A las tres de la tarde, en el histórico edificio ubicado en avenida 9 de Julio 1925, se verán las caras por cuarta vez desde que asumió como ministro de Desarrollo Social Juan “Juanchi” Zabaleta y los piqueteros más duros, entre ellos, Eduardo Belliboni, del Polo Obrero y Sílvia Saravia, la coordinadora nacional del Movimiento Barrios De Pie. A los acostumbrados reclamos de la apertura de programa sociales y la creación de un millón de empleos genuinos; le agregarán uno que ya saben no prosperará: que la administración de Alberto Fernández reincorpore al Potenciar Trabajo a los dos detenidos que perdieron ese beneficio por haber protagonizado el ataque al despacho de Cristina Fernández de Kirchner y otros desmanes alrededor del Congreso de la Nación.
Se trata de Oscar Ramón Santillán, un activista del Movimiento Teresa Rodríguez y Julián Claudio Lazarte.
El ministro Zabaleta le quitó el beneficio del programa Potenciar Trabajo a las horas que Infobae publicó que Santillán cobraba desde 2018 ese plan social. Percibía 33.000 pesos mensuales y prestaba servicios a través de una cooperativa.
“Supimos que uno de los detenidos por el ataque al despacho de Cristina Kirchner era beneficiario de Potenciar Trabajo desde noviembre de 2018. Ya lo dimos de baja”, informó Zabaleta, en su cuenta de Twitter.
Además, criticó los incidentes violentos protagonizados por un grupo de piqueteros que protestaban contra el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el 10 de marzo se debatía en la Cámara de Diputados: “La sociedad argentina los ayuda para que puedan trabajar, no para que atenten contra la vicepresidenta”, escribió.
Fuentes de Desarrollo Social, que confirmaron a este medio la reunión de hoy, destacaron que el funcionario ya los recibió el 15 de febrero pasado, pero también el 3 de septiembre de 2021 y el 21 de octubre del mismo año, y aclararon que fue el propio Zabaleta quien los convocó. “Este es un ministerio de puertas abiertas. Siempre estamos abiertos al diálogo constructivo, pero sin cortes de calles y otro tipo de extorsiones”, remarcaron.
Las partes llegan al encuentro con muy bajas expectativas.
“Vamos a la reunión con voluntad de encontrar soluciones, pero si no las hay continuaremos con el plan de lucha votado”, le dijo a Infobae Belliboni.
El primer escalón votado en el plenario nacional piquetero que se llevó adelante en Plaza de Mayo, fue el acampe por 24 horas frente al edificio del ministerio de Desarrollo Social el pasado 15 de marzo. De allí marcharon al Consejo del Salario, en los alrededores del ministerio de Trabajo, para reclamar un aumento del cien por cien del salario Mínimo, Vital y Móvil.
El segundo hito del plan de protestas progresivas de la Unidad Piquetera será un nuevo acampe, pero esta vez de 48 horas. Sería a partir del miércoles.
“Es falso que el acampe depende de la reunión. Hay un plan de lucha votado y lo van a llevar adelante”, sostiene con meridiana razón un estrecho colaborador de Zabaleta.
—¿Y ustedes que les va a ofrecer esta tarde a los piqueteros?, preguntó Infobae.
—Lo que venimos haciendo en cada reunión, este presente o no el ministro. Que sus cooperativas de trabajo participen en la urbanización de los barrios populares y, entre otros puntos, que se anoten en el registro del Banco de Maquinarias, Herramientas y Materiales. Es una de las políticas de inclusión que tiene este ministerio para los sectores más vulnerables. Es la entrega de subsidio no reintegrable con la finalidad exclusiva de ser destinados a la compra de maquinarias, herramientas, materiales.
“Vamos a la reunión con la expectativa que el gobierno tenga respuestas, pero con la decisión firme de impulsar el plan de lucha que votamos con todo”, reconoce el dirigente del PO al ser consultado por este medio y asegura: “Nos llegan noticias que el Gobierno incrementa el presupuesto para gastos sociales, pero a los comedores no les llega ni la comida. Estamos con mucha brunca. No mandan ni lo elemental”.
Por su lado, la líder del Movimiento Barrios de Pie se expreso con igual énfasis: “Esperamos que Zabaleta revise sus dichos sobre la no apertura del Potenciar Trabajo, dado que una parte importante de la población consigue changas esporádicamente, y de manera informal. El ministro no debería desconocer que aún quienes hoy figuran como ocupados tiene ingresos de pobreza”.
Para Silvia Saravia “la sobreactuación respecto del ‘atentado a la vicepresidenta’ es patética. La resolución tomada por el ministro, respecto de la pertenencia de los acusados a un programa social, pasa por encima del derecho a la presunción de inocencia que tiene rango constitucional”.
Sobre este punto, Belliboni entiende que: “El ministro se arroga el derecho de juez y parte en este caso. Zabaleta no puede dar de baja un plan social a una persona, o a más, que aún no fue juzgada y es inocente hasta que la justicia no demuestre lo contrario. Este es un hecho básico consagrado en nuestra constitución”.
La Unidad Piquetera, como otros movimientos sociales se manifestaron en contra del acuerdo con el FMI votado por el parlamento por abrumadora mayoría y que genero tensiones internas dentro del gobernante Frente de Todos.
“Dicen que el acuerdo con el FMI no implica ajuste, pero llevamos dos años esperando que mejoren las partidas de alimentos, más de nueve meses esperando que realicen los desembolsos para herramientas de los emprendimientos productivos. Si eso no es ajuste, ¿qué es entonces?”, se pregunta ante este medio Saravia.
Desde la Unidad Piquetera aseguraron que hoy también le plantearan a Zabaleta “la necesidad del trabajo genuino como una herramienta insustituible para salir de la crisis actual, reiterándole la propuesta que presentamos hace seis meses y que son los reclamos urgentes qué necesita una población castigada por la inflación y el ajuste que aplica fuertemente el gobierno, aún más después del acuerdo con el FMI”.
“El Estado tiene la obligación de asistir a las familias que están en emergencia producto de las políticas económicas que la sufren las y los trabajadores”, plantea Belliboni y recalca que la Unidad Piquetera volverá a plantearle a Zabaleta que: “El aumento que se le imputa al programa Potenciar Trabajo, en relación al Salario Mínimo, es totalmente insuficiente ya que lleva el ingreso de una familia que está desocupada a cobrar menos de 20.000 pesos, la mitad de la canasta de indigencia, o para ser más gráficos 600 pesos por día para una familia”.
Tanto Belliboni como Saravia coinciden en que los integrantes de la Unidad Piquetera “vamos a la reunión con voluntad de encontrar soluciones, pero si no las hay continuaremos con el plan de lucha votado”.
Así las cosas, es muy probable que, desde el miércoles al viernes, miles de personas vuelvan a acampar sobre la avenida 9 de Julio, en pleno centro porteño para hacer sentir sus reclamos y que con el correr de los meses, la protesta derive en una “marcha piquetera federal” que desembocará en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada.
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