La DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y el Museo del Holocausto realizaron este jueves el acto central conmemorativo por el Día del Holocausto y del Heroísmo en el Centro Cultural Kirchner, en lo que fue el 79° aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia. Durante el encuentro hubo intervenciones artísticas, testimonios de familiares y sobrevivientes y un fuerte discurso de las autoridades sobre la “banalización” de la palabra “nazi” y los discursos de odio y discriminación a la comunidad judía.
El evento se realizó en la Sala Sinfónica del Centro Cultural Kirchner desde las 18.30 bajo el lema Iom Hashoa Vehavgura, en el que se homenajeó a los 6 millones de ciudadanos de origen judío que fueron víctimas del genocidio perpetrado por el nazismo en la Shoá y también a los sobrevivientes de aquellos hechos.
En esa sala se pudo disfrutar del Himno Nacional Argentino cantado por Ivana Rossi, junto a un grupo de músicos que también acompañaron a otros artistas que cantaron canciones que representan a la comunidad judía que logró emocionar a todo el auditorio. También hubo un representación del poema “Las mariposas en el gueto” de Pavel Friedman de la mano del grupo de teatro del Centro Comunitario Kadima.
El momento que hizo llorar a más de uno de los presentes fue el encendido de velas de seis familiares de sobrevivientes del nazismo en la Shoá en representación de los 6 millones de víctimas del genocidio. Estuvo acompañado por un video en el que convocaron a mantener viva la memoria de lo sucedido de generación en generación.
Marcelo Mindlin, presidente del Museo del Holocausto de Buenos Aires, propuso a los presentes en su discurso “ser aliados en los proyectos relacionados al Holocausto y a la discriminación e intolerancia que quieran desarrollar y así poder tender juntos puentes de diálogo con toda la sociedad”.
“Ponemos a su disposición el Museo, que abre sus puertas de par en par para compartir la tarea educativa y cumplir con la misión de mantener viva la memoria de la Shoá. Estamos convencidos de que la educación sirve para evitar que se repitan horrores semejantes y, a la vez, la mejor herramienta para el fortalecimiento de la convivencia democrática”, agregó.
A su turno, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, denunció una “banalización creciente en Argentina y el mundo sobre lo sucedido durante el nazismo. Cada vez son más los que recurren a insultar con esos términos, como si pensar distinto no fuera posible”.
“Queremos que la lucha histórica se instale en la memoria. Usar la palabra nazi como palabra corriente es quitarle peso a lo que sucedió. Las palabras no son inocentes. El lenguaje devaluado no es lenguajes. El lenguaje es lo que los hace humanos. Nazi significa terror dictador, exterminio de un grupo humano por haber nacido en él”, recordó.
Además, Knoblovits denunció que “seguimos viviendo situaciones de violencia extrema. Muchos episodios de odio, discursos y palabras gestan masacres. Tenemos un desafío no nos vamos a dejar arrastrar por la desmesura”.
También brindaron su testimonio Hélène Gutkowski (Comisión de Sobrevivientes del Museo del Holocausto de Buenos Aires) y Naty Ravel (Juventud). Además de familiares y sobrevivientes, participaron funcionarios del Gobierno, políticos y representantes de organizaciones que apoyaron el evento.
En representación del Gobierno nacional estuvo el Secretario de Culto, Guillermo Oliveri. Se había anunciado que asistiría el presidente Alberto Fernández pero canceló la visita por problemas de agenda.
Los ejes del discurso de Oliveri pasaron por un reconocimiento al heroísmo de los que dieron su vida en el levantamiento del gueto de Varsovia, recordó la Shoá y destacó la “necesidad de valorizar el diálogo y la paz que una vez mas se ve amenazada por esta guerra en Europa”. Además, alertó sobre la aparición de sectores que propagan el odio y remarcó que se precisa “memoria y no olvidar lo que pasó”.
El Levantamiento en el gueto de Varsovia se produjo el 19 de abril de 1943. Fue el intento más relevante de resistencia judía contra los alemanes en una lucha armada, para oponerse a los traslados masivos a otro campo de concentración en Treblinka. Todo duró menos de un mes porque los nazis destruyeron el gueto. Unos pocos combatientes de la resistencia lograron escapar y pudieron unirse a otros grupos de resistencia en la zona de bosques que rodeaba a la capital polaca.
Más temprano, unas 700 personas marcharon hoy desde el Museo Sívori, ubicado en el Parque 3 de Febrero, hasta la Plaza de la Shoá (situada en el cruce de las avenidas Libertador e Intendente Bullrich) en recuerdo y conmemoración de las 6 millones de víctimas del Holocausto-Shoá, en el marco del Día del Holocausto y del Heroísmo (Iom HaShoá Vehagvurá).
Esta movilización se hizo en simultáneo con la Marcha por la Vida, realizada en Polonia a lo largo de los tres kilómetros que separan al campo de concentración de Auschwitz de Birkenau (donde se encontraban las cámaras de gas) y como contracara de las llamadas Marchas de la Muerte, en las que murieron 300 mil de un total de 700 mil personas que fueron forzadas a participar por el nazismo.
SEGUIR LEYENDO: