Un nombre circuló entre los temas de máxima preocupación que trató la UCR en la última reunión que organizaron en La Plata: Javier Milei. Cuando piensan en 2023, no sólo hablan de candidaturas, sino también sobre el futuro de Juntos por el Cambio ante la posibilidad de que el PRO quiera sumar al liberalismo a la coalición. Ante ese escenario, algunos referentes radicales reconocieron a Infobae que existe la posibilidad de una reedición de lo que fue la Convención de Gualeguaychú en 2015 para decidir si se mantiene o se rompe la unidad.
El asado del martes pasado en el nuevo comité provincial, ubicado en la calles 51 y 8 de La Plata, congregó a los presidenciables Gerardo Morales, Facundo Manes y Alfredo Cornejo, así como al anfitrión Maximiliano Abad y una lista de dirigentes y legisladores nacionales como Mario Negri, Ernesto Sanz y Gastón Manes (hermano del neurólogo). El encuentro fue leído como una respuesta a las reiteradas fotos y cumbres que protagonizan las palomas y halcones del PRO. De hecho, durante la cena, el propio presidente de la UCR bonaerense utilizó una analogía futbolera para reconocer que al partido le “falta vestuario”, en referencia a la falta de reuniones que les permitan delinear estrategias.
A diferencia del PRO, el partido centenario ni siquiera comenzó a debatir cómo se definirán las candidaturas entre Morales, Manes y Cornejo. Creen que el año que viene la situación “decantará” y cada uno sabrá cuál es el que mejor se perfila para ganar la pulseada en las PASO. Mientras tanto, el gobernador de Jujuy se resiste a bajar sus pretensiones y el neurólogo ya adelantó que no quiere suceder a Axel Kicillof.
Lo que sí se trató fue el endurecimiento del discurso de Mauricio Macri, que derivó en la posibilidad de que el liberalismo sea incorporado en la coalición opositora. “Es un tema que nos preocupa y nos espanta”, reconoció un alto referente radical a Infobae quien, además, lanzó una advertencia: “No sea cosa que el año que viene, con una UCR fuerte, algunos planteen una nueva Convención como fue la del 2015 en Gualeguaychú para decidir si mantienen o rompen la alianza con el PRO”.
En esa Convención, la postura de Ernesto Sanz -de acercarse a Macri y Elisa Carrió- logró el apoyo de 186 convencionales, 56 más que el sector de Julio Cobos y Morales, quienes impulsaban un acuerdo amplio, que incluyera también el Frente Renovador de Sergio Massa, además de los ex socios del Frente Amplio UNEN. “Fuimos una coalición electoral pero no de gobierno”, repiten todos los radicales sobre el resultado de lo que fue el periodo entre 2015 y 2019. También es la respuesta al amplio enojo y malestar que persiste dentro de la UCR para con el PRO.
El que menos disimula sus diferencias con el partido amarillo es Morales, pero aseguran que Manes comparte el desagrado en sus conversaciones privadas. Incluso, hay serias acusaciones entre los propios radicales sobre supuestos negocios y alianzas con Horacio Rodríguez Larreta de cara al 2023. Con ese escenario, los que apuestan al fortalecimiento de la UCR no descartan que el desencanto con el PRO crezca y los haga repensar, en un futuro, si están dispuestos a mantener la unidad. “Si mostramos competitividad podemos ganarles”, expresan convencidos.
“Tenemos candidatos propios y nuestra interna la resolvemos nosotros, no vamos segundos de nadie”, lanzaron desde el comité nacional el pasado martes. Claro que la posibilidad de mantener la unidad existe - y es la más predominante en las declaraciones oficiales -pero, en ese caso, surge otra premisa que se repite insistentemente: no repetir el rol que tuvieron con Macri presidente. ¿Cómo lo harán? “No hay un manual ni pasos a seguir”, responden.
La experiencia de lo que fue Cambiemos y la crisis que transita hoy el Frente de Todos les otorgan, según analizan, la experiencia para lo que debe ser la negociación de los espacios de poder en caso de que el PRO gane las PASO y eventualmente las generales. Los más esperanzados ya planean cómo podría ser la negociación y hablan sobre los equipos que podrían aportar en los distintos Ministerio. “No fue en vano lo que pasó en 2015″, reflexionan.
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