Mientras en la Cámara de Diputados los legisladores votaban a favor de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, las preguntas que salían de todas las bocas eran las mismas: ¿Qué va a hacer Cristina Kirchner? ¿Cómo van a votar los senadores del oficialismo en el Senado?
Desde ese momento recorre los pasillos del Congreso de la Nación una solo frase para contestar: “Cristina Kirchner no es Cobos”, en alusión a la actitud que tuvo el mendocino como vicepresidente en contra de la resolución 125 que desató la guerra con el sector del campo en 2008.
Cristina no será Cobos porque es muy poco probable que tenga que desempatar una votación en el Senado. Y, además, aseguran que es una de las “personas más institucionalizadas”, en referencia a su rol como vice del gobierno. Sin embargo, su silencio público respecto del acuerdo no hace más que alentar una decisión que se viene barajando desde hace algunos días entre los senadores del Frente de Todos: libertad de acción.
“No nos vamos a poner de acuerdo entonces es mejor para la unidad del bloque que cada uno haga lo que crea conveniente. Hubo una veintena de gobernadores con Sergio Massa -presidente de la Cámara de Diputados- que apoyaron el proyecto de ley y que hablan con sus senadores. Veremos qué hace el kirchnerismo, pero los que responden a sus provincias van a votar a favor”, explicó un senador “albertista”.
El bloque del Frente de Todos de la Cámara Alta hoy se divide entre “albertistas” y “kirchneristas”. En el grupo más afín a lo que propone el Presidente se encuentran Maurice Closs (Misiones); Edgardo Kueider (Entre Ríos); Sergio Leavy y Nora del Valle Giménez (Salta); Lucía Corpacci y guillermo andrada (Catamarca); Gerardo Montenegro, José Neder y Claudia Ledesma Abdala de Zamora (Santiago del Estero); Guillermo Snopek (Jujuy); José Uñac y Cristina López Valverde (San Juan); Daniel Bensusán (La Pampa); Ricardo Guerra (La Rioja); Antonio Rodas (Chaco); Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Pablo Yedlin y Sandra Mendoza (Tucumán), Marcelo Lewandowski (Santa Fe).
Por el cristinismo serían Juliana Di Tullio (Buenos Aires); Anabel Fernández Sagasti (Mendoza); Oscar Parrilli y Silvia Sapag (Neuquén); María Inés Pilatti Vergara (Chaco); Mariano Recalde (CABA); María Eugenia Catalfamo (San Luis); María Eugenia Duré y Matías Rodríguez (Tierra del Fuego); Ana María Ianni (Santa Cruz); Nancy González y Carlos Linares (Chubut); Silvina García Larraburu y Martín Doñate (Río Negro), José Mayans y Teresa González (Formosa).
En este escenario, de los 35 senadores del Frente de Todos, el Ejecutivo ya cuenta con el apoyo de 19 y aún le resta saber qué posición tomarán los 16 restantes.
Pero la Casa Rosada además cuenta con los 33 senadores de Juntos por el Cambio que van a votar de manera favorable el acuerdo, porque así quedó establecido en la Mesa Nacional y con el cambio del proyecto; a los que se le sumarán los 4 senadores que no son de ninguno de los bloques.
Con estos números, el proyecto correría la misma suerte que en Diputados: saldría aprobado pero con mayor cantidad de votos de la oposición que del oficialismo. “El acuerdo en Diputados le solucionó la discusión al kirchnerismo y al albertismo en el Senado”, reconocen en Juntos por el Cambio.
El jefe de los senadores del Frente de Todos, José Mayans, dijo que la situación en la Cámara alta “es muy parecida al de Diputados”. Y avanzó sobre la idea de que no habrá una orden de la jefatura del bloque ya que la posición sobre la que están trabajando es ”respetar la decisión que tome cada senador”.
Pero el clima en el oficialismo está enrarecido. La postura de La Cámpora en Diputados no cayó bien en la Casa Rosada que miran de reojo a “los chicos” y hace silencio en público pero empieza a mover fichas.
Después de la votación del acuerdo con el FMI en Diputados el presidente Alberto Fernández invitó a formar parte de la comitiva que viajó en Chile para la asunción del Presidente, Gabriel Boric, a los diputados Leonardo Grosso del Movimiento Evita y Carolina Gaillard de la Provincia de Entre Ríos, ambos con un rol activo en sumar sectores del Frente de Todos para que acompañen el proyecto de endeudamiento con el Fondo.
“Estoy segura que somos muchos los dirigentes convencidos en acompañar esta negociación tan necesaria para el futuro de todos los argentinos. Entiendo que para algunos esto no es grato, pero no podemos volver a caer en una crisis económica y social que lastime a nuestro pueblo. Tenemos que creer en nuestro Presidente y en este plan que es sin ajuste, para que nunca más los gobiernos neoliberales nos lleven al fondo” , aseguró Gaillard.
Fuentes del bloque de la Cámara de Diputados señalaron que “lentamente, la intención es que los albertistas vayan ocupando lugares de preponderancia y corriendo a los de La Cámpora”. “En el Senado es mucho más difícil porque ahí primero que está Cristina Kirchner y su influencia, real y simbólica, y segundo que están los gobernadores cuya relación con Alberto Fernández fluctúa”, agregaron.
Los albertistas empujan un corrimiento masivo de los legisladores que responden a Máximo Kirchner. Entienden que hoy es “peligroso” que sigan detentando espacios de poder mientras se discuten leyes porque, dicen, la relación ya está rota. “Una cosa es Carlos Heller que dice que va a votar tapándose la nariz, pero vota, y otra es Máximo que está 15 horas en el despacho de Cristina Kirchner y viene al recinto solo para votar en contra. Se podría haber ausentado”, explicaron.
Desde La Cámpora la discusión no se esconde. Aunque la mayoría de sus diputados se hicieron presentes en el recinto al comienzo de la sesión, ninguno votó a favor del entendimiento. Además, al rechazo desde sus bancas se le sumó un documento en donde, en forma de explicación del voto, señalan que el Gobierno -del que dicen formar parte- negoció un ajuste.
A esto se le sumó la palabra de Andrés “El Cuervo” Larroque, secretario general de La Cámpora y ministro bonaerense, quien criticó abiertamente al Gobierno por los ataques al despacho de Cristina Kirchner del jueves. “Aturden el silencio y la parsimonia del gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta”, criticó “El Cuervo”.
La respuesta llegó de otro ministro, pero esta vez de Nación. Aníbal Fernández, quien también le contestó en Twitter, le dijo: “Querido Cuervo, ‘te aturde el silencio y la parsimonia’ del gobierno ante el ataque a oficinas de Cristina pero ¿sabes una cosa? No es así. Ante la agresión, el Presidente se comunicó con Cristina y un colaborador interesándose por la situación y poniéndose a disposición”.
Aníbal Fernández fue el ministro nacional que les había contestado a los miembros de La Cámpora que en la previa planteaban dudas para apoyar el pedido de endeudamiento y los había tratado de chiquilines al señalar que “hay que ponerse serios y razonar que hay que garparlo. No te gustó, comete el sapo que te corresponda pero andá y votá, para eso te eligieron”.
Mientras tanto, la única señal clara que muestra el kirchnerismo en el Senado es que tiene la intención de que el tratamiento sea rápido. Así lo dijo el propio Mayans, quien adelantó que buscará tener dictamen el próximo martes para poder llevarlo al recinto el jueves.
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