En un contexto de tirantes internas tanto dentro del oficialismo como de la oposición, un simple asado que tuvo lugar en San Isidro causó sorpresa y despertó interés en el mundo político. El miércoles por la noche, una decena de dirigentes del radicalismo, el peronismo antikirchnerista, el progresismo y el macrismo “dialoguista” se dieron cita en la casa del ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.
Si bien provienen de espacios diferentes, los comensales comparten un diagnóstico muy negativo sobre la situación social, económica y política de la Argentina. Ante un futuro que genera mucha preocupación, más allá de quién gane las elecciones en 2023, todos coinciden en la necesidad de superar la grieta y consolidar un espacio de diálogo y consenso dentro de la oposición.
Insistieron en que la reunión no fue el puntapié de un armado electoral de cara a las presidenciales del año que viene. Ninguno intenta romper con la estructura a la que pertenece ni adelantar posibles alianzas. De hecho, la mayoría de los participantes de la cumbre tiene aspiraciones muy concretas. El gobernador jujeño y titular de la UCR, Gerardo Morales, anunció públicamente más de una vez que aspira a ser el candidato radical para disputar la interna presidencial de Juntos por el Cambio.
Por su parte, el diputado Rogelio Frigerio ya está lanzado -con buenos pronósticos- a la carrera por la gobernación de Entre Ríos y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, apunta a hacer lo propio en Santa Fe. En tanto, Emilio Monzó todavía no definió si su futuro político lo encontrará como parte del armado de Horacio Rodríguez Larreta y hasta coquetea con la idea de ser armador de la candidatura de Patricia Bullrich. Tampoco desistió de competir por la gobernación bonaerense. Sea cual fuere el caso, tendrá un lugar relevante de cara a la contienda electoral del año que viene.
Urtubey, ex gobernador y ex candidato a vicepresidente de Roberto Lavagna, apunta a volver a las grandes ligas de la política luego de tres años de alejamiento. Algo similar a lo que sucede con Florencio Randazzo, que entró con lo justo a la Cámara de Diputados y aspira a recobrar un lugar de mayor preponderancia. El futuro político del gobernador cordobés Juan Schiaretti es uno de los más inciertos.
Los flamantes referentes del club “anti grieta” ya acordaron que volverán a reunirse. El encuentro podría concretarse en 15 días, pero no tiene fecha definida. En principio, apuntan a juntarse periódicamente, una vez por mes. Para ese entonces buscan sumar alguna otra figura de peso. En la lista corta aparecen el gobernador correntino Gustavo Valdés, su par mendocino Rodolfo Suárez y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. También el senador y referente de Evolución Martín Lousteau y el flamante diputado Facundo Manes. Todos con perfil dialoguista y experiencia en la gestión (excepto Manes).
Sin embargo, según detalló a Infobae uno de los participantes, otros dirigentes con un discurso más duro, como la presidenta del PRO, Patricia Bullrich; el Auditor General de la Nación, Miguel Ángel Pichetto; el senador y ex gobernador mendocino Alfredo Cornejo; y el diputado y ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy, también tendrán las puertas abiertas. Algunos ya fueron apalabrados, pero los organizadores se negaron a adelantar nombres para no generar tensiones innecesarias.
Por otro lado, descartaron de plano una eventual invitación a Sergio Massa o cualquier otro referente del Frente de Todos. Las especulaciones en torno al presidente de la Cámara baja se basaban en que junto a Schiaretti y Urtubey había conformado el Peronismo Federal en 2018, un espacio que terminó por desintegrarse cuando Massa se sumó al Frente de Todos.
“Esto no es una tercera vía ni busca romper Juntos por el Cambio. Van a convocar a todos los dirigentes de la oposición. La lógica es prepararse para lo que viene porque coinciden en que la situación social no da para más”, explicaron cerca de uno de los “dialoguistas” del PRO.
Tal como adelantaron, el lugar ideal para plasmar esta iniciativa es el Congreso de la Nación, donde todas estas vertientes políticas tienen representación. Por ejemplo, Randazzo, Graciela Camaño y los tres diputados que responden a Schiaretti ya funcionan en tándem dentro del Interbloque Federal. Dos de los comensales incluso se entusiasmaron con que se podría alcanzar una mayoría de 130 votos en la Cámara de Diputados con temas de amplio consenso.
Durante la reunión del miércoles no se habló de proyectos puntuales, pero según revelaron a Infobae, los mayores consensos girarían en torno a la calidad institucional -que podrían materializarse pronto en un proyecto para implementar la boleta única en las elecciones-, el federalismo y la agenda productiva. Buscarán consensuar iniciativas que incluyan beneficios para sectores como el campo y las pymes, y protección de inversiones (por ejemplo, convenios para garantizar el retiro de utilidades)
También debatirán sobre distribución “equitativa” de los subsidios, equilibrio fiscal, reducción impositiva e independencia de la Justicia. Otros mencionaron la ley de alcohol cero y la problemática de los subsidios a los transportes.
“Tenemos que ver cómo generar un clima favorable de negocios para que haya inversión y generación de trabajo en el sector privado. Cómo darle gobernabilidad al próximo gobierno que tiene que encarar reformas profundas”, explicaron.
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