La oposición de Juntos por el Cambio intensifica su reclamo para que se flexibilice el uso del tapabocas en las escuelas de la provincia de Buenos Aires. El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, le pidió públicamente al gobernador Axel Kicillof que “es momento de terminar el barbijo en las escuelas”, debido a la mejora de la situación epidemiológica de coronavirus ante la caída de los contagios.
“En el contexto de una pandemia controlada y con una población ampliamente vacunada, podemos basarnos en lo aprendido en los dos últimos años. Las escuelas no son un foco de contagio”, expuso el jefe comunal del conurbano norte en sus redes sociales.
A través de una carta pública firmada digitalmente, Posse solicitó formalmente la flexibilización de la medida de cuidado de la resolución conjunta 245/2022 ante el gobernador Axel Kicillof, al jefe de Gabinete de Ministros, Martín Insaurralde y el director de Cultura y Educación, Alberto Sileoni.
En la misiva, el intendente radical plantea que “se proceda a derogar la obligatoriedad del uso de barbijo o tapaboca en la totalidad de los establecimientos de enseñanza y educativos de todos los niveles y modalidades, ya sea de gestión pública o privada dentro del ámbito territorial del partido de San Isidro”.
Según los fundamentos del texto, existe una “reducción de contagios y su consecuente correlato en la disminución de la circulación del COVID-19, circunstancias estas que ameritan la reconsideración de las medidas contenidas en la mentada resolución, adaptando tales prescripciones a la realidad sanitaria actual”.
Para el intendente de San Isidro, el “uso optativo” del tapabocas es la medida “adecuada” en este momento epidemiológico, y señaló que las acciones de gobierno tienen que contemplar “el bienestar emocional y social de los niños/as, jóvenes y adolescentes” en su desarrollo educativo.
“No resulta en absoluto menor, ya que en la interrelación de los alumnos y alumnas entre sí y con los docentes, resulta de vital importancia poder advertir las expresiones y hasta poder escuchar con claridad, situación que por cierto se ve alterada con el uso obligatorio del barbijo o tapaboca”, sostuvo Posse.
El intendente comunal advirtió que “es sabido que el uso del barbijo afecta en la interacción social y en los aspectos emocionales”, y que se utilización prolongada “produce efectos adversos como dolores de cabeza o dificultad respiratoria que dificultan el aprendizaje.
“Habida cuenta que se haya acabadamente demostrado que la escuela no es un foco de contagio y que las clases presenciales no implican un mayor riesgo, es que se solicito la readecuación de las medidas oportunamente adoptadas”, concluyó Posse en la carta.
No es el primer jefe comunal que se expresa en este sentido. Semanas atrás, la intendenta de Vicente López Soledad Martínez le envió una nota al jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, con el mismo reclamo.
“Es el momento de levantar la obligatoriedad del tapabocas en las escuelas. Después de 2 años de pandemia podemos confiar en el criterio de cada familia. Desde que empezaron las clases, en Vicente López, muchos chicos la pasan mal”, advirtió.
El ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, habilitó el pasado 18 de marzo a las provincias a que el uso del tapabocas en las aulas sea optativo, en caso de que así lo definan en conjunto con los ministerios de Salud provinciales.
Sin embargo, desde entonces hubo pocos cambios. Apenas cinco distritos quitaron la obligatoriedad del tapabocas en primaria y secundaria: Mendoza, la Ciudad de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Neuquén y Río Negro.
La primera provincia en avanzar, incluso antes del guiño del gobierno nacional, había sido Mendoza, que declaró primero la no obligatoriedad del barbijo en primaria y luego la medida se extendió a la secundaria. Casi en simultáneo ejecutaron la misma medida la Ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego, aunque en las escuelas porteñas al personal docente y no docente se les sigue exigiendo la protección obligatoria.
En la provincia de Buenos Aires, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, adelantó que -si no se produce un nuevo pico de casos de COVID-19 en el próximo mes y medio- en mayo propondrá a nivel nacional que se autorice el retiro de los barbijos para todas las escuelas. En el distrito hay un reclamo a nivel judicial. Unas 130 familias bonaerenses se presentaron en la justicia para plantear un recurso de amparo que atienda el reclamo de escuelas sin restricciones y barbijos optativos, y cuya decisión dependa exclusivamente de los padres.
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