El moyanismo fracasó este jueves en su intento de que la Confederación General del Trabajo (CGT) rechace la decisión del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, de asumir al frente del Consejo de la Magistratura por considerar que se trata de “un golpe institucional” y apoye implícitamente la jugada de Cristina Kirchner de dividir el bloque de senadores del Frente de Todos para ocupar más cargos en el organismo.
El tema fue planteado por Omar Plaini (canillitas) durante la reunión del Consejo Directivo cegetista, en la sede de Azopardo 802, y recibió inmediatamente el respaldo de Pablo Moyano (Camioneros), uno de los cotitulares de la central obrera. Para estos dirigentes, enrolados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) y aliados del sindicalismo kirchnerista de la Corriente Federal de Trabajadores, la CGT tenía que expedirse en una cuestión de tanta trascendencia institucional.
“El normal funcionamiento de la República se cimenta en la independencia de los poderes y el respeto de las potestades de la Constitución nacional”, advirtió el Fresimona que lidera el hijo de Hugo Moyano en un comunicado, donde se consideró que la asunción de Rosatti como presidente del Consejo de la Magistratura es “un ataque al orden constitucional”.
Sin embargo, la propuesta de Plaini y Moyano fue descartada luego de la intervención de Maia Volcovinsky, dirigente de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), quien dio una larga explicación jurídica sobre el tema a sus colegas de la CGT y afirmó que tiene que haber jueces que no respondan al poder político y que se desempeñen de manera imparcial.
Fue el dato saliente de una reunión realizada a 41 días de la última realizada por el Consejo Directivo de la CGT y que contó con la reaparición de Pablo Moyano y dirigentes de su sector como Plaini, a quienes el sector mayoritario de la central obrera, liderado por Héctor Daer (Sanidad), de “los Gordos”, y Carlos Acuña (estaciones de servicio), del barrionuevismo, no invitaron a dos encuentros cegetistas que tuvieron lugar el 8 y 9 de marzo en las sedes de UPCN y la UOCRA, en esta Capital.
Pese al debate intenso sobre el Consejo de la Magistratura, el clima fue tranquilo y las deliberaciones de la dirigencia cegetista, que se extendieron durante casi cinco horas, incluyeron duras críticas contra el Gobierno por la política económica, los aumentos de precios y el alza incesante de la inflación, además de “la pelea feroz” entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner que, según coincidieron, “paraliza la gestión” y hace “peligrar” las chances de que el Frente de Todos gane las elecciones de 2023.
Al comienzo, los sindicalistas aprobaron por unanimidad el informe sobre las negociaciones de la cúpula cegetista con el Gobierno y la Unión Industrial Argentina (UIA) para “coordinar acciones antiinflacionarias”. Luego se abrió la ronda de intervenciones de cada uno de los presentes, que dieron detalles de la realidad salarial y laboral. Y allí surgió otra coincidencia: hablaron de defender el sistema de paritarias para “proteger el salario” y de pedir medidas para generar fuentes de trabajo.
El siguiente punto para discutir fue la crisis de las obras sociales. El encargado de brindar un detalle sobre este tema fue el secretario de Acción Social de la CGT, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), quien les informó a sus colegas sobre las negociaciones iniciadas con el Gobierno para avanzar hacia “la integración del sistema de salud” en la Argentina.
En el informe sobre el tema se mencionan medidas que apuntarán a mejorar el financiamiento del sistema, como “la liberación de la cuota de las empresas de medicina prepaga con el índice RIPTE como techo de incremento bimestral”, “el aporte del 15% al Fondo Solidario de Redistribución de todo aporte percibido por las prepagas por planes superadores, con las obras sociales como agentes de retención”, “el tope en la transferencia de aportes” y la “redefinición de los copagos a abonar en los puntos de atención por parte de los afiliados, que se actualizarían cada dos meses con el RIPTE como techo”.
Otro punto tiene que ver con resolver el problema de “las obras sociales inviables”, para lo cual plantea “la necesidad de propiciar acuerdos de colaboración entre obras sociales para mejorar los indicadores de crisis”.
En cuanto a los medicamentos de alto precio, la propuesta que analizan el Gobierno y la CGT propicia “la creación de un Fondo Nacional de Tecnologías de muy alto precio financiado con recursos del Tesoro Nacional y con una permanencia de 36 meses de la tecnología antes de ser financiado por las obras sociales” y “la creación de una Junta Nacional Permanente similar a las juntas médicas de las ART”. También se contemplan medidas de alivio fiscal y mejoras en la gestión del sistema de salud.
Además de Daer, Acuña, Moyano, Plaini, Volcovinsky y Lingeri, participaron del encuentro Andrés Rodríguez (UPCN), Rodolfo Daer (Alimentación), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Sergio Romero (UDA), Carlos Frigerio (cerveceros) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza), entre otros. El dato novedoso fue el debut cegetista del nuevo líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, y una nutrida presencia femenina: por Comercio, por ejemplo, no estuvo Armando Cavalieri sino Romina Santana.
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