Representantes de Juntos por el Cambio citaron a la actual interventora del Servicio Penitenciario Federal, María Laura Garrigós de Rébori, para que se presente ante el Congreso a dar explicaciones sobre el motivo por el cual no recibe detenidos en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires “con celeridad”. El pedido llega a raíz de los motines que se produjeron en dos comisarías porteñas, encabezados por presos que reclamaban su traslado.
“La visita de la doctora Garrigós de Rébori resulta indispensable dado que la situación actual atenta no solo contra los derechos de los presos a permanecer en un ámbito seguro donde se garantice su salud y su integridad, sino que también pone en riesgo la seguridad de los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires”, justificaron en un documento firmado por María Graciela Ocaña, Cristian Adrián Ritondo, Paula Oliveto Lago, Gerardo Milman, Pablo Torello y María Luján Rey, entre otros.
En los argumentos, los referentes de Juntos por el Cambio resaltaron que “los detenidos, insólitamente, no reclamaban por su libertad, sino que reclamaban el traslado a las cárceles en las que les correspondería estar. Por ejemplo, en la Comisaría 3ª, al momento del motín, había un total de 22 personas detenidas, siendo que en dicha comisaría solo hay lugar para 11. Esta situación ha sido denunciada en numerosas oportunidades por el ministro de Seguridad Porteño, Marcelo D’Alessandro, quien radicó una renuncia en la Justicia Criminal y Correccional Federal por no dar los cupos necesarios para los presos de la Ciudad de Buenos Aires de acuerdo al convenio celebrado que establece que las cárceles federales deben absorber a los detenidos de la Capital Federal”.
También alertaron que “en la actualidad el Servicio Penitenciario Federal tiene 11.490 presos alojados en todas sus dependencias, siendo su capacidad máxima para albergares de 12.198, es decir le sobran solo 708 plazas. La disponibilidad implica una ocupación a la fecha de 94,20% y para las autoridades del SPF, el sistema está colapsado, cuando a la luz de las cifras no es así”.
Anoche en la Comisaría 3A de la Ciudad de Buenos Aires un grupo de 22 detenidos se amotinó dentro de un calabozo, en reclamo de ser trasladados. La seccional está ubicada la calle Lavalle 1958, en el límite entre los barrios porteños de Balvanera y Recoleta. De acuerdo con las fuentes consultadas, el pedido puntual de los reclusos amotinados era que los trasladaran a cárceles del Servicio Penitenciario Federal, que vive hace meses un escenario de tensión con el Ministerio porteño que reclama cupos para trasladar detenidos mientras enfrenta una fuerte sobrepoblación.
Para darle fuerza a sus pedido, los líderes del motín realizaron un tabique en la puerta de acceso con los elementos que tenían a su alcance. Además rompieron parte del mobiliario dentro de la celda y los baños. El objetivo era evitar que ingresaran grupos de apoyo.
Las versiones iniciales del caso dieron cuenta de un violento motín, en el que incluso habrían tomado como rehén y apuñalado a otros compañeros de calabozo. Sin embargo, luego de finalizada la rebelión, fuentes oficiales luego afirmaron que la sede policial porteña nunca fue tomada y que tampoco la intención de los detenidos era darse a la fuga. Muchos menos, reos acuchillados. Su único objetivo era lograr el traslado, que finalmente se dio, aunque no al destino que pretendían.
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