Patricia Bullrich comenzará el lunes próximo una gira por cuatro ciudades de Estados Unidos con una agenda digna de un candidato presidencial: tomará contacto con funcionarios del Departamento de Estado, legisladores norteamericanos, empresarios y dos Premio Nobel de Economía. Según sus allegados, el viaje no acelerará su proyecto para 2023, pero confirmará que es irrevocable. La misma señal la dio ese jueves, cuando reunió en Olivos a unos 30 dirigentes que integran su equipo de gobierno.
Siete meses después del viaje oficial a Estados Unidos de Horacio Rodríguez Larreta, que apuntaba a los mismos objetivos de apuntalar su plan presidencial, la presidenta del PRO quiere disputarle el mismo terreno a su gran rival interno y diseñó una recorrida de primer nivel que graficará su interés por la economía, las nuevas tecnologías, la seguridad internacional, la relación con las empresas extranjeras y el mejoramiento del vínculo con los factores de poder norteamericanos.
El puntapié inicial de la gira fue un encuentro que tuvo Bullrich con el embajador de EEUU en la Argentina, Marc Stanley, hace dos días, adonde hablaron sobre la agenda que tiene previsto desarrollar. “Encantado de conocer más sobre el próximo viaje de @PatoBullrich a varias ciudades importantes de los EEUU y su perspectiva sobre el crecimiento futuro de la relación Argentina-EEUU”, publicó ese mismo día el diplomático en su cuenta de Twitter, con una foto de ambos.
Bullrich viajará este sábado acompañada por dos de sus más estrechos colaboradores: el legislador porteño de Juntos por el Cambio Juan Pablo Arenaza, quien conoce el terreno porque participó como observador en varias elecciones de EEUU, y Alberto Fohrig, ex funcionario del Ministerio de Seguridad y director del Centro de Políticas Estratégicas y Asuntos Globales de la Universidad de San Andrés.
La primera escala será el lunes 4 en San Francisco, adonde, durante un día y medio, la jefa del PRO tendrá contacto en Silicon Valley con potencias tecnológicas como Google, Facebook, Cisco y el mayor fondo de biotecnología del mundo, IndieBio, que puso su foco en los proyectos argentinos.
El martes 5 volará a Nueva York: allí, además de una entrevista con la CNN, Bullrich se reunirá con un grupo de expertos argentinos en economía que trabajan en la Universidad de Columbia. Luego estará con representantes de bancos de inversión en la sede de JP Morgan y cerrará el día en una cena con Thomas Sargent, quien ganó el Premio Nobel de Economía en 2011, junto con Christopher A. Sims, por su “investigación empírica sobre las causas y los efectos en la macroeconomía”. Para los asesores de Bullrich, se tratará de un encuentro clave porque es “un especialista en inflación y en el nuevo modelo de jubilaciones que se está pensando para el mundo del trabajo que viene”.
El tramo medular de la gira se iniciará el miércoles 6 en Washington. Primero participará de un debate con especialistas en la Argentina que tendrá lugar en el Center for Strategic and International Studies (CSIS), uno de los principales “think tanks” de EEUU, y luego presidirá un almuerzo en el Citibank con representantes del Departamento de Estado, del Departamento del Tesoro, de comités latinoamericanos y directivos de empresas como Citibank, Pepsi, Amazon y Cargill.
La siguiente actividad estará centrada en otro encuentro con expertos en América Latina en el Wilson Center, otro “think tank” influyente, y el día terminará con una cena con “personalidades influyentes”, según anticipan en el bullrichismo, donde se definen los últimos detalles de la gira.
A la mañana siguiente, Bullrich y sus colaboradores tendrán un desayuno en la Cámara de Comercio Norteamericana, con la presencia de compañías de ese origen que están afincadas en la Argentina, Brasil y Uruguay. Y luego la ex ministra del gobierno de Cambiemos visitará a Andrew Sanders, del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, que asesora al presidente Joe Biden en materia de seguridad nacional y política exterior, donde uno de los principales temas que se abordarán será la guerra en Ucrania.
También habrá un encuentro en el Council of the Americas (sin Susan Segal, su presidenta, porque ese día estará en Canadá) y una comida con legisladores norteamericanos, organizada por un argentino radicado en Washington que es dueño de un restaurante y que se reconoce como un adherente al proyecto político de la titular del PRO.
Para el viernes está previsto un diálogo con estudiantes en la Universidad de Georgetown y luego, el plato fuerte de la gira: la visita al Departamento de Estado, donde se entrevistará con Mark Wells y Bruce Friedman, director para Asuntos de Brasil y el Cono Sur. La agenda incluye un encuentro en el Capitolio con congresistas norteamericanos como el republicano Mario Díaz-Balart, entre otros.
La última escala será el sábado en Chicago, adonde Bullrich participará de la conferencia anual de Masters Argentina, una organización que agrupa estudiantes de posgrado de nuestro país en el mundo, que se realizará en la Kellogg School de la Universidad de Northwestern. Bajo el título “Consensos improbables para la argentina que se viene”, la dirigente compartirá una mesa con el senador de la UCR Alfredo Cornejo y el diputado de Avanza Libertad José Luis Espert.
La presidenta del PRO finalizará su gira norteamericana con una charla que mantendrá con James Heckman, otro Premio Nobel de Economía, galardón que obtuvo en el año 2000 y que le permitió consagrarse como un especialista en inversión en capital humano y alivio de la pobreza.
En una entrevista realizada aquel año cuando visitó la Argentina, el diario Clarín destacó que el economista opinaba que “las escuelas o universidades no son necesariamente las mejores formadoras de capital humano, como lo desempeñan más eficientemente las propias familias y las empresas respecto de sus trabajadores, y considera más útil, ante una situación de escasez de recursos, invertir en la capacitación de los mas jóvenes en lugar de la recapacitación de los mayores, y es enemigo de una masiva política laboral activa del sector público, dado que no rinde, tiene poca productividad y brinda mejores resultados una política de reducción de impuestos para familias y empresas”.
Cuando vuelva a la Argentina, Bullrich habrá cumplido su objetivo de tener una gira propia de un candidato presidencial, que, en realidad, tenía previsto inicialmente para el año próximo. Pero la decisión es no dejar ninguna duda de que su apuesta a competir por la presidencia de la Nación no es negociable ni sujeta a renunciamientos. Es lo mismo que sugerirá en Estados Unidos.
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