El oficialismo vive la escasez en el Congreso. Tanto es así que tuvo que cancelar la sesión prevista para mañana a las 14 en la Cámara de Senadores porque no consiguió sumar las voluntades necesarias para poder avanzar con el proyecto de ley de modificación del Consejo de la Magistratura.
“Nos falta el número”, reconocieron desde el bloque que comanda José Mayans. “Weretilneck no se suma y va con su proyecto”, agregó la misma fuente en referencia al senador rionegrino que tiene su propia iniciativa, que es diferente a la del Frente de Todos.
“Volvimos a citar a la comisión porque no hay número para aprobar nuestro proyecto de ley y porque corremos el riesgo de que se podría imponer el de Juntos por el Cambio”, se excusaron.
La realidad es que el oficialismo necesita dos votos para poder avanzar con su proyecto y hoy no los tiene. Sus 35 senadores lo dejan sin el quórum y sin la mitad más uno. Y para poder lograr esto necesita de dos de los independientes: el rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana.
En el caso de la legisladora misionera está asegurado su apoyo, pero el rionegrino, que venía negociando con el Frente de Todos modificaciones en el proyecto oficial a cambio de su acompañamiento, decidió dar por cerrada la discusión y avanzar con su proyecto propio.
Alberto Weretilneck tiene un tercer dictamen que es el que se refiere a su proyecto que él solo firmó. Aunque suele funcionar como un aliado del Frente de Todos en el Senado, está enfrentado con su coprovinciano, el ministro de Justicia Martín Soria, y no suele apoyar proyectos del oficialismo que tengan que ver con Justicia porque entiende que eso sería entregarle una victoria a su competidor directo en el “pago chico”.
En este contexto, el ex gobernador de Río Negro negociaba con el oficialismo cambios en el proyecto del Frente de Todos y de esa manera habría prometido su acompañamiento. Para ello, propuso respaldar el proyecto del Gobierno y excluir a la Corte Suprema del Consejo de la Magistratura, pero, a cambio, quiere un consejo con mayor presencia federal en donde se sumen representantes -abogados y jueces- de las provincias.
Hasta hoy a la mañana, el poroteo era positivo para el oficialismo, que tenía los 35 votos propios a los que le sumaba el de la misionera Magdalena Solari Quintana, quien ya firmó el dictamen favorable al proyecto que había enviado el Ejecutivo y, con el voto de Weretilneck tendría la mayoría para este próximo miércoles darle media sanción. Pero no sucedió.
Ante esto, el oficialismo decidió que el miércoles 30 de marzo a las 16, dos horas más tarde del horario en el que estaba previsto que comience la sesión, se reunirán conjuntamente las Comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia y Asuntos Penales en el Salón Azul, sito en el primer piso del Palacio del Congreso, a efectos de tratar, nuevamente, el Consejo de la Magistratura.
La diferencia fundamental entre el oficialismo y la oposición a la hora de enfrentar los proyectos tiene que ver con el rol que le reserva cada uno a los miembros de la Corte Suprema de Justicia.
Mientras el Frente de Todos entiende que los magistrados del Máximo Tribunal no tienen que tener ninguna participación en el organismo que nombra y remueve a los jueces y fiscales.
Del otro lado, del bloque de Juntos por el Cambio, no sólo entienden que los magistrados del Máximo Tribunal tiene que forman parte del Consejo de la Magistratura sino que le reserva el lugar de la presidencia.