El congreso nacional de delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) comenzará este martes en Mar del Plata con un discurso del gobernador Axel Kicillof y podría cerrarse el jueves con la presencia de Máximo Kirchner. De esa forma, se confirmaría el viraje del principal sindicato industrial de la Argentina hacia el kirchnerismo, postura que se cristalizó a partir del desplazamiento de Antonio Caló de la jefatura del gremio y su reemplazo por Abel Furlán, jefe de la seccional Campana.
Los vínculos de la nueva conducción metalúrgica con los K quedaron a la vista cuando el hijo de Cristina Kirchner participó el 24 de marzo del acto de asunción de Adrián Pérez como número uno de la seccional Quilmes de la UOM, con la presencia de Furlán. Y el líder de La Cámpora y el jefe metalúrgico estuvieron juntos, al lado de Kicillof, en el acto que se hizo el 5 de abril en Merlo cuando asumió el kirchnerista Walter Correa, del gremio de Curtidores, al frente de la CGT Regional Oeste.
En el congreso de la UOM, más allá de las presencias políticas, se prevé un endurecimiento en materia salarial: algunas seccionales como La Matanza plantearán la reapertura de las paritarias a sólo un mes de que se firmó un 45% de aumento en tres tramos. Ese porcentaje causó malestar en las bases metalúrgicas y con el paso de los días el clima empeoró cuando se conoció la inflación récord de marzo, del 6,7%, lo que anticipa, según algunas consultoras, que llegará al 65% anual.
Todo indica que Furlán avalaría el reclamo salarial de la seccional La Matanza, pero encarrilaría la exigencia dentro de los parámetros del acuerdo firmado por él mismo la semana pasada para la rama siderúrgica: la UOM reclamaría que el 45% se aplique en todos los rubros del sueldo (lo que se llama salario conformado) y que, en la práctica, duplicaría el incremento obtenido inicialmente.
La exigencia metalúrgica dejaría desacomodados a los empresarios y al propio Gobierno, que abrió las paritarias de sindicatos importantes cuyas negociaciones estaban cerradas y no de las que recién se acaban de firmar. En el caso de la UOM, el convenio vigente incluye el compromiso de empresarios y sindicalistas de reunirse recién en noviembre para analizar la revisión del aumento.
De todas formas, desde hace dos años el convenio colectivo de la UOM contempla una cláusula por la cual las empresas que atraviesen una situación de crisis “podrán adecuar” los plazos de pago y los montos de lo firmado mediante acuerdos con la representación sindical a nivel de las seccionales de la UOM. Fue una alternativa ideada durante la pandemia para que los acuerdos salariales se adaptaran a la situación económica de pymes que estaban en crisis por la paralización de actividades dispuesta por el Gobierno.
El congreso metalúrgico contará con la presencia de unos 200 delegados y, como es tradicional, tratarán la memoria y balance del sindicato y de la obra social. Luego se abrirá el debate y en ese momento está previsto que se plantee la mejora del 45% pactado.
Caló ya no viajará a Mar del Plata en un auto de la UOM con chofer, sino que lo hará en un vehículo que pondrá a disposición de él Emiliano Gallo, titular de la seccional Vicente López y el principal aliado que le quedó luego de la rebelión interna que lo desplazó. Los delegados porteños participarán del congreso, aunque trascendió que muchos de ellos no irían para expresar su malestar con la conspiración interna que sacó al ex líder metalúrgico de su puesto durante el congreso metalúrgico del 22 de marzo pasado.
En esa oportunidad, Furlán consiguió el apoyo de la mayoría de las 54 seccionales en medio de un malestar general con la conducción de Caló, un fiel adherente al gobierno Alberto Fernández que estaba al frente del sindicato desde hace casi 20 años. Al desplazado líder de la UOM le reprochaban haber firmado paritarias “a la baja” y alinear al gremio en el albertismo. No casualmente, tres días antes de su caída, Caló había apoyado la reelección del primer mandatario, algo que no hicieron ni los más íntimos amigos sindicales del jefe del Estado. “Si es por mí, Alberto debería seguir -dijo-. Lo conozco desde que está con Néstor y me parece un excelente presidente”.
Ahora, si se concretan la doble presencia kirchnerista en el congreso marplatense, a través de las presencias de Kicillof y Máximo Kirchner, no habrá dudas acerca del reperfilamiento político de la UOM. Menos todavía si, además, el sindicato avanza hacia una reapertura de paritarias que puede hacer tambalear la idea del ministro de Economía, Martín Guzmán, de que los acuerdos salariales que se revisaron y que se están por cerrar no superen la franja del 50%-55% anual para evitar que impacten en la elevada inflación.
SEGUIR LEYENDO: