Ni bien ingresa al salón principal del Club español, impacta por su presencia. Bella, elegante y con un gesto inequívoco de autoridad. “Alberto Fernández es un pelele”, suelta ni bien se la consulta sobre la política argentina. No duda: “Es que creo que hay tomar partido sobre las cosas y ser bien claro en las condenas a los populismos como el peronismo y el kirchnerismo”.
Cayetana Alvarez de Toledo y Peralta Ramos es una de las estrellas del Partido Popular de España. Está de visita en Buenos Aires invitada por la Fundación Libertad de Rosario para presentar su libro “Políticamente indeseable”, en donde aborda el fenómeno político de estos tiempos. “Hay un nuevo eje en la discusión política. Los demócratas liberales y los populistas”, le dice a Infobae. “Hay los que han generado el progreso de los últimos 300 años y los que yo llamo progresistas ilustrados que son reaccionarios. La izquierda se ha reinventado luego de la caída del Muro de Berlín, ha involucionado dividiendo a las personas en cuestiones identitarias. La izquierda se ha vuelto puritana, dogmática, canceladora”, asegura.
De su madre argentina no solo ha heredado la ciudadanía sino que su acento porteño permanece intacto luego de haberse educado en uno de los colegios más selectos de zona norte. “Elegí ser española, pero uno puede ser varias cosas al mismo tiempo”, dice.
Cuando se la consulta sobre la política local es lapidaria: “El gobierno de Alberto Fernández es populista. La señora Kirchner es un extremo de ese populismo, que hace política desde el rencor. El peronismo lleva dominando desde hace década y el resultado es una crisis social tremendísma”, expresa.
¿Qué lugar tiene hoy nuestro país?, le consulta Infobae: “Argentina se ha convertido en un país marginal. Es un anomalía irremediable en decadencia crónica. Hay mucha gente que da por perdida a la Argentina. Y yo me resisto a creer que eso deba ser así”. Para graficar esa marginalidad, se escandaliza con las declaraciones de Santiago Cafiero que dijo que en Venezuela se violan los derechos humanos como en Colombia o Argentina. Álvarez de Toledo dispara: “Le preguntaría a Cafiero si es cierto que cree que en Argentina hay violaciones de los derechos humanos, si hay presos políticos y si torturan en las cárceles. Si es así habría que pedirle al canciller que se dedique a otra cosa”.
No duda en criticar al Papa Francisco: “El Papa Francisco es bastante populista. No soy partidaria lo que dice”. Y fustiga al feminismo de hoy: “El feminismo es una ola que promueve la discriminación y no la igualdad. Hay un agravante penal por ser varón”.
Se sonríe cuando se le pregunta sobre su título nobiliario. Álvarez de Toledo es marquesa por derecho hereditario de su padre y afirma: “Se utiliza eso como una forma despectiva para desacreditar mis opiniones. Es que no quieren discutir lo que digo, sino quien soy”.
Periodista, politóloga, exvocera del Partido Popular, legisladora por Cataluña, apuesta sin titubeos por Juntos por el Cambio como un modo posible de salir de la crisis económica y social. “Deben juntarse y dirimir las candidaturas”, propone.
Aquí, algunas de sus principales definiciones
“El pesimismo es el gran aliado del populismo”.
“Me parece trágico para la Argentina que Cristina haya vuelto y que pretenda continua. No se explica estos gestos de autogolpe que hace queriendo ser gobierno y oposición al mismo tiempo”.
“Alberto Fernández es un pelele”.
“Hay un nuevo eje en la discusión política. Los demócratas liberales y los populistas”.
“Hay los que han generado el progreso de los últimos 300 años y los que yo llamo progresistas ilustrados que son reaccionarios”.
“La izquierda se ha reinventado luego de la caída del muro de Berlin ha involucionado dividiendo a las personas en cuestiones identitarios”.
“La izquierda se ha vuelto puritana, dogmática, canceladora”.
“Hoy tenemos el ejemplo más brutal lo que está pasando en Ucrania. Ucrania quiere ser una democracia liberal y una potencia populista quiere avasallarla”.
“Venezuela es un ejemplo de populismo extremo de izquierda. En Venezuela hay una dictadura obscena. Es una narcodictadura”.
“A la izquierda le cuesta condenar a esa dictadura por lo que termina aliada a ella”.
“La célebre forma de la adversativa, el “ah, pero”, es una perversa forma de correr el eje de discusión”.
“El populismo es la antipolítica, es el impúdico culto al pueblo al pueblo con espurios fines democráticos”.
“El gobierno de Alberto Fernández es populista”.
“La señora Kirchner es un extremo de ese populismo que hace política desde el rencor”.
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