El peronismo en el Senado no se rompe, por lo menos por ahora. La división en dos bloques del Frente de Todos tuvo un propósito: avanzar con uno de los lugares reservados para el Congreso en la nueva conformación del Consejo de la Magistratura. Sin embargo, esto no se replicará en la actividad parlamentaria y seguirá actuando en conjunto.
Si alguno tendía dudas de que iban a trabajar de esa manera, el primer acto privado fue con todos juntos. A la reunión del interbloque no faltó nadie, ni los 14 senadores que forman parte del bloque de Unidad Ciudadana ni los 21 que conformaron el Frente de Unidad Nacional. Y también se mostraron unidos en la primera acción pública. Representantes de ambos sectores estuvieron en un encuentro con los jefes de los partidos que conforman el Frente de Todos que tenía como leitmotiv apoyar el proyecto de ley para crear un fondo conformado por los dólares repatriados de los evasores en el exterior para pagarle al FMI.
Tanto es así que ni siquiera cambian las autoridades del interbloque. José Mayans, que es el presidente del bloque del Frente de Unidad Nacional, mantiene su cargo como presidente del interbloque del Frente de Todos. Y Anabel Fernández Sagasti, que es miembro de Unidad Ciudad, continúa como vicepresidenta del interbloque -la presidenta de Unidad Ciudad es Juliana Di Tullio.
En la reunión del interbloque, que duró alrededor de cuatro horas, los bloques planificaron la agenda parlamentaria hacia adelante en donde se fueron mezclando temas de la coyuntura política y los pedidos que los senadores traen de parte de los gobernadores, en especial la agenda.
“Van a seguir trabajando como hasta ahora. Esto no es una ruptura sino una división”, explica una fuente del bloque de Unidad Nacional. Y lo repiten todos porque, hasta ahora, es la idea. “Vamos a actuar todos juntos, no hay fractura ni pelea, todo va a seguir como hasta ahora y el paraguas es el Frente de Todos”, agregó la misma fuente.
Un ejemplo de esto es lo que sucedió con el senador Mariano Recalde. Hombre de La Cámpora, en las primeras comunicaciones había quedado del lado de Unidad Ciudadana. Sin embargo, la designación de Martín Doñate como representante por el Senado en el Consejo de la Magistratura cambió el esquema y Recalde pasó el Frente de Unidad Nacional. La explicación se encuentra en lo que fue la principal excusa para la división: Recalde ya es consejero y existía la posibilidad de una impugnación de Doñate porque forma parte del mismo bloque que el camporista, por eso cambio de lugar con Maria Eugenia Catalfano.
Sin embargo, ya hay una primera diferencia. Si se observa la conformación de los bloques, queda a la vista que de un lado quedó el kirchnerismo más “duro”, el que está más referenciado con la vicepresidenta Cristina Kirchner; y, del otro, los y las senadores que están más en línea con las provincias y sus gobernadores.
Sin embargo, y a pesar del discurso de unidad que repiten, algo que se temía en la Casa Rosada -que sabía de la movida que se pergenio en el despacho del primer piso del Senado de la Nación que sufrió las pedradas- quedó plasmada en las primeras conversaciones del interbloque.
“Quedó la parte dura, la que votó en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y la que se muestra más ligada al kirchnerismo más puro. Aunque hay algunos ‘mezclados’, lo que se conversó es que este sector va a tener un poco más de libertad a la hora de blanquear y plantear alguna disidencia con algún proyecto en especial pero se acordó que primero se conversará internamente y en todo caso se dará libertad de acción”, explicó una fuente parlamentaria. No es un ruptura, pero hay una posición de mayor margen de movilidad para el sector que se siente más representado por la vicepresidenta Cristina Kirchner que por el presidente Alberto Fernández.
Esto genera preocupación en la Casa Rosada ya que entienden que en el contexto en el que se encuentra la relación entre el Presidente y la Vicepresidenta la discusión en la Cámara alta en donde el oficialismo mantiene la mayoría se puede complicar. “Con esto hay que olvidarse definitivamente de proyectos como la designación de Daniel Rafecas”, explica resignado un hombre con acceso al despacho presidencial.
El bloque de Unidad Ciudadana hoy está conformado por Juliana Di Tullio, Carlos Linares, María Eugenia Catalfano, Guillermo Snopek, Anabel Fernández Sagasti, Oscar Parrilli, Silvia Sapag, Martín Doñate, Silvina García Larraburu, Nora del Valle Giménez, Ana María Ianni, Matías Rodríguez, María Eugenia Duré y Sergio leavy.
Por el lado del Frente Nacional y Popular, además de José Mayans contará con Guillermo Andrada, Daniel Bensusán, Mariano Recalde, Maurice Closs, Lucía Corpacci, Carlos Mauricio “Camau” Espínola, María Teresa González, Ricardo Guerra, Edgardo Kueider, Claudia Ledesma de Zamora, Marcelo Lewandowski, Cristina López Valverde, Sandra Mendoza, Gerardo Montenegro, José Neder, María Inés Pilatti Vergara, Antonio Rodas, Adolfo Rodrígueza Saá, Rubén Uñac y Pablo Yedlin.
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