Dos años después, archivan la causa por los barbijos vencidos que compró el Gobierno porteño

Se investigaba la contratación de la empresa Green Salud en el comienzo de la pandemia. Sin embargo, se dio por probado el rol de “lobbista” del ex subsecretario Deportes Luis Lobo y de un publicista

Guardar

Nuevo

Larreta ordenó una investigación cuando se detectaron las irregularidades (Foto: Walter Carrera-mig/GCBA)
Larreta ordenó una investigación cuando se detectaron las irregularidades (Foto: Walter Carrera-mig/GCBA)

Pasaron exactamente dos años y todo quedó en la nada. El fiscal porteño Maximiliano Vence acaba de archivar la investigación por la fallida compra de 1.600 barbijos que estaban vencidos. En la operación había estada involucrada la firma empresa Green Salud, creada unos meses antes. El fiscal determinó que no hubo perjuicio económico para la Ciudad y que los empresarios vendieron los barbijos sin saber que estaban vencidos.

En abril de 2020, luego de dos licitaciones desiertas, el entonces subsecretario de Administración del Sistema de Salud, Nicolás Montovio, autorizó la adjudicación a Green Salud, bajo la modalidad de una contratación directa, de 15.000 barbijos por un total de $45 millones. De esos 15 mil, penas se entregaron 1600. Ante las primeras denuncias periodísticas, publicadas en la revista Noticias, la firma sospechada rescindió el contrato.

Unos días después, Infobae reveló que los barbijos entregados estaban vencidos. La empresa que produce los barbijos, la multinacional 3M, terminó descubriendo que la partida entregada, del modelo 8577, habían sido fabricados en mayo de 2013 y que tenían una vida útil de apenas tres años. El Gobierno inmovilizó, entonces, los barbijos que ya habían sido entregados en un depósito y comenzó una investigación interna “para garantizar que no hubo perjuicios económicos contra el Estado”.

Había otra irregularidad notoria en esa contratación: la empresa Green Salud, del abogado Ignacio Sáenz Valiente, no registraba ventas anteriores. Había sido creada unos meses y terminó siendo una intermediaria para revender insumos médicos en el peor momento de la pandemia.

Ignacio Saénz Valiente era el dueño de Green Salud.
Ignacio Saénz Valiente era el dueño de Green Salud.

Luego de dos años de investigación, el fiscal Vence determinó que no hubo perjuicio económico para la Ciudad porque no se llegó a concretar el primer pago. Además sostuvo que no hubo sobreprecios porque era un producto escaso en un momento donde “no había oferentes”.

Sin embargo, Infobae reveló en su momento que Green Salud llegó a mandar una factura por los 1600 barbijos. Se trataba de la factura 001, es decir, la primer factura emitida por la empresa de Sáenz Valiente, algo similar a lo que ocurrió con “The Old Fund” para la reestructuración de la deuda de la provincia de Formosa (en ese caso fue la 003 porque las dos primeras se habían anulado). La factura nunca fue cargada en el expediente y desapareció.

Llegado el momento de analizar el estado de los barbijos, el fiscal argumentó que el abogado Sáenz Valiente fue solo un “pasamos”, que nunca llegó a “inspeccionar” la mercadería. “Surge claro que Sáenz Valiente al momento de materializar la provisión en la sede del Ministerio de Salud no sabía que los barbijos que estaba entregando al GCBA estuvieron vencidos. Lo que resulta todavía más creíble aún si se tiene en cuenta que posteriormente intentó donarlos”, opinó el fiscal en una resolución de más de 50 carillas a la que tuvo acceso Infobae.

infobae

No obstante, la investigación determinó que la empresa Green Salud logró ser contratada por las gestiones de Luis Lobo, el ex tenista que fue subsecretario de Deportes de la Ciudad, y de Mariano Cornejo, un publicista plagado de contactos en el mundo político, tal como reveló Infobae en mayo de 2020. “Se encuentra acreditado que Montovio obtuvo el contacto de señor Mariano Cornejo por parte de su colega de trabajo Luis Lobo. En esa oportunidad, Lobo referenció a Cornejo como una persona de confianza aunque señaló desconocer los productos que en definitiva se encontraba ofreciendo a la venta”, dice la resolución.

Según consta en el expediente electrónico, Montovio firmó la contratación a las 0:57 del lunes 6 de abril, apenas una horas después de la misteriosa aparición de Green Salud. Ese mismo día, aunque era un domingo, varios funcionarios de Salud dieron el aval para la contratación.

Nicolás Montovio tuvo que renunciar por las compras en plena pandemia.
Nicolás Montovio tuvo que renunciar por las compras en plena pandemia.

Pese a las irregularidades, Vence priorizó que no había relación previa entre el funcionario que firmó la adjudicación, Montovio, y la empresa oferente, es decir, Sáenz Valiente. Tampoco tuvo en cuenta el vínculo comercial de Sáenz Valiente con el hermano del jefe de Gabinete Felipe Miguel, Rodrigo Miguel. “Del relevamiento de la conductas de los funcionarios a través de la gestión del expediente electrónico, no arrojaron evidencias que hagan presumir que el Jefe de Gabinete porteño haya tenido algún tipo de injerencia en la decisión del titular de la Subsecretaría de Administración del sistema de Salud (Montovio)”, como así tampoco que éste último se hay interesado en al forma directa en miras a beneficiar a Green Salud”, opinó el fiscal.

En la misma resolución, Vence archivó las actuaciones por la compra de 300 mil test serológicos (en realidad se compraron 182 mil) a la firma HN Singapur Pte Ltd para testear al personal médico, trabajadores de geriátricos y otras áreas del gobierno porteño.

El mismo fiscal mantiene abierta una investigación por la compra de 5 millones de barbijos a E-ZAY, otra empresa que no tenía antecedentes en el rubro. “Todos los plazos están vencidos y el fiscal todavía no resolvió la situación de las personas involucradas”, se quejó una fuente con acceso al expediente.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar

Nuevo

Últimas Noticias