En un largo artículo publicado en el diario británico The Guardian, en ocasión del 40 aniversario de la recuperación de las islas Malvinas, el ministro de Relaciones Exteriores sostiene que el trato que recibe Argentina por parte del Reino Unido se parece más a la de un país que viola los derechos humanos que a la de una nación con 40 años ininterrumpidos de democracia.
Además de rendir homenaje a los caídos de ambos países, Cafiero señala que, a 40 años de la guerra, “Argentina y el Reino Unido no han sido capaces de retomar un diálogo sustantivo para resolver la disputa por la soberanía”, a pesar de los llamados en ese sentido “de la comunidad internacional a través de las resoluciones de la ONU”.
Recuerda que, a partir de 1965 -año en que la ONU reconoce la existencia de una disputa por la soberanía- y durante 16 años, “Argentina y Gran Bretaña habían entablado un proceso de negociación bilateral”.
“El Reino Unido alega que no existe una disputa de soberanía sobre esos territorios -escribió el Canciller-. ¿Por qué entonces el gobierno británico negoció con la Argentina durante ese período?”
“Creemos que ningún resultado de ninguna guerra puede resolver una disputa reconocida por la comunidad internacional. Eso sentaría un peligroso antecedente . El conflicto de 1982 no alteró al naturaleza de la disputa entre ambos países, que sigue pendiente de negociación y resolución.”
Y recuerda que, a poco de finalizada la guerra, en noviembre de 1982, la ONU ya instó a ambos países a retomar las negociaciones para encontrar lo antes posible una solución pacífica a la disputa por la soberanía.
Cafiero subraya que tanto el Reino Unidos como la Argentina son democracias y que ambos son miembros del G20. Destaca la cooperación bilateral en temas de agenda internacional como la pandemia o los derechos humanos y otros valores compartidos.
“Sin embargo, en la agenda del Atlántico Sur, nos comportamos como si el conflicto hubiera tenido lugar ayer”, señala.
Argentina no representa una amenaza, destaca Cafiero, y recuerda que en su Constitución, nuestro país reafirma la soberanía sobre las islas Malvinas pero también que defenderá ese derecho por métodos pacíficos y en el respeto de las leyes internacionales y del modo de vida de los habitantes de las islas.
“Pese a ello, el Reino Unido mantiene una importante base militar en el Atlántico Sur, realiza ejercicios militares periódicos en la zona en disputa y mantiene restricciones a la venta de material militar de doble uso a Argentina”, escribe. Una restricción que se extiende a “tecnologías sensibles”. El canciller considera necesario “subrayar que el Reino Unido impone restricciones de esta naturaleza a países responsables de graves violaciones a los derechos humanos”.
“Más allá de al disputa por la soberanía, es incomprensible que se dé semejante tratamiento a nuestro país, que ha gozado de 40 años de democracia ininterrumpida”
“Tenemos una agenda positiva en torno a la cual la cooperación es posible y deseable. Podemos y debemos seguir trabajando juntos tanto en temas globales como bilaterales”, dice el Canciller, y destaca que el comercio bilateral, por ejemplo, está operando “por debajo de su potencial”.
Cafiero propone reanudar e incrementar los vuelos entre el continente y las islas, porque “significan más comercio, más turismo y más diálogo, como hemos tenido en el pasado”. Hasta ahora no ha habido una respuesta clara de Londres a la solicitud de reapertura de vuelos.
“También hemos avanzado mucho en los últimos 40 años en materia humanitaria -dice-. Pudimos identificar los restos de más de 120 soldados argentinos y dar respuesta a sus familias, después de tantos años de incertidumbre”.
En la guerra de Malvinas murieron 649 soldados argentinos, 255 militares británicos y tres isleños.
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