Fabián “Pepín” Rodríguez Simón reapareció en público luego de varios meses para participar de la sesión del Parlasur en Uruguay, pero su presencia no pasó desapercibida y terminó en escándalo luego de que diputados de ese cuerpo lo abuchearan y rechazaran su participación por estar prófugo de la justicia y con asilo político en el país vecino.
El hecho ocurrió luego de una hora de comenzada la sesión. El presidente del Parlamento, Tomás Bittar, le cedió la palabra a Rodríguez Simón, quien podría hablar durante tres minutos, pero inmediatamente los diputados argentinos del Frente de Todos comenzaron a gritar que el ex funcionario de Cambiemos “es un prófugo” y que no correspondía su intervención.
Antes un abucheo constante y aplausos para que no pudiera hablar, Simón alcanzó a decir: “Corresponde por reglamento, estoy esperando mi turno para hablar. El espíritu democrático y republicano de la bancada del Frente para Todos está censurando mi derecho a defensa, que es una práctica indecorosa más allá de violar una cantidad de normas en derechos humanos. Quería señalar que no estoy prófugo de la justicia, estoy a derecho”.
Ante esto, Bittar llamó a un cuarto intermedio de diez minutos, se cortó la transmisión y se reanudó después sin Rodríguez Simón y con el diputado argentino Armando Abruza hablando, quien pidió que la comisión de ética se reuniera para analizar la condición del asesor judicial de Mauricio Macri.
“Pepín” tuvo durante la gestión de Macri dos cargos, pero ninguno vinculado a la Justicia: director de YPF por el Estado Nacional y representante por Argentina en el Parlasur. Sin embargo, estuvo detrás de la organización de toda la ofensiva judicial para acusar a los dueños de C5N y otros medios, Cristóbal López y Fabián De Sousa. Por las acusaciones que planteó el “cerebro jurídico” del PRO, ambos terminaron durante varios años presos.
Rodriguez Simón se fue de la Argentina el 8 de diciembre del 2020. Está siendo investigado por la jueza María Servini y el fiscal Guillermo Marijuan por una denuncia que promovió el empresario Fabián De Sousa cuando aún estaba detenido. Allí, De Sousa acusó al ex presidente Mauricio Macri de encabezar una asociación ilícita que decidió desapoderarlo de sus bienes y, ante su resistencia, actuó en connivencia con la justicia para meterlo preso. El fiscal Marijuan dio curso a la investigación y ordenó recolectar testimonios y pruebas. También se dispusieron cruces telefónicos.
Fue en marzo cuando apenas llegaron los cruces telefónicos de Pepín que la jueza Servini ordenó citarlo a indagatoria, el mismo día en que Macri reaparecía con el lanzamiento de su libro “Primer Tiempo”. En esos cruces telefónicos aparecen 10.738 llamadas durante tres años y medio -entre el 1 de enero del 2016 y el 31 de agosto del 2019- con un grupo de “interlocutores comunes y frecuentes”. Además de distintos funcionarios del Gobierno Nacional, figuraba 59 comunicaciones con el presidente de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz, a quien él propuso para llegar al máximo tribunal y con el que mantenía una amistad previa (el juez fue al casamiento de la hija de Rodríguez Simón).
Con estas y otras pruebas, Servini ordenó la captura internacional de Fabián Rodríguez Simón a los fines de tomarle declaración indagatoria. También dispuso la inhibición general de todos sus bienes. Según la resolución, la jueza decidió “declarar rebelde” a Rodríguez Simón y ordenar su captura nacional e internacional.
El operador judicial debió presentarse a declarar en Uruguay pero, en el medio, comunicó que se había acogido al régimen de Asilo como Refugiado Político en los términos de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados.
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