La crisis interna del Frente de Todos agotó a todo el peronismo. Gobernadores, intendentes, legisladores, funcionarios y dirigentes. Nadie se queda afuera. El hartazgo aumentó su volumen en forma considerada después de los últimos cuestionamientos del secretario general de La Cámpora y ministro de Desarrollo a la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, a Alberto Fernández y Martín Guzmán.
El desgaste de las críticas cruzadas, aunque en la Casa Rosada ya decidieron no responder más al kirchnerismo, provocó que un puñado de senadores nacionales del Frente de Todos empiecen a armar una jugada política para saltar las diferencias internas y la grieta de la agenda temática en la que no se ponen de acuerdo entre el sector K y el peronismo que respalda al Presidente.
Hace largas semanas el entrerriano Edgardo Kueider, nexo del Jefe de Estado con la Cámara Alta, empezó a gestar la formación de una “peña de senadores”. Una suerte de juntada entre pares, una vez al mes, en una provincia distinta y con un objetivo concreto: poner en agenda las necesidades del interior y dejar atrás los dilemas judiciales y políticos que enfrentan a Alberto Fernández y Cristina Kirchner en la cúpula del Gobierno.
La intención de llamar a la iniciativa “peña” es porque quieren “descontextualizarlo de la política”. ¿A dónde apuntan? No quieren que sea interpretado como parte de una rosca política para armar un nuevo esquema, ni que sea el germen de una nueva Liga de Gobernadores. La informalidad del titulo es un mensaje en sí mismo.
Kueider empezó a gestar esa movida con senadores que responden a los gobernadores del PJ o que son de provincias donde no gobierna el peronismo. La mayoría ubicados en la vereda de enfrente al kirchnerismo duro. Las conversaciones empezaron a fluir en una mesa donde estuvieron Pablo Yeldlin (Tucumán), Sergio “Oso” Leavy (Salta), “Camau” Espíndola (Corrientes), Guillermo Andrada (Catamarca) y Guillermo Snopek (Jujuy), entre otros.
Junto a ellos, cerca de 11 senadores más, de todas las vertientes del Frente de Todos, viajarán este jueves a Tucumán para mañana comenzar con una serie de actividades en conjunto. En la provincia norteña serán recibidos por el gobernador Osvaldo Jaldo, pero por la noche el anfitrión será el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, que los esperará en su casa para comer un asado.
Además de los senadores que estuvieron en el armado de la iniciativa, está confirmada la presencia de José Mayans (Formosa), Juliana Di Tullio (Buenos Aires), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Marcelo Lewandowski (Santa Fe), Ricardo Guerra (La Rioja), Nora Giménez (Salta), Antonio José Rodas (Chaco), Adolfo Rodríguez Saá (San Luis); Sandra Mendoza (Tucumán), Silvia Sapag (Neuquén) y Daniel Bensusán (La Pampa).
Si bien la iniciativa nació el espacio más ligado al Presidente, en la última reunión de bloque los organizadores abrieron el juego e invitaron al kirchnerismo a sumarse. La respuesta fue positiva. La presencia de senadoras de La Cámpora, como Fernández Sagasti, o del cristinismo, como Juliana Di Tullio, le brindaron otro impacto a la movida política.
Los senadores consideran que la actividad política funcionará como un gesto de acercamiento entre los distintos sectores en medio del maremoto que sacude la interna del gobierno nacional. Un intento por mostrar alguna señal de unidad más sólida que la foto de los ministros Juan Zabaleta y Andrés Larroque en el conurbano, que se desintegró en unas pocas horas.
Según sostienen los organizadores, la idea es salir del microclima porteño y abordar, en el lugar, los problemas de las distintas provincias, y avanzar allí en las cuestiones de interés económico, social y productivo del interior.
“La idea de los senadores es poner en la agenda nacional los problemas de la gente del interior del país”, indicaron desde el despacho de uno de los organizadores de la jornada. En ese movimiento también quieren saltar la división sobre los principales temas que ocupan la gestión.
Un senador que hoy estará en Tucumán lo describió con precisión: “No podemos seguir con la agenda judicial que nos quieren imponer (Oscar) Parrilli y Cristina. Es una pérdida de tiempo. El Fondo Nacional para cancelar la deuda con el FMI y la ampliación de la Corte, no van a salir nunca. Basta con esa agenda”.
La primera reunión iba a ser en Entre Ríos porque el senador entrerriano que la gestó quería oficiar de anfitrión junto al gobernador Gustavo Bordet, cercano al Presidente. Pero la logística, relacionada a la cantidad de vuelos por día que hay a la provincia, lo obligaron a cambiar de opinión. Entones tomó la manija el tucumano Yeldlin, hombre de confianza de Manzur, para organizar la visita a Tucumán. En mayo el destino será La Rioja.
Kueider habló con Alberto Fernández en los últimos días para comunicarle la movida y quiénes asistirían. El Presidente respaldó la iniciativa. En definitiva, el viaje intentará ser un gesto de distención en el medio de una batalla interna que ha desgastado la gestión y la imagen del Jefe de Estado.
Los senadores también quieren mostrar que la jugada estratégica de Cristina Kirchner de romper el bloque para ganar un lugar en el Consejo de la Magistratura es solo eso: una estrategia. Que no existe división real, pese a que los dos bloques en los que quedó divido el Frente de Todos tienen identidades bien marcadas.
Uno de ellos agrupa a los cristinistas, camporistas y kirchneristas. El otro a los que están alineados a los gobernadores del PJ, quienes dieron el visto bueno para que los legisladores empiecen a viajar por el país e intenten mover el avispero del peronismo.
Los mandatarios provinciales están hartos de la interna del Gobierno, anhelan que se reencause la relación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, y ya empezaron a programar el adelantamiento de las elecciones para evitar que la crisis interna los afecte en las batallas electorales que tendrán puertas adentro de las provincias.
“Hacemos la primer gestión para cambiar el eje de los temas. Hablar de las producciones regionales y las necesidades de cada provincia. Si era un grupo pequeño íbamos a mostrar división, en un momento donde la situación interna está complicada. Pero este gesto es para sumar. Ojalá sea un ejemplo para imitar”, sostuvo uno de los senadores que forma parte de la comitiva.
La iniciativa no es para construir un nuevo espacio político, como sucedió en su momento con Alternativa Federal, un esquema donde los legisladores se movieron de la misma forma, con visitas a todas las provincias, pero que no llegó a puerto e implosionó en la antesala de las elecciones del 2019.
“Tenemos que salir del microclima de la interna. Las chicanas, y las acusaciones cruzadas. Y enfocarnos en mostrar el país desde el interior, con iniciativas que encuentren un correlato en el Senado”, especificó otro de los legisladores que volará al norte argentino en las próximas horas.
La voluntad que tienen quienes organizaron el inicio de esta gira es que el bloque de legisladores se comprometa a sacar de los cajones proyectos importantes para las provincias, vinculados al desarrollo agroindustrial, la electro movilidad, la energía renovable, el biocombustible, la exportación, el litio, el desarrollo productivo y algunas leyes vinculadas la medicina, entre otros temas.
El viernes los legisladores visitarán un Ingenio Azucarero y una empresa que exporta cítricos. Tendrán una actividad turística en Famaillá y harán un homenaje en la casa histórica de Tucumán. La idea es que brinden una postura unificada sobre un tema de alcance nacional a través de un comunicado.
Además, la línea de trabajo seguirá con el objetivo de construir una agenda de consenso “que tenga que ver con los problemas de la gente” que “no son los de la política”. La iniciativa de los senadores oficialistas calza justo con la decisión de Alberto Fernández de inclinarse completamente a la gestión, bajar el ruido de la interna y acercarse a los problemas reales de los argentinos. Siempre lejanos a los que aquejan a la clase política.
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