“60% de trabajo, $282.000 .... 40% del trabajo, $188.000 .... Se paga el lunes luego de estar terminado el trabajo”. La anotación está en manos de la Justicia. Fue aportada por el dueño de la imprenta de Lanús donde se habrían confeccionado los carteles contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. Según el empresario, que declaró como testigo, la impresión de los afiches fue obra de Francisco Serrano, un empleado infiel que no volvió a trabajar luego del escándalo pero le habría confesado la maniobra por teléfono.
No es el único testimonio que lo incrimina. Serrano también se habría encargado de contratar a un grupo de personas de Morón y La Matanza para realizar la pegatina en distintas calles de la Ciudad de Buenos Aires. Para ese trabajo habría pagado $90 mil. Uno de los encargados de la pegatina, identificado como Dario Mendez, declaró ante la Policía Bonaerense que Serrano acordó el trabajo con su hijo, Christian Mendez, en un bar porteño, donde le pagó un adelanto.
“El único testimonio que hay hasta ahora en sede judicial es el dueño de la imprenta”, advirtió una fuente judicial sobre esa declaración ante la consulta de Infobae.
En una entrevista con A24, Mendez ratificó que fue contratado por Serrano y que luego se lo pasó a su hijo para “que lo haga como una changa”. “Nosotros no tenemos partido político, trabajamos para todos, yo me dedico a la vía pública hace 35 años”, sostuvo.
Dario Mendez fue allanado este lunes. En su casa encontraron una camioneta Hyundai H100 ploteada con los rostros del gobernador Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. No es la primera vez que aparecen rastros de otras campañas. En otro procedimiento, la semana pasada, también aparecieron carteles de la campaña presidencial de 2019.
Su hijo, Christian Mendez, es referente del partido Conservador de Morón y tiene fotos en su cuenta de Instagram junto al ex intendente Ramiro Tagliaferro y a otros referentes del PRO. “Por los datos que tenemos hasta ahora, trabajaban para todos los partidos políticos”, dijo una fuente judicial.
La investigación está partida en dos causas paralelas. Una está a cargo del fiscal porteño Mauro Tereszko y ya tiene cinco imputados: Serrano, los dos Mendez, y otras dos personas. Todos deberán declarar este miércoles. Esa investigación comenzó de oficio a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad de la Policía de la Ciudad. Los investigadores siguieron la ruta de la camioneta Fiat Fiorino y lograron identificar a las personas encargadas de la pegatina.
El otro expediente, que se inició por una denuncia del publicista Enrique “Pepe” Albistur, tramita en la justicia criminal y correccional y está a cargo del fiscal Leonel Gómez Barbella y del juez Manuel De Campos.
Hasta ahora no hay pruebas concretas sobre el autor ideológico de la campaña contra la vicepresidenta. Los investigadores creen que Serrano habría sido la persona que cobró por la impresión de los carteles y que luego contrató a los encargados de la pegatina.
Serrano nunca volvió a su lugar de trabajo pero le habría confesado a su jefe que hizo todo a sus espaldas. El dueño de la imprenta “Vía Graphic”, Julio Cesar Franchino, aportó ante la Justicia un pen drive con mails y anotaciones del propio Serrano. Ahí constan detalles de los pagos y el recorrido pactado con los encargados de la pegatina: Paseo Colón, Plaza de Mayo, Plaza Congreso, Plaza Vicente López, Avenida Libertador, Avenida Callao, Avenida Santa Fe, 9 de julio y Paseo del Bajo.
Llamativamente, Serrano llamó el viernes a la Fiscalía de Gómez Barbella y avisó que se presentaría este lunes. El empleado que atendió el llamado dejó constancia en el expediente. Pero nunca se presentó. Tampoco lo hizo en el juzgado.
Por ese motivo, el fiscal volvió a pedir anoche la detención de Serrano, pudo saber Infobae de fuentes judiciales. Este martes, el juez De Campos rechazó ese pedido pero encargó otras medidas de prueba. En principio, el empleado de la imprenta está acusado del delito de defraudación a raíz por el perjuicio económico denunciado por Albistur, el empresario más cercano al presidente Alberto Fernández.
Hay otro dato sugestivo que observa con atención el mundo político. Serrano también había trabajado en Latin American Communication SA (LATCOM), bajo las órdenes de Valentín Bueno, un publicista cercano a Juntos por el Cambio. “Bueno no está en la causa, solo fue mencionado por el denunciante”, advirtió a este medio una fuente de la investigación.
El caso comenzó el lunes pasado, cuando en diferentes zonas de la Ciudad de Buenos Aires aparecieron carteles con la cara de la vicepresidenta y las frases “asesina”, “culpable de 35.000 muertes” y “elegiste negocios con Putin en lugar de salvar vidas”, además de un código QR que lleva a una página que dice “Pronto todos sabrán lo que hiciste” y “No dejaste gobernar. Alberto conducción”.
Esa misma mañana, Alberto Fernández salió a repudiar la pegatina.
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