Alberto Fernández y Justin Trudeau coincidieron en votar la suspensión de Rusia del Consejo de DDHH de la ONU por la masacre en Bucha

El Presidente mantuvo una videollamada privada de 37 minutos con el primer ministro de Canadá, que lanzó una ofensiva contra Vladimir Putin en los organismos internacionales

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El último encuentro entre Alberto Fernández y Justin Trudeau durante el cónclave del G20
El último encuentro entre Alberto Fernández y Justin Trudeau durante el cónclave del G20

El presidente Alberto Fernández mantuvo hoy una conferencia privada por videollamada con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para intercambiar posiciones sobre la agenda geopolítica vinculada a la crisis humanitaria generada por la guerra entre Rusia y Ucrania, que ya lleva miles de víctimas civiles y el desplazamiento forzado de millones de personas.

La llamada virtual se hizo desde Casa Rosada a las 10 de la mañana -hora argentina-, con un temario que incluyó una iniciativa del mandatario canadiense para apoyar a los refugiados ucranianos y su ofensiva para aumentar la presión sobre el presidente ruso Vladimir Putin, a quien busca aislarlo de los organismos internacionales.

La videollamada, que se extendió durante 37 minutos, se focalizó exclusivamente en la situación en Ucrania y las iniciativas de ayuda humanitaria para la población civil y los refugiados. Hubo coincidencias en la decisión de avanzar en la condena a Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por la masacre en Bucha, una ciudad al noroeste de la ciudad de Kiev, donde aparecieron imágenes de miles de cadáveres al cielo abierto, encontrados tras el avance de las fuerzas militares de Putin.

Argentina ya tenía definido votar, junto a la propuesta de los Estados Unidos, de suspender a la Federación Rusa de ese organismo de Naciones Unidas. La condena y exclusión temporal de la delegación de Moscú requiere de una mayoría especial de dos tercios de los presentes en la Asamblea General de la ONU.

Del encuentro virtual con Trudeau asistieron el ministro de Economía, Martín Guzmán, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz y Luciana Tito, jefe de Gabinete de Cancillería. El ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, estuvo con una ausencia justificada en la call. Fue a recibir el avión del presidente de Bolivia, Luis Arce, que tiene prevista su visita a las 11 en la Casa Rosada para negociar los volúmenes de gas natural que necesita el país para sobrellevar la demanda energética durante el invierno.

Trudeau le transmitió también a Alberto Fernández su campaña “Stand Up for Ukraine” que convocó el gobierno canadiense junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para recaudar fondos para los refugiados ucranianos. La misma propuesta había sido comunicada el martes al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

La videoconferencia coincide con un llamamiento de Justin Trudeau para impedir la asistencia de Putin a la próxima cumbre del G20, que será en Indonesia el 15 y 16 de noviembre en Bali. El gobierno canadiense convocó a todos los países que integran el organismo de gobernanza global para bloquear a Moscú, como parte de las represalias que despliegan las potencias occidentales sobre el Kremlin por el recrudecimiento de las hostilidades que desplegó sobre la soberanía y la población ucraniana.

Argentina ocupa una de las bancas en el organismo compuesto por la veintena de países con mayor influencia económica en el mundo. Y Putin no descarta asistir al cónclave, según confirmaron desde el gobierno ruso. “La decisión se tomará dependiendo de la situación”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

La discusión sobre la permanencia de Rusia en el G20 vuelve a plantear un desafío diplomático para el gobierno de Alberto Fernández, que repudió los ataques rusos sobre Ucrania tras varias posturas vacilantes al comienzo del conflicto bélico. Un equilibrio complejo, luego de que su política exterior cultivó un vínculo cercano con el gobierno de Vladimir Putin durante la pandemia para el suministro de vacunas Sputnik V e incluso reforzó esa asociación con su última gira a Asia y a Moscú.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau encabeza una ofensiva para aislar a Putin del G20 (REUTERS/Blair Gable)
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau encabeza una ofensiva para aislar a Putin del G20 (REUTERS/Blair Gable)

En estas conversaciones, será determinante la presión de las potencias occidentales y la posición de los socios latinoamericanos, como Brasil y México. El presidente AMLO es un aliado central de Alberto Fernández para evitar el aislamiento en la región en los temas más controversiales y que tensionan con los intereses de Washington.

“El presidente López Obrador y yo compartimos nuestra preocupación sobre el impacto humanitario por la guerra en Ucrania y le invité a formar parte del evento #StandUpForUkraine para apoyar a los refugiados ucranianos y otras personas que han sido desplazadas”, escribió Justin Trudeau sobre México esta semana en su cuenta de Twitter.

La posición de Trudeau es tajante sobre la discusión geopolítica que atraviesa al concierto de las naciones y se muestra como un aliado de Volodímir Zelenski, el mandatario ucraniano. Afirmó que en el G20 “no puede ser que Vladimir Putin se siente en la mesa y pretenda que todo está bien”, y no considera al mandatario ruso como un “socio productivo” para la mesa de diálogo en un mundo al que le irrumpió una nueva crisis económica, ocasionada por la guerra en Europa del Este.

La exclusión de Rusia en los espacios de decisión global es una línea de política exterior del gobierno canadiense. Ya se habían opuesto a la propuesta del entonces presidente norteamericano, Donald Trump, a que Putin ocupe una banca en el G7. Por entonces, Trudeau cuestionaba la anexión en 2014 de la península de Crimea.

La continua falta de respeto por las reglas y normas internacionales es la razón por la que (Rusia) sigue fuera del G7 y seguirá estando”, definía el primer ministro.

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