alimentaria más importante de la provincia y alcanza a más de 2 millones de niños y niñas” que asisten a las escuelas públicas.
La fabulosa inversión en alimentos para los jóvenes en edad escolar está basada en el diagnóstico realizado por los funcionarios del ministerio de Desarrollo de la Comunidad, a cargo de Andrés “Cuervo” Larroque.
“En la provincia de Buenos Aires existe un segmento de la población en situación de riesgo y vulnerabilidad social, como así también con necesidades nutricionales insatisfechas. Gran parte de este segmento son niñas, niños y adolescentes que asisten a instituciones educativas de gestión pública estatal, en los tres niveles de enseñanza obligatoria, que necesitan del acompañamiento y presencia del Estado para poder solucionar dichas carencias y así poder garantizar su acceso a alimentos saludables y nutritivos, brindando un marco de equidad e igualdad para su aprendizaje y crecimiento”, se lee en la guía de programas sociales.
Con 44 programas a su cargo, Larroque es el que mayor presupuesto destinó para atender, según las palabras de un colaborador de Kicillof, “la compleja situación social de la provincia”.
Es el ministro de mayor perfil del gabinete de Kicillof. Referente de la organización política La Cámpora, que tiene como líder al diputado nacional Máximo Kirchner, es una espada de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
El pasado 3 de mayo, y en medio de las tensiones internas dentro del Frente de Todos, Larroque disparó: “Nosotros constituimos esta fuerza, lo convocamos a Alberto (Fernández) y ganamos las elecciones, tampoco es que Alberto se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz, eso sería incorrecto. El Gobierno es nuestro”.
A las palabras no se las llevó el viento. Rápido de reflejos, Aníbal Fernández, el ministro de Seguridad de la Nación, respondió: “Al Presidente no lo van a apretar con declaraciones estúpidas”, dijo sin medias tintas.
Frases aparte, el funcionario más kirchnerista de Kicillof está a cargo de los programas sociales más sensibles de la administración bonaerense. Además del Servicio Alimentario Escolar (SAE), se destacan: Atención Alimentaria en la Emergencia, $6.355,5; Asistencia Crítica en la Emergencia, $4.305,2 millones. Unidades de Desarrollo Infantil (UDI) y Vaso de Leche, $3.097,6 millones; programa Envión, $2.232,5 millones; programa Niñez, $1.217,6 millones; Cuidado y Promoción de Personas con Discapacidad, $466,4 millones; Fortalecimiento Alimentario a Espacios Comunitarios, $455,4 millones; Deportes, $389,5 millones; Apoyo y Capacitación para la Reinserción Laboral, $320,1 millones; Protección Alimentaria - Requerimientos Nutricionales Especiales-, $318,3 millones; y Políticas para las Juventudes, $311,4 millones.
El listado es mucho más amplio y contiene programas como Barrios Bonaerenses, Emergencia Habitacional, Programa de Regularización Dominial y el Registro público Provincial de Villas y Asentamientos Precarios de la Provincia de Buenos Aires, entre otros, que también dependen de Larroque.
El ministro de Desarrollo de la Comunidad utilizó alguno de estos -entre otros- para descomprimir situaciones de extrema conflictividad en las múltiples tomas de tierras, como lo fue en Guernica, que derivó en un desalojo violento por orden judicial y encabezado por el ministro de Seguridad, Sergio Berni; o el de el ex Club de Planeadores, en la ciudad platense de Los Hornos, lugar dónde se evitó el desalojo y se prometió la urbanización de parte de las 163 hectáreas usurpadas en 2020.
El segundo ministerio con más programas asistenciales (18) es Salud, a cargo de Nicolás Kreplak, el reemplazante del actual diputado Daniel Gollan. Uno de ellos es el Programa para el cuidado de personas con celiaquía. El sistema que se utiliza en este caso es similar al de la Tarjeta Alimentar. A los beneficiarios se le entrega de una Tarjeta Magnética Recargable, emitida por el Banco de la Provincia de Buenos Aires, exclusivamente para la compra de alimentos.
El Programa REMEDIAR también está a cargo de Kreplak, pero tiene la particularidad que la fuente de financiamiento llega de Nación. En este caso la modalidad es que el ministerio de Salud, a cargo de Carla Vizzotti, envía botiquines a los Centros de Salud de los 135 municipios y las autoridades provinciales se encargan de realizar las tareas de gestión administrativa y seguimiento. Otro de los programas es para el control de tuberculosis y lepra. En este caso, el financiamiento es mixto.
El ministerio de Mujer, Políticas de Género y Diversidad Sexual, a cargo de Estela Elvira Díaz, tiene 8 programas a su cargo. Entre ellos, el Programa de abordaje integral ante femicidios, travesticidios y transfemicidios (Paif). El año pasado contó con un presupuesto de $10.000.000. Otro de los programas es el de “comunidades sin violencias y fortalecimiento de la gestión municipal”. Su presupuesto fue de 500.000.000 pesos.
El ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a cargo de Julio Alak, maneja tres programa. El de rescate y acompañamiento a víctimas damnificadas por el delito de trata; el de Centros de Acceso a la Justicia y el de Centro de Protección de los Derechos a las Víctimas.
Los beneficiarios de algunos de los 78 programas sociales bonaerenses no se contraponen o compiten con la asistencia que brinda el gobierno nacional como dos de los más importantes que administra el ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Juan Zabaleta: la Tarjeta Alimentar y el Potenciar Trabajo.
En 2021, la ejecución presupuestaria en Servicios Sociales, incluyendo a las Pensiones no Contributivas, ascendió a $1.346.314 millones (un billón trescientos cuarenta y seis mil trescientos catorce pesos). La enorme cifra representó un 59,1% más respecto a los $845.980 millones destinados en 2020.
El presupuesto en la totalidad de asistencia social que Kicillof destinó -y destina- como ayuda directa a los sectores más desprotegidos toma mayor envergadura si se recuerda que la legislatura bonaerense le aprobó al gobernador para el año 2021 de casi dos billones de pesos (exactamente $1.910.032.077.779). Es decir que más de la mitad fue utilizado, en palabras de los funcionarios del mandatario provincial, “para mitigar los efectos de la pandemia”. “Además de las múltiples medidas de apoyo extraordinario a la producción, el trabajo, a fortalecer el sistema de salud y a asistir financieramente a los 135 municipios, se reforzaron los programas sociales haciendo foco, de esa manera, en los sectores más vulnerables”, explicó.
Los mismos voceros del mandatario que dialogaron con este medio aseguran que “a partir de este año, el presupuesto pone el eje en la reconstrucción y la integración de la provincia de Buenos Aires, contemplando importantes inversiones para consolidar la reactivación económica y productiva maximizando la inclusión social”.
Para 2022, la ley de leyes prevé un gasto de 3.100 billones de pesos y una inversión en programas sociales similar a la del año pasado.