La interna del Frente de Todos pasa a un segundo plano en la dirigencia cuando miran hacia afuera y, más allá de la situación que se vive en los barrios, el malhumor social se evidencia en los sectores medios. Ante Infobae, un intendente del sur del conurbano pronosticó: “Creo que lo peor ya pasó, vamos a llegar bien al 2023, pero quien no la están pasando bien es la gente”. Más enfático había sido el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, cuando semanas atrás había dicho que si no se toman las medidas que hay que tomar van “a ver al próximo gobierno sentados desde un café”. La discusión sobre el rumbo del proyecto político ya no es una idea, está materializada y empezó a darse de abajo hacia arriba. Las distintas tribus del Frente de Todos miran las elecciones del año que viene, en donde reconocen que sin un giro en la política económica, todo será cuesta arriba.
“No tiene que ver con los nombres, eso si querés dejalo de lado. Lo que estamos discutiendo es el rumbo y la falta de escucha de quien tiene que tomar las decisiones macro”, le dice a Infobae un dirigente bonaerense de La Cámpora. Y agrega: “Si no resolvemos eso y llegamos así al año que viene, vamos directo al precipicio y del otro lado ya sabemos lo que hay. Nada”.
Y el impacto electoral de la provincia de Buenos Aires es casi definitivo en la elección nacional. El territorio que hoy gobierna Axel Kicillof representa el 37% del padrón electoral. El run run del desdoblamiento electoral y que la provincia de Buenos Aires vaya desenganchada de la elección es de difícil implementación. Tienen que modificarse leyes en la Legislatura bonaerense, el Frente de Todos necesitaría conseguir los votos y políticamente, como adelantó Infobae, no es la idea que tiene Kicillof en su cabeza. En principio, el gobernador buscará la reelección para terminar los planes de gestión que empezó a motorizar con su plan 6x6 y desenganchar la elección implicaría también no ir en la boleta cerca de la vicepresidenta Cristina Kirchner, hoy la máxima figura electoral en la Primera y Tercera sección electoral.
El pedido de reacción es hacia el gobierno nacional. Emana desde el líder de La Cámpora y presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, desde otros dirigentes de La Cámpora, intendentes del peronismo y hasta el gobierno bonaerense que encabeza Kicillof.
La falta de coordinación en materia económica es una de las problemáticas que analizan en La Plata y en el conurbano. Las desavenencias de las últimas horas entre el Secretario de Comercio, Roberto Feletti por un lado y el ministro de Economía, Martín Guzmán, por el otro, marcaron un punto de inflexión. “Estamos en un momento muy difícil. El Ministerio de Economía tiene que bajar líneas claras de política económica que reduzcan esta volatilidad y preserven los ingresos populares, si no esto se va a poner feo”, dijo Feletti días atrás en Radio Con Vos.
Antes de eso, había sido Máximo Kirchner quien en un acto de la CGT en Merlo, del que también participó Kicillof, recordó el trabajo de la Secretaría de Comercio durante la presidencia de Cristina Kirchner. Acaso en un doble mensaje, el presidente del PJ bonaerense rememoró la turbulencia económica de 2013 con la devaluación posterior, aunque ponderó haber salido a flote: “Estaba Axel en el Ministerio y Augusto Costa en una Secretaría de Comercio potente apoyada por la Presidenta”, dijo.
Aunque por momentos no se quiera personalizar, los destinatarios de la crítica son dos: el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán. Molestó incluso la foto de Guzmán con el Club de París. “Se lo necesitaba acá, no necesitaba huir de la Argentina para esa foto”, repiten en el kirchnerismo.
En el espacio que encabeza la Vicepresidenta ven medidas esporádicas en lo que tiene que ver a la política económica de impacto doméstico, como las mesas que arman con supermercadistas, empresarios de la alimentación, industriales o sindicalistas, pero cada una por separado no tienen resultados firmes.
Aunque no se perciba un clima de estallido social a la brevedad, producto de que todavía funcionan las redes de contención, en el plano político electoral la dirigencia ya habla de un malestar en los sectores medios. Los mismos que terminaron inclinando la elección a favor del peronismo por la crisis de Cambiemos en 2019. “Tenemos que hacer algo con los monotributistas por ejemplo o la gente que alquila que tampoco tiene ninguna perspectiva sobre cuánto van a terminar pagando de alquiler. Esos son los que te cambian el voto de una elección a otra”, advierte un funcionario provincial.
En el medio, el Frente Renovador con Sergio Massa a la cabeza busca aunar o acercar a las partes y trabajar por sostener la unidad del oficialismo. “No hay que hablar de candidaturas”, dice el presidente de la Cámara de Diputados y pide construir la institucionalización del Frente de Todos, por ahora sin demasiada respuesta. Sabe que esa decisión la tiene que tomar el presidente Fernández en el plano nacional y el gobernador Kicillof en la provincia.
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