En medio de la ola de crímenes que no cesa en la ciudad, el jefe de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe, que abarca a Rosario, Natalio Marciani, fue desplazado de su cargo luego de que la Justicia allanara una de las sedes de esta fuerza en el marco de una denuncia en su contra. Así se transformó en el séptimo funcionario que es apartado del puesto en poco más de dos años.
De acuerdo con lo que informó el Ministerio de Seguridad de esta provincia, su lugar será ocupado de manera interina por quien hasta el momento era la subjefa del cuerpo de efectivos, Betina Soledad Governatori, hasta que se designe formalmente a alguien más.
La decisión se tomó luego de que, por orden de un fiscal, se realizara un operativo en la sede local de la Policía, durante el cual se secuestraron algunos teléfonos celulares que podrían servir en una causa por presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Según detallaron los medios locales, esa acusación fue presentada días atrás por el jefe de la Policía de Santa Fe, Emilse Chimenti, y quedó en manos del fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, José Luis Caterina.
La agencia de noticias Télam informó que Marciani, quien estuvo solamente tres meses al frente de la Unidad Regional, también había realizado con anterioridad una presentación judicial que apuntaba a Chimenti cuando la jefatura policial de la provincia estuvo en forma interna a cargo de la fuerza en la ciudad de Rosario.
A través de un comunicado emitido por la cartera de Seguridad de Santa Fe y difundido este jueves, la subjefa del cuerpo de seguridad, Governatori estará a cargo de la URII “hasta que se designe un nuevo jefe”.
El reemplazo de Marciani por su segunda constituye el octavo cambio de cúpula policial en Rosario desde que asumió el actual gobernador santafesino, Omar Perotti, en diciembre del 2019, hace poco más de dos años.
El primer jefe, el comisario Marcelo “Conejo” Gómez, sólo duró cuatro días en el cargo, luego de que el entonces ministro de Seguridad, Marcelo Sain, lo desplazara de la conducción y lo denunciara penalmente por haber dejado sin custodia edificios públicos y puestos fijos de esta ciudad santafesina.
El recambio de Marciani se produce, además, en medio de un recrudecimiento de la violencia en la principal ciudad de Santa Fe, que registra más de 80 homicidios en lo que va del año.
El lunes pasado la ola de crímenes sumó un nuevo capítulo, cuando Nara Giselle Acosta, de 32 años, fue encontrada muerta en el jacuzzi de un hotel en circunstancias que todavía no fueron esclarecidas.
Por otra parte, el martes once armas y más de 100 municiones fueron secuestradas en una vivienda del barrio Empalme Graneros, de Rosario, durante un allanamiento originado en una causa por balaceras. En ese marco, una mujer y su hijo quedaron detenido y acusados por la tenencia del arsenal.
Los sospechosos detenidos en el aguantadero tienen 45 y 20 años y estaban en la vivienda allanada de Garzón al 900 bis. En esa casa, que aparentemente se utilizaba como depósito de armas de una banda delictiva, también había frascos con cogollos de marihuana.
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