Con las expectativas muy bajas sobre la posibilidad de un fallo a su favor de parte de la Corte Suprema en la pelea con la Ciudad de Buenos Aires por los fondos del traspaso de la Policía, Alberto Fernández hará mañana una jugada política fuerte para aislar en el mapa nacional al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y presionar al Máximo Tribunal. A través del ministro del Interior y dirigente camporista, Eduardo “Wado” de Pedro, con quien viene recomponiendo relaciones en paralelo a la escalada en la interna con el kirchnerismo, convocó mañana a todos los gobernadores a un encuentro formal en la Casa Rosada para “informarlos” sobre las consecuencias concretas que tendría para las provincias una decisión a favor del distrito.
La convocatoria se hace mientras corre el período de 30 días hábiles que ordenó la Corte para que las partes lleguen a una solución política en la disputa por los fondos que le transfirió la Nación a CABA en 2018, durante la gestión de Mauricio Macri, y que vence el 26 de abril. En caso contrario, el Máximo Tribunal podría dar de baja la quita hasta tanto resuelva el tema de fondo, para lo cual no hay una fecha límite. Intervino en la gesta del cónclave, además de De Pedro, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, que también viene reconstruyendo el vínculo con el Presidente después del arranque espinoso post PASO. Y no se descarta la presencia de Alberto Fernández.
Son 20 los gobernadores que ya aceptaron la invitación -algunos enviarán como emisarios a sus vices o sus ministros de economía- al encuentro que se celebrará mañana, a partir de las 11, en el Salón Eva Perón de la Casa de Gobierno. Los ausentes serán, claro, opositores. Además de Larreta, ya rechazó el convite el mendocino Rodolfo Suárez. Mientras que el jujeño Gerardo Morales, que mantiene un enfrentamiento con Larreta en la interna de Juntos por el Cambio e intenta conservar el vínculo con Alberto Fernández, aún lo evalúa. Fuentes de su entorno dijeron que que hablará antes con Larreta. “Si la reunión está en el marco de los acuerdos a los que están arribando con la Ciudad, va. Sino, no”, informaron. Tampoco confirmaron presencia en el entorno del correntino Gustavo Valdes. Pero aún no está descartado que los caciques radicales acudan a la cita.
El encuentro es, a las claras, un intento de aislar a Rodríguez Larreta en el conflicto, donde el principal argumento del alcalde porteño es la inconstitucionalidad de la norma que emitió el Ejecutivo hace más de un año y medio. En Parque Patricios habían puesto el grito en el cielo por la quita “inconsulta” de más de un punto de coparticipación que le había transferido Macri por la gestión de la policía, e iniciaron un proceso legal a través de la presentación de una medida cautelar, que tuvo su última instancia el 10 de marzo, cuando la Corte pidió a las partes, durante una audiencia de conciliación, que arriben a un acuerdo político. Pero por ahora no hubo un acercamiento de posiciones concreto.
Para sumar apoyos, pero sobre todo para hacer una demostración de fuerza, la cartera del Interior les “transmitirá” a los gobernadores “cómo una decisión a favor de la Ciudad podría afectar al Presupuesto Nacional y por ende a todo el resto de las provincias, con sus obras”, dijeron fuentes oficiales al tanto de la convocatoria a Infobae. En Interior, donde pergeñan la estrategia frente a la Ciudad en la Justicia y recibirán esta semana al jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, calculan que están en juego 122.000 millones de pesos.
Las provincias, según pudo constatar este medio, venían transmitiendo a la Nación malestar con Larreta, que se mantuvo firme en su postura intransigente y exige que las transferencias se mantengan intactas, en lugar de negociar. “Estamos sincerando una situación. Ellos (por los gobernadores) entienden que no es un fallo menor. Esto significa un desbalance en el sistema político por el impacto en los fondos del presupuesto nacional, que también son para las provincias”, dijeron en la Casa Rosada. Y dispararon contra Larreta: “Inclusive ellos admitieron, como dijo Santilli en una audiencia, que esto perjudica a las grandes obras de la Ciudad. Ya admiten que no hablan solo de la policía”.
El encuentro de mañana es, también, un mensaje para la Corte, que, consideran, perfila un apoyo a la Ciudad: “Con esto, para la Corte no va a ser sólo fallar contra nosotros. No va a quedar en una situación cómoda, sobre todo por la obscenidad de los gastos que representa para el Tesoro Nacional”, agregaron.
La jugada quedó prácticamente en su totalidad en manos de De Pedro, que después de largos meses vuelve a transformarse en intermediario del Presidente en el vínculo con el interior del país. Conversaron la maniobra política durante un almuerzo de dos horas, el viernes, donde, entre platos, llegaron a la conclusión de que para presionar por un arreglo no pueden solos. Necesitan de mayor apoyo político y los gobernadores resultan la mejor plataforma.
En noviembre de 2020, hace un año y medio, 19 gobernadores habían emitido una solicitada en conjunto para rechazar la decisión de CABA de acudir a la Justicia para frenar la reducción de fondos, donde recordaron que los traspasos con sus respectivas reasignaciones de recursos son competencia del Congreso Nacional.
Antes, cuando se firmó el decreto de Macri, habían coincidido en marcar “lo improcedente del decreto por el cual Mauricio Macri transfirió la Policía al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y triplicó de manera unilateral sus recursos, en desmedro del resto del resto de los distritos, ya que se trataba de recursos nacionales”, advirtieron los mandatarios provinciales. Y añadieron: “Siempre hemos planteado el debate desde la política, y con carácter federal. Ninguna provincia judicializó esta decisión arbitraria que benefició de manera injusta al distrito con más recursos del país, sin respetar los mecanismos constitucionales y sin una discusión transparente sobre los recursos otorgados”.
Deshielo
La estrategia de apelar a los caciques, propios, disidentes e incluso del espacio partidario de Larreta, surgió durante un almuerzo entre De Pedro, el ministro político con nexo cercanísimo a Cristina y Máximo Kirchner, hoy abiertamente enfrentados con Alberto Fernández por el acuerdo con el FMI y las críticas sobre la gestión económica y de seguridad, como quedó evidenciado en la masiva marcha de la semana pasada por el Día de la Memoria. En Balcarce 50 consideraron el encuentro bilateral como una demostración del “deshielo total” entre ambos, que se venía gestando desde hace algunas semanas, después de meses durante los cuales las mismas fuentes, ante cada consulta, repetían que la relación estaba “fría pero cordial”.
De Pedro y el Presidente estuvieron juntos en el despacho presidencial durante dos horas, discutieron la interna -aunque no trascendió en qué términos- y la pelea por la coparticipación. Fue el ministro quien le comentó al Presidente sobre el malestar de los gobernadores, y el jefe del Estado le contestó: “¿Por qué no los invitás?”. Así surgió el encuentro de mañana, que, por otro lado, viene como anillo al dedo a un Presidente que busca desviar las miradas de la disputa flagrante con Cristina Kirchner y apostar de nuevo a la polarización con la oposición.
De hecho, durante la semana pasada, sus principales colaboradores salieron a pedir confrontar contra Macri, en lugar de hacerlo al interior del Frente de Todos. Pero desde La Cámpora aún no acataron la solicitud y redoblaron la apueta con nuevos cuestionamientos, en boca del secretario general de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, que consideró “sectario” al entorno presidencial. El “metamensaje” del encuentro entre Alberto Fernández y “Wado” De Pedro, describieron en la sede del Gobierno, es que hay intención, al menos en la gestión nacional, de “dejarse de hinchar (con las rencillas políticas internas), y ponerse a laburar”.
SEGUIR LEYENDO: