Finalmente, el oficialismo y la oposición lograron llegar a un acuerdo y habrá sesión unificada en la Cámara de Diputados para que se debata en primer lugar el proyecto de Boleta Única de Papel y luego las iniciativas productivas que impulsa el Frente de Todos.
La decisión llegó luego de que Juntos por el Cambio -y otros bloques- le reclamaran a la bancada presidida por Germán Martínez que desista de llevar a cabo la sesión especial a la que habían convocado ayer, anticipándose a la que había pedido la oposición algunos días atrás.
De esta manera, primero se discutirá el cambio en el régimen electoral -que necesita dos tercios de los votos totales del recinto para ser aprobado porque no tiene despacho de comisión- y luego los proyectos de VIH, cannabis industrial y régimen incentivo a la construcción y acceso a la vivienda que el martes obtuvieron dictamen.
Desde la oposición deslizaron que el Frente de Todos aceptó unir las dos sesiones porque no tenían en quórum de 129 para arrancar con la suya propia. Si el oficialismo lograba alcanzar ese umbral la sesión para tratar Boleta Única quedaría desplazada.
De todos modos, este jueves no se aprobará ningún proyecto para implementar la Boleta Única ya que ninguno de los proyectos con estado parlamentario tiene dictamen de comisión. Por lo tanto, por reglamento se requieren dos tercios de los votos para sancionar un proyecto “sobre tablas”. Es decir, dependerían de la voluntad del Frente de Todos, que ya adelantó que no acompañará con sus votos.
Lo que sí podrá hacer la oposición, con el aval del oficialismo, es “emplazar” a la comisión de Asuntos Constitucionales para que trate el tema. Aunque primero deberá constituirse la comisión.
Los proyectos de Boleta Única además serán girados a las comisiones de Justicia, que tampoco está constituída, y Presupuesto y Hacienda, controlada por el oficialismo.
“Primó la cordura. El oficialismo aceptó tratar en la sesión de mañana Boleta Única de Papel. No tenemos 2/3 para tratar el tema sobre tablas, pero se podrá emplazar a la Comisión para que debata y dictamine pronto. Esta ley es clave para tener en 2023 más transparencia electoral”, festejó en las redes sociales Mario Negri, presidente del bloque de la UCR.
Después de debatir Boleta Única, los diputados sancionarán tres proyectos que reúnen amplio consenso.
Por un lado, el régimen de incentivo a la Construcción Federal, destinado a promover el desarrollo o inversión en los proyectos inmobiliarios realizados en la Argentina. La iniciativa, impulsada por Sergio Massa y Cristian Ritondo, prevé beneficios tributarios para el sector de la construcción, entre ellos, el blanqueo de fondos en el exterior no declarados que se podrán repatriar para proyectos inmobiliarios a realizarse en el país.
A su vez, desde el oficialismo señalaron que habilita “un puente al empleo” ya que los titulares de programas sociales que sean contratados por el sector de la construcción en el marco de proyectos alcanzados por el régimen podrán mantener los planes por 360 días. “Aunque algunos no les dan importancia, puede representar este proyecto un adicional de inversión privada de 4.000 a 4.500 millones de dólares”, explicaron en la presidencia de la Cámara de Diputados.
También se aprobaría el proyecto para promover la industria del cannabis y el cáñamo industrial, que regula la cadena de producción y comercialización de la planta, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y/o medicinal. El proyecto contempla también la creación de una agencia reguladora (Ariccame), que entre otras cosas establecerá los requisitos y analizará las solicitudes de licencias para producir cannabis medicinal o industrial.
Finalmente, llegará al recinto el proyecto de nueva ley de VIH, que establece el acceso universal y gratuito al tratamiento, garantizado por el sistema de salud público, las obras sociales y la salud privada. En este sentido, toda prueba deberá ser voluntaria, gratuita, confidencial y universal.
Además, promueve la creación de un régimen de jubilación especial, de carácter excepcional para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C, así como una pensión no contributiva de carácter vitalicio, para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social. De este modo, quienes acrediten al menos diez años desde el diagnóstico de la enfermedad y veinte años de aportes jubilatorios, pueden solicitar la jubilación a partir de los cincuenta años de edad.
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