A horas de ser otorgada su excarcelación por una condena de evasión de impuestos, el empresario de la carne, José Alberto Samid, convocó a un asado militante por la “unidad” del peronismo en las redes sociales que se realizará en la localidad bonaerense de Cañuelas. Ya sin pulsera electrónica, contó también sus primeras decisiones en libertad y reveló un insólito episodio que tuvo con la policía, al que describió como “terminar en cana otra vez”.
El Tribunal Oral Penal Económico (TOPE) N°1 de la ciudad de Buenos Aires excarceló este miércoles bajo palabra a José Alberto Samid, condenado por evasión de impuestos, y lo citó a comparecer el próximo lunes por la mañana para labrar el acta correspondiente, además de establecer ciertas pautas de conducta.
Con el goce de ese nuevo beneficio, lo primero que hizo Samid fue convocar a un “asado militante” desde su cuenta personal de Twitter.
“El 1 de mayo invito a todos los compañeros a Cañuelas para un asado de la unidad. Todo el peronismo está dividido y hay un puterío (sic) bárbaro. Vamos a hacer un asado por la unidad, con compañeros de la provincia de Buenos Aires en un congreso abierto. Que cada uno venga y diga lo que tenga para decir en diez minutos”, dijo en declaraciones a FM Delta sobre las características del encuentro.
Según Samid, el peronismo necesita recalibrar su política y la iniciativa apunta “a ver si encontramos un camino, porque evidentemente no lo encontramos. No damos con el diagnóstico del verdadero problema”.
De acuerdo al empresario carnicero, Argentina tiene un “solo problema” y está vinculado a que “nos roban toda nuestra riqueza: el oro, la plata, los pescados, el litio, el petróleo y el gas”. “Nos roban todo, siempre vamos a la agricultura y la ganadería. Con el litio tenemos que renegociar los contratos. Nos roban todos los pescados y no decimos nada. Como nos roban toda nuestra riqueza, al Gobierno no le cierran las cuentas y tiene que emitir. Nos roban 100 mil millones por año”, ilustró.
Tras el nuevo índice de inflación, que alcanzó el 6,7% interanual, Samid afirmó que el precio de los alimentos y los productos argentinos “no es caro” al compararlo con el resto del mundo. “En Uruguay, este fin de semana vinieron a llevarse todo, los paraguayos y brasileros igual. Nuestros valores con la mercadería en comparación con los países limítrofes son baratos, entran y se llevan todo”.
Desde su punto de vista, el carnicero planteó que los esfuerzos no tienen que estar puestos en “bajar” el precio de las mercaderías, sino que “lo que están mal son los salarios” y que “la gente tiene que ganar el doble”, por lo que los sindicatos tienen que “pedir un 100% de aumento”.
“Todo está dolarizado, los servicios, la materia prima; lo único que no suben son los salarios. Hay que dolarizar el salario. El sueldo mínimo tiene que ser de 200 mil pesos. Con eso, la carne y el precio del pan no van a ser caros”, concluyó.
El episodio en la comisaría
Samid fue sentenciado a cuatro años de cárcel y estaba cumpliendo prisión domiciliaria, luego de que le fuera otorgada la excarcelación esta semana con un fallo firmado por los jueces del TOPE 1, Luis Gustavo Losada, Diego García Berro e Ignacio Carlos Fornari. Entre los argumentos que se señalaron, el tribunal manifestó que el empresario había sobrepasado holgadamente el cumplimiento de las dos terceras partes de la pena privativa de la libertad.
Antes de ese fallo, Samid había logrado algunos permisos para ir a trabajar, pero ese beneficio laboral se le revocó cuando el año pasado fue visto en una parrilla de la ciudad bonaerense de Ramos Mejía, su lugar de residencia.
Pese al nuevo beneficio, las complicaciones con las autoridades se reanudaron de manera insólita. Al día siguiente de que le quitaran la pulsera, el empresario de la carne contó un confuso episodio vinculado a su situación legal. “Me fui a la peluquería para que me retoquen un poquito (el pelo). Cuando salgo, viene un policía y me llevan en cana otra vez. Me preguntaron de quién era la camioneta que estaba afuera (de la peluquería y que lo tenía que acompañar, porque tenía pedido de robo”, dijo en las declaraciones radiales.
Samid indicó que la camioneta era suya y que, efectivamente, había sufrido un robo hace unos años cuando era usada por su esposa. Había estado diez días desaparecida. “No había levantado el pedido de secuestro”, comentó. “Yo tenía los papeles que me había hecho la Policía. Además, el robo es como si lo hubiera hecho yo, ¡si la camioneta es mía! En diez minutos se aclaró todo”, concluyó.
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