Jorge Ferraresi habla con un tono bajo, casi monocorde y mira la dureza de un cacique del conurbano que le toca tener el traje de ministro de Hábitat. De largo recorrido en el peronismo, el ex intendente de Avellaneda se convirtió en uno de los pocos ministros al que le atienden el teléfono Alberto Fernández y Cristina Kirchner. No son muchos los que hablan con los dos.
En una extensa entrevista con Infobae, repasó los últimos anuncios del Gobierno contra la inflación y el momento de crisis que atraviesa el Frente de Todos. Se anima a decir que para el peronismo “Hay 2023!″ y que en las próximas elecciones es necesario utilizar las PASO para dirimir diferencias.
Es un equilibrista del poder. Atrás de su escritorio tiene una foto con el Presidente y una de la Vicepresidenta. Es un kirchnerista que ocupa una de las pocas sillas que tiene la mesa política que encabeza el Jefe de Estado. Defiende la gestión y los resultados de la macroeconomía, pero se deja un lugar para la autocrítica: “Perdimos la capacidad de mostrar los logros que tuvimos durante nuestro gobierno”
-El último lunes el Presidente presentó, junto a Martín Guzmán, bonos para monotributistas, trabajadores informales y jubilados. Lo sentó al lado suyo después de semanas de cuestionamientos del kirchnerismo. Fue un respaldo al ministro. ¿Eso aporta más calma al Gobierno o enrarece más el clima interno?
-Las medidas son acertadas. Es el camino que nos pide nuestro espacio político. Como dijo el Presidente, empezar por los más vulnerables. Una economía que crece y que no se distribuye. El Gobierno tiene que tener los mecanismos para distribuir. Martín hace un trabajo que le pide el Presidente. Está muy bien que se fortalezca y se fortalezca el Gobierno, pero lo lógico es esperar los resultados que la sociedad espera. Todavía faltan nuevos anuncios.
-Es decir, que es cuestión de tiempo. ¿Hay que esperar si da resultado el plan que diseñó Martín Guzmán?
- Uno gobierna para dar resultados. No es un comentarista de la realidad y simula cosas que pueden pasar. La decisión del Presidente y Guzmán es ir en ese camino de resolver la inflación y los alimentos. Son medidas, pero se necesitan muchas más. Y ese es el camino que emprende el Gobierno para resolverlo.
-¿Y los resultados?
-Los resultados van a estar claros. La gente sentirá que le va mejor, que la estamos representando y que estamos tomando medidas en esta coyuntura. Siempre hay que poner una oreja y saber qué está pasando con las medidas que estamos tomando nosotros, si generan el efecto que uno busca.
-Habla de poner la oreja y saber qué pasa en la sociedad. Con esa información y con las medidas que ya tomaron, ¿Qué escenario vislumbra?
-Soy optimista. Los números de la macroeconomía dan valores positivos. La disminución del desempleo, la pobreza y la indigencia. Pero falta mucho más. Aparte hay un debate interno en nuestro espacio político en donde hay que resolver las cuestiones. Se suman los precios internacionales y el tema de la guerra que genera un impacto, pero nosotros tenemos que, si o si, gobernar para que la gente esté mejor.
-¿Qué clima nota en el Conurbano respecto al impacto que ha tenido en la gente los altos índices de inflación? Sobre todo en los que sectores más vulnerables.
-No solo sufren los vulnerables, también los asalariados. Alguien que cobra un salario, en los primeros cuatro meses, perdió casi 15 puntos respecto a lo que podía consumir en el mes de diciembre. Entonces, adelantar las paritarias es un tema para contemplar lo que pasa en toda la sociedad. La sensación es que falta y que hay que resolver. La gente también nos reclama que mantengamos la unidad. El Frente de Todos generó expectativas en un sector muy grande de la sociedad. Somos nosotros los que tenemos que resolver. Para eso nos votaron. Hay esperanza.
-¿Hay esperanza?
-La esperanza nosotros la tenemos que devolver con resultados. La tenemos que devolver con hechos concretos y empezar a resolver este tema tan complejo que tiene que ver con la mesa de los alimentos de los argentinos. El proceso inflacionario del primer trimestre ha sido altísimo. El Gobierno tiene las herramientas para atender esta inflación. Que el resultado de las paritarias y de los apoyos económicos que hace el gobierno nacional puedan generar que la sociedad perciba que hay un gobierno que se ocupa, que los atiende y que les empieza a responder en este tema tan complejo.
-Otro de los temas que el Presidente presentó con Guzmán fue el impuesto a la renta inesperada. La oposición ya adelantó su rechazo. Va a ser difícil que el proyecto pase en el Congreso. ¿No es desgastante para el Gobierno enviarlo, sabiendo que es muy compleja su aprobación?
-No. Nosotros tenemos que plantear nuestra política de cara a la sociedad. Una cosa es que lo hagamos desde la soledad absoluta y otra cosa es que lo hagamos con el acompañamiento de la sociedad. Hay que generar un proceso de acompañamiento de distintos sectores. No todos están representados en la Cámara de Diputados. Hay espacios no representados que pueden generar un apoyo popular al Gobierno. Uno toma medidas en función del apoyo popular que genera. Después puede salir o no.
-¿Y la postura de la oposición?
-La oposición hará lo que tenga que hacer. Si tiene número para bloquear una ley que nosotros necesitamos para resolver algunas cuestiones, lo hará. Si es así, buscaremos otro mecanismo. Pero lo que hay que plantear de cara a la sociedad es a quién representan unos y a quien representan otros. Porque la alternativa para el 2023 es volver a achicar la economía en función de los más vulnerables, los asalariados y el sector productivo. Nosotros tenemos que avanzar porque la convicción está en generar un recurso que existe. Ganancias extraordinarias en función de una coyuntura distinta por el impacto de la guerra en Ucrania.
-¿Usted cree que en el caso de la oposición vuelva al Gobierno, vuelve con el objetivo de achicar la economía?
-La verdad es que no escucho otra cosa. El tema de achicar el Estado y la economía. Seguramente este ministerio dejará de existir, como dejó de existir un ministerio de Salud o de Trabajo. Esta claro que nadie añora volver al 2019. Por eso la gente todavía confía en nosotros. Nos eligió para salir de ese proceso y parecernos más a lo que era la Argentina de la década de Néstor y Cristina, que lo que es este presente.
-Se refirió al proceso político que habrá camino al 2023. ¿Cuánto afecta la situación actual del Gobierno? Las divisiones internas de una gestión en la que el Presidente y la Vicepresidenta llevan casi dos meses sin hablarse.
-Yo creo que no es un problema del Gobierno, es un problema del frente electoral. En el Ejecutivo hacemos lo que tenemos que hacer. Cristina es la presidenta del Senado y hace lo que tiene que hacer. Massa lo mismo. A nivel de gobierno cada uno genera el trabajo que tiene que hacer y lo hace. Tenemos algunos debates que tiene que ver con el sentido en el que hay que resolver y con qué celeridad hacerlo. Desde el lugar que nos toca estar hacemos una tarea en sintonía. Vamos en el mismo sentido.
-¿La interna política no condiciona la gestión?
-No. De ninguna manera. No tenemos ningún condicionamiento. Como no hay ningún condicionamiento en este ministerio respecto a los recursos. La cantidad de recursos que distribuye Economía vienen perfecto, con una inversión inédita en la historia de la Argentina en lo que respecta a la construcción de viviendas. No tenemos ninguna dificultad. El debate interno no perjudica la gestión.
-¿Cómo definiría el momento político que atraviesa el Frente de Todos?
-El Frente de Todos está en un proceso de debate interno. De consolidación de un frente electoral para el 2023. Si el gobierno toma una ofensiva para resolver un tema de la agenda de la gente que nos votó en el 2019, vamos en un camino que es correcto y que hay que profundizar. Ese camino nos va a encontrar con una posibilidad muy cierta de darle continuidad a un proyecto político hasta el 2027. Soy optimista al respecto. Después los mecanismos electorales se verán más adelante. Está claro que trabajamos todos para que le vaya bien a la gente. Tenemos una herramienta que es el Gobierno, con los distintos niveles de responsabilidad, que lo ponemos al servicio de esta construcción política y de este objetivo que es darle continuidad 2023-2027.
-¿Confía en que las diferencias internas se vayan diluyendo en el tiempo?
-Si. O no. Lo importante es trabajar en las coincidencias. Todos trabajamos con el objetivo de que le vaya mejor a la gente. El Frente de Todos se construyó con gente que venía de distintas procedencias ideológicas e históricas. Lo malo sería que no tengamos diferencias. También hay métodos distintos para la construcción. Algunos con mayor celeridad, otros con menor celeridad. Otros con mayor amplitud de decisiones políticas que tengan que ver con la incidencia de la distribución en función de los recursos económicos de un país. El debate va por ahí. Pudimos construir un frente. Tenemos una propuesta electoral que nos queda cumplir y una propuesta para darle continuidad 2023-2027. El debate interno para nosotros es positivo.
-Hace un tiempo habló de que Alberto Fernández y Axel Kicillof deberían tener 8 años de gestión. ¿Sigue pensando lo mismo?
-Si a los gobiernos les va bien, lo lógico es que sigan gobernando los que hacen que a los gobiernos les vaya bien. El presidente es Alberto Fernández y es un gobierno con el que le tenemos que dar resultados a la gente. Si eso se da de manera positiva, va a ser él el que en mejores condiciones esté. Si no es así, aunque yo creo que va a ser así, está lo que planteó el Presidente. Que se sentiría cómodo en un proceso de Primarias como para revalidar el tema de los liderazgos en función de la propuesta. Hay otros compañeros que tienen la aspiración de llegar al lugar de ser presidente. En un frente donde hay distintos espacios políticos, no me parece mal que haya distintos candidatos al poder. Tanto en las provincias como en los municipios, como en el gobierno nacional. Primero tenemos que gobernar todo este año. Este no es un año electoral. Nos pone de cara a la elección del 2023 los resultados de gestión que podamos lograr durante este año 2022.
-Conoce bien el peronismo y su dinámica partidaria. ¿Se le hace una interna al Presidente en el peronismo?
-Eso lo plantea el Presidente. Si el Presidente lo plantea, y él se siente cómodo en ese escenario, así será. Hay mucho por recorrer. Más en un proceso electoral donde la oposición va a plantear, de centro a derecha, un abanico de posibilidades electorales que terminará siendo competitivo. Las Primarias las creó Néstor y nosotros casi nunca las usamos. Las veces que la oposición las usó, les dio potencialidad al proceso de construcción. Les dio un volumen importante y los dejó mucho más competitivos para la elección final. No me parece descabellado que pueda haber un proceso electoral con internas.
-El peronismo siempre se volcó a la idea de tratar de cerrar una la lista de unidad. Desde una elección en el PJ hasta una en cualquier intendencia. ¿Hay que terminar con ese proceso y que haya PASO en todos los niveles?
-Si. Me parece que es bueno. Cuando uno puede ir a una primaria y tener el liderazgo a partir de los votos reales, es el mejor de los escenarios. No hay que tenerle miedo a ese proceso electoral. Porque es una ley que existe, que inventamos nosotros y que casi nunca la utilizamos. Y la vez que la utilizamos , en el 2015, la utilizamos mal.
-¿Por qué?
- Porque había dos candidatos a gobernadores y los que éramos candidatos a intendentes íbamos con los dos candidatos. Lo lógico es que si hay dos candidatos a gobernadores, cada gobernador tenga su candidato a intendente. Y además, también sentirse parte de un proceso político y que en ese proceso político no seamos diez o doce los que tengamos la lapicera y digamos: “Vos podes participar y vos no”. Está bueno empezar a abrir la cabeza de manera que sea una herramienta que pueda ser positiva para nuestro espacio político.
-Hay que democratizar las elecciones dentro de los partidos políticos. Es una realidad que los que tienen la lapicera son muy pocos. Cada vez menos.
-Las lapiceras hay en distintos niveles. Yo tengo la lapicera en Avellaneda. Entonces capaz que mi lapicera no la quiero compartir, pero quiero que compartan conmigo la de la Provincia. Uno nunca quiere que le discutan para abajo, pero quiere discutir para arriba. Parece que los ejemplos deben venir de arriba hacia abajo. El gusto popular es el que mejor sintetiza y el que mejor resuelve. Los procesos son dinámicos. Hay experiencias que a nosotros nos tienen que servir.
-¿Cómo cuáles?
- El mejor ejemplo es el Frente Amplio de Uruguay. Tiene una diversidad de pensamientos de centro-izquierda increíble, y lo van resolviendo a partir de los años. A veces gobiernan unos y a veces otros con visiones totalmente distintas, pero es un frente político que se mantiene porque tiene intereses en común para que Uruguay vaya en un determinado sentido. Nosotros esperamos repetir esa experiencia.
-¿No le parece que es difícil llegar a esa dinámica que usted describe cuando hay espacios políticos internos, como es el caso La Cámpora, que cuestionan y condicionan la gestión del Presidente?
-Se generó un debate adentro de nuestro frente interno que se disparó por el acuerdo con el FMI. No escuché voces oponiéndose a las medidas que tomó Guzmán con el Presidente. No me asustan los debates ni las diferencias. Lo que me preocupa es si en el Gobierno no resolvemos las cosas que tenemos que resolver. Y, a veces, un llamado de atención de una determinada política nos hace reflexionar y reaccionar. Hay que encontrar un mecanismo de cómo superarlo y me parece que se supera gestionando y resolviendo las cosas que hay que resolver.
-El Frente electoral tuvo éxito en el momento de afrontar una elección. Sirvió la estrategia de Cristina Kirchner. Pero cuando tuvo que gobernar se vieron las limitaciones de lo que implica un armado de coalición. ¿Era más difícil de lo que esperaban gobernar como coalición dentro del peronismo?
-Yo no la siento así. Me llamaron 11 meses después de que empezó el gobierno y jamás tuve un condicionamiento político del frente. Los condicionamientos de armar un equipo normales. Hay que poner dos de un espacio, tres de otro. Lo armamos y trabajamos sin ningún tipo de dificultad. Hay un montón de logros. Me parece que en este tiempo perdimos la capacidad de mostrar los logros que tuvimos durante nuestro gobierno.
-¿Cuáles?
-Haber creado ampliación de derechos con respecto al IVE, el cupo trans en el cupo laboral, 110.000 viviendas que están en ejecución en Argentina, más 40.000 que ya entregamos. Créditos a tasa 0, la recuperación del Ministerio de Salud. La desocupación bajó cuatro puntos. De 11 a 7. Son cerca de 600.000 puestos registrados de trabajo. Los indicadores de pobreza e indigencia que bajaron también. Hay una cantidad de datos que marcan que el camino por el cual vamos está bien. Hay indicadores del Gobierno que están para mostrar. Recuperamos la políticas de medicamentos para los adultos mayores, computadoras para los pibes que van a la escuela, becas Progresar para los pibes que estudian, se están ejecutando 3700 obras. Hay una cantidad de cosas que hicimos bien y que nos cuesta ponerlas en valor. No todo lo que hacemos está mal. Hay muchas cosas que están bien y esto nos permite disparar la propuesta electoral 2023-2027.
-Dijo que perdieron la capacidad de mostrar los hechos de gestión. ¿Por qué?
-Hay una concentración mediática muy fuerte donde comunicar las cosas buenas del Gobierno se hace medio difícil. Nosotros, que somos militantes políticos, en vez de hablar sobre las cosas buenas y ponerlas en valor, nos auto flagelamos, exaltando las cosas que no podemos resolver. Cuando hay políticas públicas la herramienta clave entre el Gobierno y la sociedad es la militancia. Me parece que esa militancia se ponga al servicio de trabajar y poner en valor la gestión de este gobierno, es una de las cosas que tenemos que hacer.
-En el 2017, cuando el peronismo estaba dividido, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá decía “Hay 2019!”
-Sí. Fuimos a un acto al Chaco y éramos pocos. Jorge Capitanich, Alberto Rodríguez Saá, Verónica Magario, Mario Secco, “Paco” Durañona y yo.
-¿Usted se queda con la marca de Hay 2023?
-Si. Hay 2023.
-¿Quiere ser candidato?
-Yo soy candidato. Siempre soy candidato.
-¿A qué?
-A lo que sea. Todos los que estamos en política somos candidatos. Y servimos en determinados momentos para determinados lugares. Hace 1 año y 6 meses si me hubieses preguntado si iba a ser ministro, te decía que no. Y soy ministro. La política te va dando lugares donde uno tiene que estar porque tiene que ayudar a construir un proyecto político. Estamos a disposición de lo que sea necesario para el proyecto político.
-¿En su carrera política anhela ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires?
-Uno anhela apoyar y estar en el lugar que ayude a construir mayoría. En función de un objetivo, que es resolver cuestiones estructurales que tiene la Argentina. Axel lo viene haciendo de una manera positiva. Por primera vez en la historia de la provincia de Buenos Aires hay un gobierno provincial que tiene una mirada de cómo reconstruir la provincia. Hay que manejar los tiempos en los que uno puede ser o puede dejar de ser tal o cual cosa.
-El Presidente define si hay cambios de Gabinete. Hay muchos rumores sobre posibles movimientos. ¿Sería importante para relanzar la gestión?
-Desconozco. No lo habló conmigo ni me ha sugerido hacer cambios en este ministerio. Lo importante no son los cambios de nombres, sino que las políticas se ejecuten en función de la responsabilidad que tiene cada ministerio, para resolver las cuestiones de la agenda que nosotros tenemos la responsabilidad de resolver. No pasa por una cuestión de nombres, sino de sintetizar los objetivos y generar las políticas que tenemos que generar. De generar la agenda legislativa que necesitamos para esos cambios y generar esta fuerza de frente en un mismo sentido. Quizás los debates se dan porque hay matices de cómo encarar tal o cual tema.
-¿El Frente de Todos debería continuar como estructura política más allá del 2023?
-Si. Y también, si se puede, ampliar. Surgen emergentes de la política que se suman a distintos lugares y me parece que el Frente es una herramienta que vino para quedarse. Y en este Frente de Todos iremos encontrando los mecanismos de Primarias, de síntesis de candidatos, de construcciones de liderazgos, que se irán dando a lo largo de la construcción.
-Habló de emergentes, ¿Cómo analiza el fenómeno que está generando Javier Milei?
-Es para prestarle atención. Evidentemente hay un descontento de todo un sector de la sociedad que no cree más en que la política pueda resolver o transformar la realidad de cada uno. Hay que prestarle atención. Por supuesto que no creo en nada de lo que pueda decir o pueda hacer. Es muy difícil conducir un Estado cuando uno no cree en ese Estado. Cuando dice que hay que hacerlo desaparecer. La pandemia puso a los estados en un lugar necesario a partir de generar equilibrio respecto a la atención de la salud y de la compra de vacunas. Es un emergente. Han aparecido otros emergentes en Argentina en otros tiempos. Cuando empecé a militar estaba el Partido Intransigente, que parecía que venía con un proceso de crecimiento y desapareció.
-Milei arrastra a muchos votantes jóvenes.
-Hoy los jóvenes terminan la universidad y no consiguen trabajo. Terminan el secundario y no consiguen trabajo. Hay falta de respuesta del Estado. Los jóvenes se comunican de manera distinta. Hay una cantidad de universos que participan de distintas situaciones que nosotros todavía no lo compremos. Porque no somos parte de esa movida. Hay que prestarle atención.
-¿Les falta hablarles a los jóvenes?
-Falta resolver las cuestiones de los jóvenes. Hablar podemos hablar todo lo que quieras. Tenemos que resolver que un pibe que termina la universidad o la secundaria tenga un trabajo. Tenemos que generar las condiciones para que estudiar tenga sentido y recibirse de una carrera profesional tenga sentido. Esa es una deuda que tenemos como gobierno. Desde hace tiempo que no se genera trabajo joven en la Argentina. Es un desafío para resolver.
-En muchas encuestas o estudios que se hicieron sobre la mirada de los jóvenes aparece que hay un gran cansancio sobre la grieta política. Por eso surge la antipolítica. Un rechazo sobre las dos coaliciones más grandes. ¿Es difícil deconstruir eso?
-No. Uno está en el gobierno para transformar la realidad, no para comentarla. Si hay un sector etario de la sociedad, que siente que el Gobierno no le da respuesta, va a buscar otra cosa que es el anti gobierno. Es una cuestión de construir políticas que vayan incorporando los jóvenes al mundo laboral. Algo que hizo el gobierno de Cristina es que una cantidad de jóvenes vayan a la universidad como primeros estudiantes universitarios de su generación. Pasó de manera contundente. La beca Progresar es interesante y está bien, pero es importante la continuidad. Si terminan de estudiar tiene que tener mejores posibilidades que si no terminan de estudiar. Cuando uno toma una política, tiene que pensar la que viene después. No quedarse ahí.
-Habla con Alberto Fernández y con Cristina Kirchner ¿Ha intentado hacer gestiones para acercar posiciones entre los dos?
-Hablo con los dos y trato de buscar coincidencias. Y muchas veces las hay. Y salen, se hacen y se concretan. Y seguimos trabajando. Cada uno con su característica. Lo importante es que Alberto es el jefe del Ejecutivo y Cristina la jefa del Senado y eso funciona. Mientras eso funciona, está bien. En el mientras tanto, resolver. En política hablar es hablar para transformar o para resolver. Hablar para que todo quede igual, no tiene sentido. Mientras que nosotros hagamos lo que tenemos que hacer y resolvamos la cuestión de la agenda y vayamos resolviendo las cosas, el diálogo después viene solo.
-¿Mientras la gestión funcione, no importa tanto que ellos no se hablen?
-Yo la verdad no sé si hablan o no. No te lo puedo decir. No conozco. Pero que hablo con los dos, hablo. Y trato de generar coincidencias de manera de construir esta fortaleza del Frente de Todos, que para mi es importante.
-Coincide con lo que han dicho algunos funcionaros como el canciller Santiago Cafiero, y los ministros Martín Guzmán y Aníbal Fernández sobre que debe haber una alineación total con el Presidente?
-Cuando uno conduce y gobierna tiene la obligación de contener a todos. Y esa contención de todos se da teniendo los espacios de debate. Y los espacios de debate no es imponer ideas, sino, a partir de las distintas ideas, sacar una síntesis. Y esa síntesis aplicarla y generar el scrum para avanzar. Son subjetividades. Lo importante es si es positivo el resultado de todas las medidas que se anunciaron en estos días. Si hay una continuidad. Se gobierna con todos. Más en el Frente de Todos. La obligación nuestra es que todos seamos parte de este gobierno y podamos opinar sobre las cosas del gobierno. Por supuesto que el que toma las decisiones finales es el Presidente porque le toca esa responsabilidad. El Presidente interpreta que tiene que ser con todos y creo que lo hace con todos.
-¿No se trata de alinear sino de contener?
-De contener y resolver. En estos días se anunció un bono para jubilados y la semana anterior otros dos. Y ahí participa Fernanda Raverta (titular del ANSES y funcionaria que pertenece a La Cámpora). Hay que gobernar juntos. Para llegar a esa medida se tuvieron que haber sentado, escribir, sacar un número. Habrá participado Guzmán. Habrá dicho esta plata la podemos poner de acá, la sacamos de allá. Y termina en un resultado positivo en una política donde no importa cuál sea la procedencia de cada uno, sino que nos permite resolver una cuestión de un sector al cual nosotros le prestamos atención, que son los adultos mayores.
-Hace un tiempo dijo que veía en el peronismo un clima derrotista.
-Si, entre nosotros. Nos tiramos cosas negativas.
-¿Lo sigue viendo? ¿Cómo se sale de ahí?
-Para eso trabajamos. Hay 2023. Y eso nos une. Cuando analizas cómo surgió el Frente de Todos, no surgió por idea de los dirigentes. La gente nos pedía que nos juntemos. Hoy no hay nadie, ningún militante, que te diga “che, rompan”. La obligación de los dirigentes es prestar atención. De la misma manera que se prestó atención ante una cantidad de militantes que nos pedían que nos juntemos, y los dirigentes interpretaron, especialmente Cristina que lo identificó y creó el Frente de Todos. Me parece que esta etapa implica cuidar el frente. Es una responsabilidad que nos piden los militantes, que nos pide la gente. La gente tiene la ilusión de que superemos esta etapa. Los dirigentes lo entienden. Y ese va a ser el camino hacia un 2023 con el Frente de Todos.
-¿Qué lo llevó al peronismo ese derrotismo?
-Creo que miramos mucha televisión.
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