Las periodistas Lucía Salinas y Lourdes Marchese presentaron ayer en la Feria del Libro “Poderosos”, un escrito que narra la historia de 13 jueces argentinos, como radiografía para ilustrar la relación entre la justicia y la política en el país.
Las autoras dieron una conferencia de una hora y media en la Sala Pizarnik de la Feria, en la que ahondaron sobre detalles de la construcción del libro, los personajes que perfilaron, y compartieron con el público reflexiones sobre el Poder Judicial en Argentina.
La convocatoria fue a las 18.30, momento en el que las protagonistas se acercaron a uno de los auditorios del Pabellón Amarillo. Junto Salinas y Marchese estuvieron Miguel Wiñazki, filósofo y periodista, quien escribió la contratapa, y Sergio Farella, cronista especializado en temas judiciales, que moderó la conferencia con preguntas y comentarios.
“Nos interesaba conocer la vida en los juzgados, porque ahí hay mitos y realidades, para desandar cuánto de esas historias eran reales”, comentó Salinas respecto a qué motivó la escritura de este nuevo libro. Para Marchese contó que se trató de “un trabajo que nació en los pasillos de Comodoro Py” y que investigaron durante un año para concebir el texto. “Poderosos” se estructura en 13 capítulos y cada apartado describe el perfil profesional y personal de un juez o exjuez. La columnista del diario Clarín explicó que “es una metodología de trabajo que consiste en contar historias, para así meterse en la relación entre la política y la justicia”.
Este libro, publicado por editorial Galerna, fue el tercero consecutivo y en coautoría de Salinas y Marchese, que llega luego de Arrepentidos (2020) y Prisioneros (2021). “Primero pensamos en hablar de Arrepentidos, cuando surgió la Causa cuadernos, y hablamos de arrepentimientos en toda la historia argentina”, detalló Marchese y continuó: “Luego vino Prisioneros, para meternos dentro de la cárcel. Y ahora los jueces, los poderosos que imparten justicia, que indagaron a esos arrepentidos y ordenaron la prisión para los condenados”.
Si bien las autoras cuentan con vasta trayectoria en el periodismo judicial, ambas tienen estilos distintos. Marchese, que además de periodista es abogada, contó que está más habituada a medios audiovisuales que al registro de la escritura. Sin embargo, dijo que su compañera la impulsó para poder escribir este tercer texto juntas. “Lucía es un torbellino. Va para adelante y te impulsa”, la elogió. “El trabajo del libro es en base a una convicción y amistad de muchos años”, le respondió Salinas.
La sala Pizarnik tiene capacidad para cerca de 100 personas y durante la presentación, el auditorio permaneció lleno. Además de lectores, dentro del público había funcionarios judiciales, periodistas y directivos de medios de comunicación que se acercaron para acompañar a las autoras. El formato planteado fue una conferencia moderada por Farella y que, al final, incluyó una interacción con el público.
Wiñazki fue el encargado de romper el hielo. El intelectual elogió a las autoras y consideró que “Poderosos” es un libro “necesario”. Además, consideró que “este libro es historia contemporánea, es una radiografía de la corrupción y de algunos heroísmos”. Así como sentenció en la contratapa, Wiñazki enfatizó que “Comodoro Py es el poder, y el poder es Comodoro Py”.
En otro tramo de la ponencia, el moderador interpeló a sus colegas respecto a qué hay en común entre los 13 jueces perfilado en el texto y Salinas respondió que “trazan una historia”, porque cada narración da cuenta también de la historiografía argentina en clave judicial. “No importa cuándo, siempre hay algún conflicto de interés a la hora de impartir justicia”, agregó Salinas y completó: “Todos tuvieron causas sensibles para el poder político y todos llegaron a su lugar con el padrinazgo del poder político”.
Una parte que no faltó fue la lectura que las periodistas tienen sobre la problemática del Poder Judicial en el país. Ambas conocen exhaustivamente el funcionamiento, los pasillos, así como los secretos de los tribunales argentinos en todas sus instancias, y esa propedéutica está reflejada en el libro. “Todos los gobiernos quisieron reformar el poder judicial y hoy con lo del Consejo de la Magistratura lo vemos”, argumentó Marchese. “Esa relación entre política y justicia, ese entrelazamiento, es lo que intentamos reflejar”, prosiguió.
Por su parte, la columnista del canal Todo Noticias piensa que “la relación entre política y justicia no debería existir, porque la Constitución Nacional ordena la separación de poderes”. Empero, Salinas explicó que eso en Argentina no se cumple y contó que en la escritura del libro describen cómo “la política y la justicia bailan el tango juntas”.
En tanto que Marchese coincidió con una fuente que colaboró en el libra, quien les explicó que lo que les da poder a los jueces “es que son inamovibles”, a diferencia de los políticos que cumplen su mandato y pasan. En relación con los debates sobre reformas judiciales, para Salinas es algo que “a los políticos no les interesa seriamente” y que la justicia “no quiere que nadie le indique lo que tiene que hacer”. En ese eje, Wiñazki jugó con el título del libro y sostuvo que como “dependemos de la decisión de los poderosos, y no son honestos, así nos va”.
El libro tiene una prosa que articula la rigurosidad del registro periodístico con ribetes propios del periodismo narrativo. Es un texto plagado de detalles de color acerca de las formas, el estilo, la mecánica y las conductas de cada uno de los jueces. “Poderosos” trata la historia desde magistrados como Romilda Servini de Cubría, Norberto Oyarbide y Eugenio Zaffaroni, hasta Rodolfo Canicoba Corral y Claudio Bonadío.
Al desandar los capítulos, las historias reflejan tan desopilantes como espurios. Y lo común es que tanto lo más hilarante y descabellado hasta lo más ruin y pecaminoso es real y fue protagonizado por representantes de la Justicia. Cada detalle, cada foja y cada textual que narra “Poderosos” exhibe el laberinto kafkiano que es Comodoro Py, edificio emblemático del Poder Judicial de Argentina, cuyos resquicios forman parte del libro.
Al finalizar la exposición, las escritoras se trasladaron al stand de Galerna, donde estuvieron cerca de media horas dedicando libros. Entre fotos y besos, Salinas con su mano izquierda y Marchese con la derecha, firmaron uno por uno los ejemplares de los lectores que se acercaron a saludarlas.
SEGUIR LEYENDO: