Tras un fallo de la Cámara de Apelaciones de General Roca que generó polémica, el Ejército Argentino podría verse obligado a entregarle un predio ubicado en la ciudad de Bariloche, provincia de Río Negro, a la comunidad mapuche Millalonco Ranquehue, que lo reclama como propio.
Para evitar esto, el organismo podría recurrir en los próximos días a la Corte Suprema de Justicia con el objetivo de dejar sin efecto la decisión de la jueza federal subrogante Silvina Domínguez, que establecía la transferencia inmediata de esos terrenos al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y, posteriormente, a quienes alegan ser sus dueños originales.
Se trata de un área de 180 hectáreas situada a 12 kilómetros de Bariloche y que desde 1937 pertenece al Estado Nacional, pero que es reivindicada por las familias Millalonco Ranquehue. Ellas habitan en la zona y aseguran que viven en ese lugar desde fines del siglo XIX, incluso “desde antes de la instalación de las tropas militares”.
El lugar limita con el Instituto Balseiro y el Centro Atómico Bariloche. De hecho, los edificios que actualmente forman parte del Centro Atómico estuvieron ocupados por unidades de artillería hasta 1950. En ese momento el espacio fue entregado, por orden del ex presidente Juan Domingo Perón, al austríaco Ronald Richter, que montaría su laboratorio en la cercana isla Huemul.
En el marco de la disputa judicial, el Ministerio de Defensa presentó un recurso ante la Cámara de Apelaciones de General Roca, el cual fue rechazado, en el que sostuvo que las hectáreas en litigio son esenciales para el desarrollo de las actividades de instrucción que lleva adelante la Escuela Militar de Montaña Juan Domingo Perón.
Esta institución fue fundada en 1964, con la creación del Destacamento de Instrucción Andina, que tiene la misión de “contribuir a la evolución y modernización de las tropas de montaña, mediante la capacitación en técnicas andinas del personal de cuadros y la experimentación de sus efectos de dotación individual y colectiva”.
De acuerdo con la información disponible en la página web oficial del establecimiento, este es “el único centro de entrenamiento avanzado de actividades y técnicas de combate en montaña que por excelencia dispone el Ejército Argentino, y que capacita técnica y profesionalmente al personal de oficiales y suboficiales” de diversas Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, “así como también a miembros de países amigos”.
La Escuela Militar de Montaña brinda entre siete y once cursos anuales, como el Curso de Montaña Estival y el Curso de Montaña Invernal, que se dividen en dos: un curso avanzado, que dura de ocho a diez semanas, y un curso de instructor, de dos semanas. También ofrecen un Curso de Búsqueda y Rescate, otro de Cazadores de Montaña y uno de Instructores de Cazadores de Montaña; en ellos participan tanto argentinos como extranjeros.
Actualmente, además de realizar estas tareas, la escuela es parte activa de varios operativos militares, “sobre todo en lo que respecta al apoyo a la comunidad, por ejemplo en la lucha contra incendios forestales, en desastres naturales como avalanchas y erupciones volcánicas, en la búsqueda y rescate de andinistas extraviados o accidentados en zonas de montaña, entre otras acciones”.
El predio, en el que trabajan unas 400 personas de forma permanente, se destaca por sus edificios de piedra y techos de chapa, así como por las magníficas vistas a los cerros Catedral, Otto, Bellavista y López, entre otros. Los pasillos y salones de cada edificio sorprenden por su pulcritud, al tiempo que la carpintería y los muebles -de más de 80 años en algunos casos- deslumbra por su excelente mantenimiento.
Muy cerca de la entrada, sobre la avenida Bustillo, se ubican el comedor y rancho de tropa, el departamento de educación, el casino de suboficiales, la capilla San Ignacio de Loyola, la enfermería, la veterinaria (la escuela militar de montaña tiene 27 mulas), el gimnasio, la palestra (una de las más grandes de Sudamérica), el comedor y alojamiento para los cursantes, la biblioteca y el Museo de Tropas de Montaña “Edelmiro Farrell”, que está abierto al público y permite conocer los antecedentes de la Escuela Militar de Montaña.
En diálogo con el canal TN, el abogado local Diego Breide, integrante de la Mesa de Consenso, explicó que las autoridades provinciales tenían “un proyecto” para convertir el predio reclamado por la comunidad mapuche en “un parque central de más de 3 mil hectáreas que tiene como finalidad generar un valor turístico para la zona y, al mismo tiempo, recreativo y deportivo”.
“Estas tierras están destinadas a que todos las disfrutemos, a que cuando alguien vaya a Bariloche pueda pasear por ese lugar, lo mismo que la gente que está en la ciudad, que pueda hacer actividades, que esté abierto, no que sea exclusivo de un grupo”, agregó.
Además, el letrado admitió su preocupación por la sentencia,
ya que “otras comunidades irán tras los mismos pasos, atentando entre otras cosas con el emplazamiento del Parque Central”. “La jueza ya demostró cuáles son sus simpatías”, alertó.
Además, mencionó otra polémica resolución de la magistrada de absolver a María Nahuel, una referente mapuche que en pleno juicio agredió a la fiscal federal Sylvia Little. Tras esa polémica, la funcionaria judicial presentó su dimisión al cargo aunque luego fue ratificada en el mismo, cuando recibió el acompañamiento de la Procuraduría General de la Nación. “Está claro cuál es su ideología”, sentenció el abogado.
En la conferencia de prensa del jueves pasado, consultada sobre el fallo adverso al gobierno, la portavoz Gabriela Cerruti respondió: “Perdón la ignorancia pero no sé de qué fallo me están hablando”. Sin embargo, por acto reflejo hizo una defensa de la comunidad mapuche: “Hacer una cuestión entre el Ejército y los mapuches me retrotrae a la Conquista del Desierto. Retrocedimos 200 años. Nosotros no vamos a hacer una cuestión entre Ejército y mapuches”.
Y agregó: “La cuestión de los pueblos originarios y las tierras que les corresponden tienen que ver con la particular forma de conquista y colonización que tuvo Latinoamérica y la Argentina no escapa a eso. Se les arrebataron las tierras a los pueblos originarios”.
La portavoz parecía ignorar también que su Gobierno, a través del Ministerio de Defensa, había apelado el fallo.
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