El bloque del Frente de Todos de la Cámara de Senadores comenzó a darle trámite parlamentario al proyecto de ley con el que busca generar un fondo compuesto por dinero de los argentinos que tienen bienes no declarados en el exterior y que tenga como finalidad saldar parte de la deuda que el país tiene con Fondo Monetario Internacional.
El plenario de comisiones de Legislación General, que preside Daniel Bensusán, y de Presupuesto y Hacienda, Ricardo Guerra -ambos del Frente de Todos- que duró un poco más de dos horas contó con la exposición de invitados del oficialismo. Puntualmente expusieron los directores del Banco Nación Guillermo Wierzba y Julia Strada, los licenciados en Economía Horacio Rovelli y Ricardo Aronskind y la doctora en Economía Noemi Brenta.
Aunque hubo pocos cruces entre los legisladores del oficialismo y la oposición, en un principio se esperaba que el debate iba a ir escalando ya que minutos antes de que comenzaran las exposiciones el radical Víctor Zimmerman (UCR) señaló que el proyecto tenía un problema de origen ya que entiende que la Cámara de Origen para un proyecto relacionado a contribuciones “debía ser la Cámara de Diputados porque la Constitución en el artículo 52 así lo determina y que es una facultad exclusiva de Diputados”.
Pero ese no fue el único reclamo de la oposición quien, luego de criticar que no habían tenido acceso a la lista de los invitados con anterioridad, desde el interbloque de Juntos por el Cambio propusieron que se llame a exponer a Jimena de la Torre, exfuncionaria de AFIP en la gestión Cambiemos.
En la misma línea el senador salteño Juan Carlos Romero solicitó la posibilidad de invitar al ministro de Economía, Martín Guzmán, al presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y a la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Mercedes Marcó del Pont.
A la hora de exponer, los invitados por el oficialismo hicieron una defensa del proyecto de ley estableciendo parámetros técnicos, legislación comparada con otros países del mundo y hasta calificando la intención del proyecto como un “acto de justicia”.
Uno de los cruces que se dio fue entre el senador Martín Lousteau, Wierzba y el autor del proyecto Oscar Parrilli. En su intervención le pidió al expositor que defina “fuga de capitales”. El economista invitado le respondió “si uno entiende que los recurso radicados en Argentina deben ser dedicados al desarrollo nacional, la radicación de activos externos constituye un problema en los países periféricos”. “¿Si alguien tiene un depósito y lo saca al exterior es fuga?”, insistió Lousteau a lo que se le respondió que sí.
“Entonces si alguien, una persona o una provincia, tiene un depósito en el país y lo radica en un banco del exterior, es fuga?”, volvió a preguntar el senador radical. Wierzba dijo que era un problema semántico pero dijo que sí, es fuga. “¿Si alguien tiene un depósito y lo saca y lo mete en una caja de seguridad, es fuga, técnicamente es fuga?”, preguntó una vez más Lousteau, a lo que el invitado por la bancada del Frente de Todos respondió, sí.
“El expositor refirió a la fuga y los problemas recurrentes de balanza de pagos en un país que necesita dólares, pero este proyecto no se refiere a la fuga sino a los bienes no declarados en el exterior: no busca tratar de corregir la fuga de capitales”, sentenció el senador radical.
A su turno, Strada señaló que el proyecto “es muy específico, va contra los que ganaron, no declararon y la tienen afuera, es concreto y específico respecto a los ganadores de la etapa anterior. Lo más importante es el levantamiento del secreto bancario y el levantamiento del entramado que permite que estos fondos no estén declarados. Ese es el problema y no solo de la Argentina, pasa que Argentina además tiene una economía bimonetaria”.
Uno de los últimos en tomar la palabra fue el presidente del bloque del Frente de Todos, José Mayans, quien señaló que “la realidad es que, con los datos de la Secretaría de Finanzas, en diciembre de 2015 teníamos una deuda de 222.000 millones de dólares equivalente al 40% del PBI. Y en diciembre de 2019 teníamos una deuda de 323.000 millones de dólares”.
Luego de más de dos horas de reunión en el Salón Azul, los senadores definieron pasar a un cuarto intermedio para no menos de dos semanas mientras el Frente de Todos deja trascender que trabaja en modificaciones al texto original.
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