El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, sostuvo este mediodía que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania “va a terminar no dentro de mucho tiempo pero va a dejar muchas cicatrices”. También afirmó que “el régimen de no proliferación nuclear es posible que sufra” y que de acuerdo a las conversaciones que mantuvo con autoridades rusas descree “de un ataque directo a una central nuclear”.
El funcionario de 61 años que reside en Viena, la capital de Austria, preside el organismo multilateral desde el 3 de diciembre de 2019. Y se ofreció como mediador en esta guerra tras la ocupación de la planta de Chernobyl, aquella que sufriera un grave accidente radiactivo en abril de 1986, por parte de las tropas rusas a los pocos días del comienzo de la invasión rusa.
“A los pocos días de la invasión, los rusos tomaron Chernobyl. Les pregunté en medio de las negociaciones en las que estoy y me dijeron que tenían información de un posible sabotaje de gente de la nación invadida, de acuerdo a informes de inteligencia. Por eso quisieron asumir el control técnico de las instalaciones. Cayó una de las líneas de alta tensión por los ataques y se vio afectado el suministro eléctrico que alimenta la planta. Eso podría afectar la refrigeración pero finalmente no ocurrió”, explicó.
Grossi también recordó: “Hubo una reacción favorable a las acciones que decidió la OIEA. Estamos negociando con ambos países. Estuve en Antalya (Turquía) el jueves pasado con los dos cancilleres, el de Rusia (Serguei Lavrov) y el de Ucrania (Dmytro Kuleba). Recibí apoyo internacional, y (Emmanuel) Macron, el presidente de Francia, tuvo la deferencia de comunicarse conmigo. Habló con los dos presidentes. También ayer el G7 dio un apoyo explícito a esta propuesta mía”.
En una de las respuestas a las preguntas de García Moritán, el director de la OIEA, aseguró: “El conflicto va a terminar no dentro de mucho tiempo pero va a dejar muchas cicatrices y el régimen de no proliferación nuclear es posible que sufra. Hubo varias declaraciones de jefes de Estado que no tienen armas nucleares sobre porqué no las deberían tener. Estamos hablando de la posibilidad de un conflicto nuclear. No se avanza con las potencias en el el desarme nuclear y eso se convierte en algo sumamente difícil. Hay muchos interrogantes y hay que insisitir en la importancia de la no proliferación. Tratando que el genio no salga de la botella”.
Grossi disertó en una reunión virtual denominada “La OIEA y el compromiso con evitar una crisis nuclear en Ucrania”, que organizó este miércoles el Instituto de Política Internacional de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas que preside Adalberto Rodríguez Giavarini. Participaron también el ex vicecanciller argentino Roberto García Moritán, Rosendo Fraga (director del Instituto de Sociología Política de la Academia) y Alberto Dalla Via (presidente de la Academia de Ciencias Morales y Políticas) y en la cual al final también contestó algunas preguntas que le realizó García .
Sobre la posibilidad de un ataque a una central nuclear, Grossi insistió en que todas están dotadas de un gran sistema de seguridad que soportaría hasta la caída de un avión sobre sus instalaciones. “Hoy las centrales nucleares tienen en su cálculo de base, la caída de un avión. La central del sur de Irán, en Bushehr, fue atacada por Irak, la eligieron como blanco y no la dañaron tanto. Descreo de un ataque directo a una central nuclear. Lo hablé con los rusos y me dijeron que jamás lo usarán como un objetivo militar”, detalló.
En un repaso sobre las razones por las que Ucrania carece de armamento nuclear, el funcionario argentino describió que “la actividad nuclear tiene dos vertientes, la de las armas nucleares y la de la energía nuclear”. Y agregó: “Ucrania es un país que supo tener armas nucleares como República Socialista Soviética hasta el proceso que llevó a la caída del Muro de Berlín y el reordenamiento de las piezas junto con Bielorrusia y Kasajistán. Ucrania tenía desplazado en su territorio parte del arsenal nuclear soviético. Pero las armas que tenía Kiev no estaban bajo su control operacional”.
Luego destacó que “Rusia puso su arsenal nuclear en estado de alerta, el menor estado dentro de la doctrina sobre el uso de armas nucleares, pero el mensaje político ha sido dado” y añadió que “Rusia es el principal exportador de energía nuclear, en Turquía hay cuatro reactores nucleares dentro de la órbita de la OTAN construidas por Rusia”.
Sobre la tarea que ahora realiza la OIEA, Grossi expresó: “Tenemos un centro de emergencias con 50 personas, 50 técnicos de los cuales 15 hablan ucraniano. Hablamos con los reguladores de cada planta, con la empresa Energo Atom, una compañía que estaba siendo comprada por Westinghouse. Hacemos un informe diario sobre cuál es la situación, lleva varias horas. Hay que manejarse con la verdad. Zelenski habló de 6 Chernobyl tras lo que pasó en la central de Zaphoriyia u los rusos dicen que no pasaba nada. Nosotros hablamos con los dos y unico punto objetivo es la OIEA. Nuestros técnicos tratan de discernir qué es lo que está pasando y cuál es la gravedad. Ofrecimos un sistema ad hoc de protección y le hemos propuesto a ambas partes un esquema de la seguridad física y tecnológica de las plantas”.
SEGUIR LEYENDO: