Un mes después del inicio de las sesiones ordinarias, oficialismo y oposición finalmente avanzaron en la conformación de las comisiones permanentes de la Cámara de Diputados. Si bien el Frente de Todos retendrá la presidencia de las más importantes -consideradas “de gobernabilidad”-, Juntos por el Cambio logró hacer valer los resultados de las últimas elecciones y aumentó su presencia en áreas de peso.
La demora en la conformación de estos cuerpos parlamentarios venía paralizando la actividad desde las sesiones extraordinarias de febrero, donde finalmente no se trató ninguno de los proyectos enviados por el Poder Ejecutivo.
La conformación de las comisiones tiene gran importancia para el trámite legislativo, ya que para ser debatidos en el recinto cada proyecto de ley debe primero obtener un dictamen en su comisión correspondiente. Por ejemplo, las iniciativas relacionadas con cuestiones sanitarias deben ser debatidas en la Comisión de Salud Pública. En ese sentido, resulta clave determinar qué fuerza tendrá la presidencia de cada una de ellas, ya que permite acelerar o “cajonear” las iniciativas.
Dado que los resultados de la última elección aumentaron la representación de la oposición, Juntos por el Cambio pujaba por quedarse con algunas comisiones más importantes, como la de Agricultura, la de Legislación Penal y la de Educación. Siempre respetando la tradición de que el oficialismo mantenga el control de las comisiones que son consideradas vitales para la gobernabilidad: Presupuesto, Legislación General, Asuntos Constitucionales, Justicia, Juicio Político y Relaciones Exteriores.
Desde principios de febrero las conversaciones estaban estancadas. El Frente de Todos buscaba mantener las posiciones tal como estaban y planteaba que la oposición estaba reclamando “demasiado”. Por su parte, en las filas de Juntos por el Cambio aseguraban que el oficialismo se negaba a reconocer el mandato de las urnas, que le dio mayor representación a la oposición.
Para fines de marzo solo se habían constituido las comisiones de Presupuesto y Finanzas, debido a la necesidad del Gobierno de avanzar con el acuerdo con el FMI y la ley de Presupuesto 2022 (que finalmente fracasó). Las tensiones internas del Frente de Todos y la multiplicación de espacios dentro de Juntos por el Cambio (tiene 10 bloques) no facilitaron las cosas.
Sin embargo, este miércoles el oficialismo dio una primera señal que evidenció que las conversaciones habían avanzado algo. La oposición había convocado para el próximo martes a una sesión especial para derogar la Ley de Alquileres. Si bien no contaba con los votos necesarios para avanzar sin el oficialismo, en el bloque del Frente de Todos compartían algunas críticas a la norma. Finalmente, los espacios mayoritarios acordaron buscar un proyecto de consenso durante los próximos 30 días y para eso Sergio Massa se comprometió a que la semana que viene se conformaría la comisión de Legislación General. Allí comenzaría a debatirse una nueva iniciativa. Como presidenta quedaría Cecila Moreau, cercana tanto a Massa como a Máximo Kirchner, y como vice Carla Carrizo, de Evolución radical.
Según detallaron a Infobae, el Frente de Todos accedió a algunos de los planteos opositores y cedió las presidencias de las comisiones de Agricultura y la de Legislación Penal. En cambio, rechazó de plano el pedido de Educación, pretendida por Alejandro Finocchiaro, quien fue ministro durante el macrismo. En total, el Frente de Todos se quedaría con la presidencia de 23 comisiones -las más importantes- y Junto por el Cambio, con 22.
Los puntos más álgidos de la negociación giraron en torno a dos comisiones que presidirá el oficialismo pero donde el kirchnerismo reclamaba también tener mayoría: Asuntos Constitucionales y Justicia. La oposición dejó en claro desde el primer momento que no aceptaría darle la mayoría en ninguna de las dos y planteaba que la única solución posible era el reparto de los lugares a través del sistema D’Hont (el mismo que se utiliza para asignar las bancas de diputados y senadores). Como el Frente de Todos tiene 118 diputados y JxC tiene 116, una diferencia tan mínima no le otorgaría la mayoría a ninguno.
Sin embargo, ahora Juntos por el Cambio debe encarar una paciente negociación interna que satisfaga a todos los sectores internos. Según explicaron desde la oposición, 11 comisiones quedarían para el PRO, 7 para el radicalismo, 2 serían para Evolución y otras 2 para la Coalición Cívica. Se estima que las conversaciones llevarán todo el fin de semana y las definiciones llegarían entre lunes y martes.
Entre los nombres que suenan para la comisión de Agricultura -una de las que “ganó” la oposición- se destaca el radical Ricardo Buryaile, que fue ministro nacional del área durante el gobierno de Mauricio Macri. Para Legislación Penal, el PRO podría designar a Gerardo Milman, hombre cercano a Patricia Bullrich y representante de los “halcones”. No obstante, las negociaciones recién comienzan y -advierten- “nadie tiene nada seguro”.
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